Dormimos bien, poco pero comemos, la saturación sigue estando en 91 promedio sin oxígeno, y cuando ejercita sube, lo cual es positivo. Renuevan el parche por la mañana. Hablamos con la médica clínica y la jefa de piso sobre la posibilidad de derivarnos a un centro de rehabilitación donde pueda enfocarse diariamente en fortalecer los músculos de las piernas para poder auto validarse, pero insisten en que creen que es mejor hacerlo en nuestro domicilio, enviándonos oxigeno y un kinesiólogo 2 veces por semanas. La charla fue tensa pero respetuosa, sin llegar a un acuerdo, la jefa concluyó en derivar el tema con auditoria para que lo evalúen, de nuestra parte insistimos que creemos que el mejor contexto para ella sería un centro de rehabilitación y que a pesar de celebrar el diálogo que tenemos, no queremos recurrir a un amparo judicial para avanzar. Hacemos un rato de kinesiología, nos sentamos, movemos los brazos, piernas y hasta nos paramos.
Envío mail a la oncóloga con los resultados de la biopsia e indicando que voy a pasar a visitarla, nos dice que vamos a hacer terapia dirigida y nos receta el medicamento. Pide hablar conmigo uno de los directivos del instituto Henry Moore (donde nos atendemos con la oncóloga) porque vió un comentario mio en google y le había pedido a la oncóloga que le avise cuando la visite. Gaston Martin Reynas es el director de doble apellido que se ocupó de recibirme en su oficina para responder las preguntas que la oncóloga no quiso, además de predisponerse con todo su conocimiento para dialogar sobre la situación, cosa que duró por mas de media hora. Entre otras cosas, en esa charla validamos muchas de las cosas que había investigado por mi cuenta.
Por la madrugada nos quitan la morfina intravenosa, vuelven a poner oxígeno con bigotera, los dolores continúan sin aparecer. Llega el llamado con noticias de la biopsia, acompañado de un mail con los esperados resultados, confirmando que tenemos una metástasis de un cáncer de pulmón en páncreas e hígado del cáncer extripado en marzo del año pasado.
La boca (labios y lengua) mejoran con el bálsamo, se durmió bien, llevamos el tercer día del parche de buprenorfina de 30mg con el dolor controlado. Nos visita una psicóloga, la cual indica que no tiene trabajo que realizar y que solo necesita acompañamiento de la familia y los seres queridos. Me dirijo al centro de patología de Boris Elsner, tras pasar 7 días de la punción, solicitando que deseo dejar un escrito con copia firmada, indicando la necesidad urgente de los resultados dada la criticidad de la situación. Tras esperar 5 minutos luego de que quien me recibió se vaya a averiguar sobre el caso, me indica que le deje un teléfono para llamarme al día siguiente y entregarme los resultados.
El dolor va mejorando, quitan el oxígeno
El dolor va mejorando con el parche, disminuyen la dosis de 11 a 6 ml/h que se administra de morfina, manteniendo solución de 40mg cada 250ml. Seguimos con los mismos medicamentos via oral de siempre, pregabalina, naproxeno y paracetamol.
Tras varios días con dolor nos ponen un parche de buprenorfina 20mg, nos deja un poco dormidos o "volados" pero calma el dolor.
Tras varios días de intentar ir de cuerpo con laxantes tales como lactulón, logramos ir de cuerpo.
Por la mañana levantamos con dolores, nos hacen una resonancia en la cabeza, logramos hacer la punsión tan esperada para poder avanzar con la biopsia, nos confirman que en el cerebro hay zonas afectadas que son la causa principal de la deficiencia visual. Comenzamos a aplicar el anticoagulante de lleno para combatir los trombos en la sangre.
Dia full estudios, tomografía en la cabeza, encefalograma, aplican anticoagulante en pequeñas dosis.
Costaba respirar y tenia la saturación un poco baja, nos ponen oxígeno con la "bigotera". Corroboran que hay un trombo critico y peligroso en la vena auricula derecha, muy proxima al corazón, lo cual implica un riesgo de complicación terminal. Sabiendo que estamos imposibilitados de aplicar anticoagulante ya que eso implicaría exponerla a riesgos de sangrado cerebral.
Nos piden firmar una excención de responsabilidad avalando que a pesar de estar expuestos a graves problemas por tener trombos en la sangre que podrían generar una complicación terminal, no vamos a aplicar el anticoagulante que solucionaría ese problema, ya que al hacerlo, estaríamos exponiendo a un sangrado cerebral lo cual no gneraría necesariamente una complicación terminal pero generaría secuelas, y las posibilidades que eso suceda, por el echo de haber tenico un accidente isquémico hace menos de 7 días, son altas.