Historia de la Iglesia Presbiteriana en Rincón

El evangelio llegó a Rincón hacia el año 1906 cuando Bruno Rodríguez, un colporto, llegó a caballo recorriendo los sembradíos de caña repartiendo tratados. Dio cultos en la plaza pública, bajo un cerezo, y después en la estación del ferrocarril. El primer lugar de reunión fue un cuarto rentado en casa de don Carlos Arroyo, frente a la plaza, en donde estudió La Biblia.

El superintendente presbiteriano Rev. Arnold Smith contrató a don Jacinto Perocier para levantar la casa del Señor a un costo de $760 dólares. Esta primera estructura protestante evangélica medía "30 pies de fondo, por 20 de ancho, por 12 de alto." Por su pequeño tamaño los burladores la llamaron caja de fósforos. Don Juan (Chepe) Acevedo respondía: "Tienen razón porque el fósforo da luz y predicamos a Cristo la luz del mundo."

El 29 de marzo de 1908 fue organizada la iglesia por los misioneros Rev. Judson L. Underwood y el Rev. Arnold Smith una semana después de la organización de la Marina. El más pequeño del grupo lo era Alejandro (Lelin) Acevedo el hermano de Chepe. La Iglesia no contaba con un ministro, pero recibía la asistencia de los estudiantes del Seminario Portorricense en Mayagüz los que recibieron hospitalidad en la casona de la familia Castillo en el barrio Calvache en donde también se predicó el evangelio. Antonia (Toñita), la hija de la familia se unió a la iglesia y sus hermanos se hicieron predicadores laicos por los campos de Rincón y Aguada.

El primer anciano gobernante lo fue don Juan del Río Rivera que era el jefe de la estación del tren. Éste recibió junto con su familia en 1911 carta de transferencia para la Iglesia Presbiteriana La Marina en Mayagüez. Doña Antonia Almodovár se mudó a la Iglesia Presbiterianas en Sabanetas (Maní) de Mayagüez. La partida de estos hermanos afectó a la naciente iglesia. Toñita Castillo fue la primera en casarse en la iglesia el 23 de mayo de 1912.

La iglesia tuvo dificultad en crecer, a pesar del trabajo de los seminaristas: Primitivo Acosta, Gonzalo Nuín (ex-sacerdote), Antonio Rodríguez y Ramón Camacho Torres. Luego del terremoto del 1918 solo había 10 alumnos en la escuela bíblica y la ofrenda del año fue $12.16. En 1921 el Rev. Ricardo Gutiérrez logró despertar con cultos al aire libre, oratoria en los jóvenes y trabajo de evangelismo en equipos "rojos y azules". Los jóvenes Víctor Manuel Colón y Carlos Sepúlveda recibidos el 29 de marzo de 1922 llegaron a ser ministros.

La iglesia se quedó sola y recibió ayuda de la Iglesia Central de Mayagüez con el Rev. Luis Sánchez en 1923. Los ministros venían en tren y se tocaba la campana para avisar que habían llegado a dar el culto. El 1927 estuvo el Rev. José M. Vélez Ortiz de Añasco. En 1929 se ofreció de voluntario para atender la obra el Rev. Manuel Méndez García. Éste tuvo la ayuda de don Segundo Caro. En 1931 el Rev. Diego Rico Soltero se hizo cargo de la obra y celebró la Semana de Avivamiento. Éste tuvo la ayuda de Osvaldo Carlo, quien luego fue un predicador laico y ordenado ministro. En 1934 estuvo el Rev. Pedro Almodóvar.

En 1934 el Rev. Secundino Elba triplicó la obra comenzando por el barrio Puntas a donde iba a pie por la vía del tren. Fue probado en la fe y perseguido más de una vez. Bautizó a 17 creyentes el primer año y 25 el segundo subiendo los miembros a 64. Creó un Concilio de trabajo y reafirmó la obra. La obra prosiguió en 1937 con el Rev. Pablo Casasús quién organizó el Esfuerzo cristiano, Los sembradores en Stella y La Sociedad femenil en Puntas. Compró un armonio y vio la escuela bíblica subir a 180 bajo el joven Mario Rivera Méndez que en 1942 vino a ser ministro presbiteriano. La obra prosiguió con Andrés Folch, José A. Bonilla, Rev. Felipe Toro, Rev. José R. Colón, Rev. Luis A. Mercado y Rev. Iván C. Irizarry. Quince rincoeños alcanzaron el santo ministerio.