Programa de Participación Ciudadana para la Conservación y Fomento de nuestros "Tres Mosquiteros Urbanos" de Villaverde

JUSTIFICACIÓN

Nuestros protagonistas, los “Mosquiteros urbanos” regresan todas las primaveras a Villaverde (algunos han llegado ya y otros, en estas fechas, están a punto de llegar) de sus cuarteles africanos (subsaharianos) y después de recorrer miles de kilómetros. Regresan para desarrollar aquí su ciclo reproductor. En Villaverde vivirán durante la primavera y el verano, a finales del cual, volverán a viajar al Sur cruzando el desierto del Sahara y llegando incluso a tierras sudafricanas. Aquí construirán, reconstruirán o reformaran sus nidos (en el caso de golondrinas y aviones) o usaran huecos disponibles y cada vez menos numerosos (en el caso de los vencejos) e intentarán sacar sus proles alimentándose de los insectos de los que disponen en Villaverde (se ha constatado que en una sola ceba de vencejo, el progenitor ha regalado al pollo con 600 pulgones adultos) y librándonos de sus picaduras y molestias. Por tanto son nuestros aliados y no necesitaríamos insecticidas contaminantes si tuviéramos poblaciones suficientes de estos animales, además de otros como murciélagos, que serán objeto de otra campaña.

Un cálculo simple: un individuo de cada una de estas especies captura una media de 60 insectos cada hora lo que supone unos 800 diarios de media para los aviones y las golondrinas y unos 1.300 en el caso de vencejos (capturan insectos también por la noche). Durante los 165 días que vivirán en el distrito habrán consumido unos 132.000 insectos/individuo de Golondrina o avión y 214.500 insectos por cada vencejo.

Tal como hemos indicado, son tres las especies estrictamente insectívoras, íntimamente ligadas a las viviendas humanas, y que hemos dado en llamar “Los Tres Mosquiteros urbanos” que son la golondrina común (Hirundo rustica) avión común (Delichon urbicum) y vencejo común (Apus apus) pero además, en nuestro distrito contamos con otro mosquitero urbano, nuestro D’Artangnan alado, una de las joyas de Villaverde, un vencejo muy raro en nuestras latitudes, el vencejo pálido (Apus pallidus). También, en Villaverde se pueden observar otras especies de estos grupos.