El tema de la convención, «Unidos en Cristo: Un Cuerpo en Cristo» (Romanos 12:5), resonó profundamente entre los participantes, inspirándoles a forjar lazos más fuertes entre ellos y con Jesucristo. Esta reunión, la primera en una década, fue la culminación de un año de preparación por parte del dedicado equipo de liderazgo de Cristo Joven Canadá, y fortaleció significativamente el compromiso de los jóvenes con la construcción de comunidades arraigadas en la fe y la difusión del mensaje de Jesucristo.
El énfasis de la convención en la renovación de la fe, particularmente a nivel individual y familiar, es especialmente admirable en nuestra época actual. Como capellán de Cristo Joven Ontario, tuve la bendición de compartir este importante viaje, ofreciendo mis humildes servicios con un apasionado impulso para animar a estos jóvenes, hombres y mujeres, a integrar la oración, especialmente el Rosario, en su vida diaria.
Holy Cross Family Ministry Canadá (HCFM) desempeñó un papel vital en este acontecimiento montando un puesto muy dinámico que se convirtió en un punto de atención para los asistentes. Distribuimos literatura sobre el Venerable Patrick Peyton, junto con rosarios y folletos sobre «Cómo rezar el Rosario», todo esto destinado a fomentar «Familias felices, sanas y santas» y a nutrir comunidades llenas de fe. La entusiasta acogida de estos recursos por parte de los jóvenes asistentes fue un testimonio de su deseo de profundizar en la comprensión y la práctica de la oración.
Además del puesto, participé en una mesa redonda, en la que tuve el privilegio de compartir ideas sobre cómo vivir el tema de la convención en nuestra vida cotidiana. Hice hincapié en el papel crucial de la familia como unidad fundamental de la Iglesia, destacando la responsabilidad de los padres de dar testimonio de Cristo en sus hogares y de enseñar a sus hijos la relevancia de Cristo en todos los aspectos de la vida. Mis servicios sacerdotales durante la convención, incluida la administración de los sacramentos y el asesoramiento espiritual, fueron momentos de gracia que reforzaron el sentido de solidaridad y comunión entre los participantes.
El ambiente de la convención fue de profunda alegría y renovación espiritual. El movimiento Cristo Joven de Canadá está marcando una hermosa tendencia, revitalizando la fe y la comunión dentro de la Iglesia católica en todo el país. Este encuentro fue más que un simple evento; fue una experiencia transformadora que dejó un impacto duradero en todos los presentes, recordándonos la fuerza que proviene de estar «unidos en Cristo». La convención se convirtió en un poderoso testimonio de la perdurable vitalidad de la fe entre la juventud católica canadiense y ofrece un faro de esperanza e inspiración para los jóvenes y las familias de todo el mundo.
En una época en la que las presiones de la vida moderna a menudo nos alejan de nuestras raíces espirituales, esta convención puso de relieve la importancia de la oración, como individuos, familias y comunidades. Conocer a Cristo, amarlo y dar testimonio de él en todas las situaciones no es sólo una vocación, sino una necesidad en el mundo actual. A través de la oración, abrimos nuestros corazones a la gracia de Dios, fortaleciendo nuestro vínculo con Él y con los demás. Esta experiencia en la Convención Nacional de Cristo Joven ha sentado las bases para un compromiso renovado de vivir nuestra fe con pasión y convicción, no sólo en Canadá sino en todo el mundo. La convención reflexionó seria y apasionadamente sobre cómo llegar a los dispersos y fortalecer a los congregados.
La convención se enriqueció aún más con la presencia de estimados líderes de la Iglesia, entre ellos el Obispo Gerald Paul Burgie, DD, de la Diócesis de Saint Catharines, Ontario; el Obispo Douglas Crosby, OMI, DD, de la Diócesis de Hamilton; y el Obispo José Kalluvelil, DD, de la Eparquía Católica Siro-Malabar de Mississauga. Su participación, junto con la de numerosos sacerdotes, religiosas y representantes de otros países, añadió un profundo sentido de unidad y apoyo eclesial al acontecimiento. Sus palabras de aliento y su guía espiritual fueron decisivas para inspirar a los jóvenes a profundizar su compromiso con Cristo y con la Iglesia. La presencia de estos pastores entre el rebaño fue un poderoso recordatorio de la naturaleza universal de la Iglesia, fomentando un espíritu de comunión que trasciende las fronteras geográficas y nos une a todos como un solo cuerpo en Cristo. Su participación subrayó la importancia de la convención y puso de relieve el compromiso inquebrantable de la Iglesia de alimentar la fe de las generaciones más jóvenes.
Sigamos aprovechando este impulso, animándonos unos a otros a ser firmes en la oración, fuertes en la fe y unidos en Cristo.
-Rev. Shaji M. L. C.S.C., Director Nacional, HCFM Canadá
Jesús, Convención Nacional de la Juventud, en Canadá la Universidad McMaster de Hamilton, Toronto, del 9 al 11 de agosto de 2024.