Reavivar nuestro impulso misionero: El Concilio Vaticano II proclamó: "La Iglesia en la tierra es misionera por su propia naturaleza" (Ad Gentes, Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia, 1965, nº 2). A través de la Gran Comisión, se ha confiado a la Iglesia la responsabilidad de compartir la misión de salvación con todo el mundo. El Padre Peyton es un hombre que fue misionero en todos los sentidos. Identificó como prioridad de su misión a las familias de todo el mundo y como mensaje la necesidad de volver a Dios o la práctica de la fe en las familias a través de la oración familiar. Era un hombre marcado por el celo por Dios y por la Virgen María.
El espíritu misionero no es ajeno a lo que somos como Pastoral Familiar de Santa Cruz. Forma parte de nuestra herencia. Necesitamos urgentemente renovar este impulso misionero y esta visión misionera. Necesitamos encender nuestros corazones con el deseo de ser misioneros para las familias de todo el mundo, acompañando a las familias en su comprensión de nuestra fe y fomentando su práctica de la oración.
El Beato Basilio Moreau, fundador de la Congregación de Santa Cruz, enseñó y subrayó que el celo por la misión debe marcar a todos sus hijos e hijas y, por extensión, a sus colaboradores. Moreau definió el celo como esa llama de "deseo ardiente de dar a conocer a Dios, hacerlo amar y servirlo" (Beato Basilio Moreau, Educación cristiana). El padre Peyton fue un hombre marcado por el celo por la misión, y nosotros, como individuos y colaboradores, necesitamos volver a encender el mismo fuego.
Atención a las realidades contextuales: Cuando el Padre Peyton fundó nuestra organización, las familias estaban compuestas normalmente por un padre, una madre y los hijos. La realidad es que la naturaleza de las familias ha cambiado a lo largo de los años, y tenemos que acompañar a todas las familias sea cual sea su forma. Las familias contemporáneas están marcadas por divorcios y separaciones, ausencia de cónyuges, menor apertura a tener hijos, menor práctica de la fe, pobreza, adicciones, etc.
Si bien la misión central de Holy Cross Family Ministries es el acompañamiento espiritual de las familias, dadas las realidades contextuales que las familias enfrentan hoy en día, debemos incorporar a nuestro programa nuevas maneras de acompañar a las familias que reconozcan y respondan a las realidades socioeconómicas y psicológicas de las familias contemporáneas, como ofrecer asesoramiento profesional a las familias o personas a las que atendemos. Esto no debe verse como antitético a nuestra misión; más bien, es lo que estamos llamados a hacer.
Juntos en misión,
Padre Fred Jenga, C.S.C., Ph.D.
Presidente, Holy Cross Family Ministries