Este año, he tenido el honor de diseñar la encuesta de satisfacción de los empleados respecto a la empresa. Hasta el momento, está funcionando muy bien. La compañía decidió publicarla ayer, permitiendo que todos los empleados la llenen a su conveniencia. La encuesta abarca una amplia gama de temas relacionados con la empresa, en los que los trabajadores pueden expresar su opinión. Esto incluye aspectos como la gestión, el salario, nuestras tareas y cualquier otra cosa relevante que se deba reportar. Además, se puede realizar de manera anónima si así se prefiere.

Ya he completado mi encuesta. Aunque no hice mucho por ocultar mi identidad, mis jefes no tuvieron dificultad en suponer quién estaba detrás de ella. Como resultado, mi jefe decidió responder a mi feedback, abordando todos los puntos que mencioné. Me encantó que se tomara el tiempo para prestarme esa atención.

Discutimos cada punto en detalle. A él le gustó mucho que proporcionara tantos detalles y a mí me agradó que valorara mi esfuerzo. Como consecuencia de mi informe y del trabajo que he realizado durante los últimos seis meses, la compañía ha decidido mejorar mi sueldo, además de asignarme tareas de mayor responsabilidad y confianza. Ciertamente, me siento muy feliz de que valoren tanto mi trabajo y desempeño. ¡Así da gusto currar!