El Padre Peyton atribuye a su padre el haberle enseñado a rezar de pequeño, quizás a la edad de 4 o 5 años, y a través de esa inspiración impactó y continúa impactando millones de vidas. Hay muchas cosas que podemos aprender de esto. En primer lugar, aprendemos una vez más sobre el poder de la oración, especialmente del Rosario, pero menos obvio, y quizá igualmente importante, es que aprendemos sobre el papel crucial que desempeñan los padres y la familia, y aún menos obvio, pero más poderoso, aprendemos que la oración se puede arraigar a una edad más temprana. A menudo miramos a nuestros adultos para que nos inspiren a rezar el Rosario, pero de hecho, es con nuestros hijos en las edades más tempranas donde deberíamos buscar desarrollar una comprensión, pasión y celo por la oración comenzando con el Rosario.
A lo largo de los años, Holy Cross Family Ministries ha crecido y se ha expandido a 17 países en 5 continentes y ha asumido o iniciado nuevos ministerios. Estamos en una posición aún más fuerte para educar a las familias de todo el mundo sobre el poder de la oración y fomentar la práctica de la oración familiar. Es nuestra oportunidad, nuestro reto y nuestra responsabilidad continuar el trabajo que el Padre Peyton comenzó y nos dejó para que lo continuáramos. ¡Con NOSOTROS REZAMOS! Una Campaña para la Oración Familiar podemos impulsar su visión en un momento en que el mundo ha cambiado de tantas maneras y las familias necesitan desesperadamente que se les recuerde el poder de la oración.
En Holy Cross Family Ministries, la oración familiar es la más poderosa. Como ha dicho nuestro fundador, el Padre Peyton, "la familia es el mayor tesoro que posee la tierra. Dios es el mayor tesoro del cielo. El Rosario es el eslabón de acero que tiene el poder de unirlos a ambos por el tiempo y la eternidad".
Un mundo separado de Dios no puede sobrevivir, pero un mundo unido a Dios puede superarlo todo. Por ello, nos hemos embarcado en una campaña para aumentar considerablemente la oración en familia, y esperamos que usted se una a nosotros.
Ayúdanos a unir a las familias con Dios a través de la oración, especialmente del Rosario. Juntos podemos cambiar el mundo. Es la única manera porque "un mundo en oración es un mundo en paz".