El taller fue inaugurado por el Padre Roque D'Costa, CSC, Presidente de la Junta de Gobierno del Instituto, en presencia del Padre K.J. Abraham, CSC, miembro de la Junta de Gobierno y Provincial de la Provincia del Noreste. Los participantes procedían de diversas escuelas gestionadas por las cuatro provincias de Santa Cruz en la India. Los Padres K.J. Abraham, Royal Nazareth, Alan Carvalho y la Dra. Manila Carvalho fueron los principales especialistas, y se aseguraron de que sus sesiones fueran informativas, interactivas y animadas.
El Padre K.J. Abraham inspiró a los participantes haciendo hincapié en la singularidad de la educación de Santa Cruz, que se centra en el desarrollo integral de los niños reconociendo el efecto que tienen sus familias en el comportamiento en el aula. También habló de la vocación y el papel único de los profesores en la formación no sólo del futuro académico de los niños, sino también de su bienestar emocional y espiritual. El Padre Royal Nazareth, CSC, doctor en terapia psicológica, habló de la importancia y los beneficios de la empatía en la educación y presento habilidades básicas que pueden transformar la forma en que los profesores interactúan con los alumnos difíciles.
Tres profesores de cada provincia dieron charlas sobre los retos académicos, emocionales y de otro tipo a los que se enfrentan los alumnos en sus escuelas, durante una sesión moderada por el Padre Telespore, CSC. Todos coincidieron en que los niños con dificultades suelen proceder de familias con dificultades.
El segundo día, Alan Carvalho y Manila Carvalho actuaron como ponentes principales. Alan, que lleva varias décadas en el grupo "Los Tiempos de la India" y actualmente es Director General en este grupo, y la Dra. Manila, fundadora y directora de la Escuela Publica Delhi en Bangalore en el Este y galardonada con varios premios en educación, compartieron sus experiencias personales de la conciliación entre la vida familiar y el éxito profesional.
En la sesión de la tarde, moderada por el Padre Royal Nazareth, CSC, los participantes conversaron acerca de diversas estrategias para ayudar a los niños con dificultades y las formas en que las escuelas y los profesores pueden mejorar su formación para contribuir al proceso.
Al final del taller, se distribuyeron certificados a los participantes en una ceremonia presidida por el Padre Lawrence D'Almeida, CSC, miembro de la Junta de Gobierno del Instituto. El taller concluyó con la esperanza, tanto por parte del Instituto como de los participantes, de futuras oportunidades para reflexionar sobre temas igualmente relevantes.
-P. Shiju Joseph, C.S.C., Director Ejecutivo
El Poder del Rosario: Un Experiencia de fe y comunidad
En octubre de 2015, en medio del ajetreo y el bullicio de la vida cotidiana, una voz tranquila pero persistente me alentó dentro de mí invitándome a orar el Rosario por las familias que luchan en su camino sacramental. Al principio se lo confié a mi esposo, y juntos pedimos consejo a los Padres Herve Morisette y Arul Raj, de la Pastoral Familiar de Santa Cruz, en Bangalore. Con su apoyo, nos embarcamos en un viaje que tuvo un gran impacto en nuestras vidas y en las de los que nos rodeaban. Empezamos a reunirnos en Holy Cross para orar el Rosario. Lo que empezó como un pequeño brote pronto floreció en una comunidad de familias católicas dedicadas y unidas en la oración. Comenzamos a orar el Rosario diariamente del 22 al 31 de octubre de 2015. A medida que nuestra fe se profundizaba, continuamos esta práctica todos los viernes. Los corazones se elevaron, las cargas se compartieron y las transformaciones fueron palpables a medida que experimentábamos la presencia divina a través de la intercesión de nuestra Madre María, siendo testigos de signos y milagros a lo largo del camino.
A pesar de los trastornos causados por la pandemia del COVID-19, nuestra comunidad de oración se mantuvo fuerte. A través de plataformas virtuales, nuestro vínculo se hizo aún más fuerte, fortificado por nuestra devoción compartida en el Rosario. Los mentores espirituales, en particular los Padres Arul y Roque, de los sacerdotes de Santa Cruz, aportaron un rayo de esperanza y mantuvieron vivo nuestro celo. Cuando los Padres de Santa Cruz fueron trasladados, abrimos nuestras casas para que las oraciones semanales del Rosario continuaran sin interrupción. Cada viernes, un hogar diferente se convertía en un santuario donde los hijos de nuestra Madre María se reunían en unidad y devoción.
Este viaje de fe ha sido para nosotros un faro de renovación y resistencia. Nuestras vidas espirituales se han revitalizado, nuestros lazos familiares se han fortalecido y han alimentado un sentido de comunidad que trasciende las fronteras físicas. Estamos profundamente agradecidos por la bendición de esta experiencia y por la firme guía de los sacerdotes de Santa Cruz, cuyo apoyo inicial encendió una llama que sigue ardiendo con fuerza. Al mirar hacia el futuro, la lámpara encendida de Santa Cruz permanece,
Viveknagar, nos sirve de símbolo: un testimonio del poder perdurable de la fe y la comunidad. Tanto en los momentos de alegría como en los difíciles, el Rosario sigue siendo nuestro compañero inquebrantable, una fuente de consuelo, fortaleza y unidad.
Comunidad en el Rally del Rosario