Humanizar los sistemas de salud implica situar a la persona en el centro de la atención, reconociendo que cada persona es única y posee diferentes dimensiones. Es una condición esencial para alcanzar la excelencia sanitaria. Un sistema de salud humanizado debe estar al servicio del ser humano, orientado a su bienestar integral. Su estructura, organización y procesos deben promover la equidad, proteger y fomentar la salud, eliminar toda forma de discriminación y asegurar la participación activa de la comunidad.
Este enfoque representa un compromiso ético y organizacional que busca superar modelos reduccionistas centrados en la enfermedad, promoviendo una atención más cercana, empática y participativa. Humanizar también significa reconocer la vulnerabilidad del equipo de salud, quienes constituyen el capital básico para humanizar la salud. En definitiva, es cuidar y curar con evidencia científica, pero incorporando la dignidad, la confianza y la empatía como pilares fundamentales de toda relación asistencial.

Referencias
-Raventós, F. (s.f.). Reflexiones sobre la humanización del sistema sanitario. Instituto Nacional de la Salud (INSALUD), España.
-Delgado, P. (2021). Humanizar la sanidad: una necesidad ética y organizacional. Revista Española de Humanización Sanitaria.
-Jovell, A. J. (1999). La humanización en la atención sanitaria: calidad percibida y calidad vivida. Barcelona: Fundación Biblioteca Josep Laporte.