Motivaciones

Siempre hay que tener un empuje para seguir, algo que nos haga querer levantarnos de la cama y caminar al mundo. ¿Seguimos teniendo motivaciones en nuestra situación?

Podemos sentirnos a la deriva, como en el cuento de Horacio Quiroga, pero al igual que en ese relato hay que seguir luchando para llegar a algún lado. Pero para eso es muy importante ponernos un objetivo, una meta a la que queramos llegar sin importar lo que cueste: Aprender a tocar la guitarra, hablar un nuevo idioma, aprenderse la letra de una canción, terminar un libro.

Por más pequeño que sea eso que queremos es muy importante que lo tengamos siempre. Cuando completemos eso que deseábamos posiblemente nos sintamos satisfechos, y decidamos proponernos llegar todavía más lejos.

La literatura como meta

Un objetivo puede estar íntimamente relacionado con la literatura, sobretodo cuando estamos encerrados en casa. Podemos proponernos conocer a un autor, escribir un cuento, leer una saga o novela, todo lo que sea que requiera voluntad es válido cuando de seguir adelante se trata.

En experiencia propia, escribiendo o leyendo he podido seguir adelante muchas veces. Escribiendo para expresar lo que siento y no puedo decir, leyendo para conocer otras realidades y construir una nueva. Por eso pienso que cada persona debería darse un momento cada día para dejarse llevar por el río de las letras, que bien puede estar mezclado con la música, el teatro o cualquier tipo de expresión que guste, mientras nos despejemos y nutramos con eso que tanto nos motiva.