Fort Portal, Jinja, y Kampala, Uganda
La unidad en una familia es clave y Dios tiene un principio de derramar Su bendición donde hay unidad.
La falta de unidad priva a las familias de las bendiciones de Dios, nuestro punto de oración para la familia es pedir que Dios los bendiga con unidad.
Siempre les pedimos que oren y pidan a Dios que dé a cada miembro de su familia el corazón del perdón.
Les animamos a rezar contra cualquier semilla arraigada de amargura en sus corazones; las familias deben pedir diariamente a Dios que los reúna a todos en el amor, la paz y la unidad.
Durante nuestra visita a los hogares, acompañamos a una pareja durante 3 años, que sufría violencia doméstica, negligencia familiar e infidelidad. Les animamos a rezar juntos como familia y a encontrar tiempo para la oración en pareja.
Hicimos visitas de seguimiento y chequeos telefónicos acompañándolos en oración, ahora están unidos como familia.
"Mi matrimonio tenía muchos problemas, cada día la situación empeoraba, después de su visita, empezamos a rezar juntos mientras nos animaban. La paz ha reinado en mi familia, he dejado de pegar a mi mujer y a mis hijos, cuando tenemos un problema lo hablamos y luego lo entregamos al Señor en oración", señaló el Sr. Bukenya en una celebración del Día de San Valentín.
Oración Familiar por un Mundo Mejor
Al igual que el Venerable Patrick Peyton contó con el apoyo de su familia en la oración cuando le diagnosticaron una tuberculosis crónica, la Sra. Lydia Aliza, profesora en el distrito de Namutumba, da testimonio del papel de la oración familiar para superar los retos a los que nos enfrentamos en la vida. La oración, como nos exhorta el Padre Patrick Peyton en el eslogan "Intenta la Oración, ¡Si funciona!", desempeña un papel fundamental en nuestras vidas y familias. Debemos abrazarla de todo corazón.
Vale la pena señalar que el Dios que realizó los numerosos milagros que leemos en las Sagradas Escrituras es el mismo Dios que curó milagrosamente al Venerable Patrick Peyton de la tuberculosis crónica incurable. El mismo Dios que era, que es y que ha de venir (Ap 1:8), es un Dios que no cambia (Heb 13:8). ¡Él todavía hace maravillas y milagros en nuestros días!
Recientemente, cuando la Sra. Lydia Aliza se vio envuelta en múltiples problemas, como enfermedades, accidentes y el encarcelamiento de su marido por casos inventados, se volvió a Dios en oración, acompañada por su familia y los miembros de su grupo de oración.
Dios ha sido tan misericordioso y bondadoso de movernos en estas situaciones, convirtiendo los desafíos en testimonios, como Lydia narra en el videoclip.Celebración.