México
Hace como 10 años, mi hijo se caso y formó su familia, él y su mujer tuvieron dos hijos, pero de repente decidieron separarse. Eso fue muy doloroso para la familia, pero más para los pequeños que lloraban mucho por la situación que estaba pasando su familia. En la familia extendida nos reunimos para apoyar a los niños y demostrarles de diversas maneras que Dios los ama.
Empezamos a orar el Rosario en familia, poco a poco les fue gustando más esta oración hasta el punto que ahora quieren saber más de la Virgen María y veo como poco a poco sus corazones se van sanando. Ahora son ellos los que invitan a sus padres a orar y creo que la oración está dando sus frutos.
Así, como familia, estamos cultivando y cosechando esperanza en los más pequeños, y en toda la familia. De hecho, ahora son los niños los que quieren rezar el Rosario. Esperamos que cultivando nuestra fe a través del Rosario, la vida familiar siga mejorando para el bien de los pequeños y de toda la familia.