A menudo, nuestras familias se enfrentan a desafíos que golpean y sacuden las profundidades de nuestra fe. En esos momentos, nuestra fe tiembla.

Durante estos tiempos inciertos que se apoderan de nuestras familias, como la enfermedad, el hambre, la infidelidad y la decadencia moral, también se ponen a prueba nuestros valores de amor, esperanza y fe.

José pasó por todas estas pruebas, pero se mantuvo firme cuando buscó la fuerza y la sabiduría para guiarse.

Dios le dio la gracia para vencer. Acudamos a él y busquemos su intercesión cuando nuestras familias estén a prueba para que, con valor, afrontemos y ganemos nuestras batallas espirituales y físicas.