Nos encontramos inmersos en la que algunos consideramos la próxima revolución en fabricación. Hablamos de la fabricación en 3D.
Veamos algunos de los desarrollos que ya están en proceso:
Imaginemos lo que esto puede suponer en lugares en que el acceso es difícil, o que debido a causas climátológicas o de otra naturaleza quedan aislados: si tuviesen acceso a impresoras 3D de diferentes tamaños, podrían fabricarse productos que necesitasen para su día a día o para reparar los desperfectos ocasionados. O en instalaciones industriales en medio de la selva o del océano.
En un futuro se podría llegar a la situación de que nos escaneen tridimensionalmente, y ese archivo quedaría grabado en una tarjeta con nuestro historial clínico. Así, cuando se nos estropearan una muela por una caries, el odontólogo imprimiría la réplica “idéntica” a la natural. Esto sería aplicable a fracturas de huesos o enfermedades que inutilicen órganos como el hígado o el riñón.
En definitiva, esta tecnología supone una oportunidad increíble para las mentes innovadoras, que podrán crear nuevos productos, procesos o servicios con el único límite de su imaginación.
Realizado por: Alba A.B