Una de las oraciones que la Iglesia ha propuesto repetidamente a las familias ha sido el Rosario en familia. El Papa Pablo VI en Marialis Cultus (1974) señalaba que "el Rosario debe ser considerado como una de las mejores y más eficaces oraciones en común que la familia cristiana está invitada a recitar. Nos gusta pensar, y esperamos sinceramente, que cuando la reunión familiar se convierta en un momento de oración, el Rosario sea un modo frecuente y predilecto de rezar" (#54). El Papa observó además las cambiantes circunstancias de la vida familiar en el mundo contemporáneo, que dificultan la reunión familiar, pero aconsejó a las familias "no ceder ante las circunstancias, sino superarlas, no sucumbir, sino esforzarse", si es que alguna vez una familia va a vivir plenamente su vocación como "Ecclesia Domestica".
El Papa Juan Pablo II, en su Carta Apostólica Rosarium Virginis Marie (2002), enseñó que, por varias razones en nuestros tiempos contemporáneos, era necesario un "renacimiento del Rosario"(#6). Una razón para tal "avivamiento" era implorar a Dios el don de la paz en un mundo con familias y países que no encuentran la paz. En la sabiduría de San Juan Pablo II, "El reavivamiento del Rosario en las familias cristianas, en el contexto de una pastoral familiar más amplia, será una ayuda eficaz para contrarrestar los efectos devastadores de esta crisis típica de nuestra época".
Ampliando el mensaje del Venerable Patrick Peyton, San Juan Pablo II enseñó que "La familia que reza unida permanece unida. El Santo Rosario, por antigua tradición, se ha mostrado particularmente eficaz como oración que une a la familia. Cada miembro de la familia, al volver los ojos hacia Jesús, recupera también la capacidad de mirarse a los ojos, de comunicarse, de solidarizarse, de perdonarse y de ver renovada su alianza de amor en el Espíritu de Dios". (#41). En la reflexión del Papa, el Rosario puede cambiar la química en el hogar y mejorar el modo en que los miembros de la familia se relacionan entre sí.
Al clausurar el Mes del Santísimo Rosario, recordemos el mensaje que hemos recibido a lo largo de los años sobre el poder del Rosario, especialmente en el contexto de la familia. En otras ediciones del Boletín Global, reflexionaré sobre diferentes conjuntos de los Misterios del Rosario como una forma de desentrañar su riqueza oculta, especialmente en contextos familiares.
Que Dios los bendiga a todos y, por favor, recuerden que "La familia que reza unida permanece unida" y "Un mundo en oración es un mundo en paz".
Juntos en Misión,
Padre Fred Jenga, C.S.C., Ph.D.
Presidente, Holy Cross Family Ministries