Perú
La Providencia nos envía oportunidades para dar amor, que a veces pueden parecer minúsculas, pero que, como el grano de mostaza, crecen y dan mucho fruto.
Por sugerencia de un colaborador del Arzobispado de Lima, preparamos un espacio de oración, con motivo de la fiesta del Señor de los Milagros, los jueves de octubre en la capilla del Arzobispado. De pronto surgió una intención de oración que unió nuestros corazones en oración: la enfermedad terminal de un ser querido de nuestros colaboradores del Arzobispado. Este espacio se ha convertido inesperadamente en un lugar de oración para nuestros colaboradores de otras zonas del Arzobispado, para orar por ellos y sus familias, recibiendo a los que sufren y ofreciéndoles ánimo, esperanza y consuelo.