⦿ Public-arte

Todavía no sé si esté será su nombre definitivo pero este es mi último proyecto…

Se trata de una colección que hasta el día de hoy reúne unas ochenta fotografías. No son imágenes de gran calidad técnica, no son lo que se podría considerar fotografía artística. Son simplemente el registro de algunos de esos carteles con que las mujeres (muchas de ellas emigrantes) empapelan las paredes y el mobiliario urbano de Bilbao

Durante los meses de abril y mayo de este año, salí de casa -casi todas las mañanas- acompañada de Naroa y con una pequeña cámara digital en el bolso. Mis condiciones de trabajo no eran las mejores ni en cuanto a espacio ni en lo referente al tiempo. Mi hija de dos años todavía no iba a la escuela (no había plazas para ella en las escuelas públicas de Bilbao) por lo que la única solución que encontré para ir concretando un proyecto artístico que hacía tiempo me venía rondando en la mente era el utilizar nuestro paseo matutino para empezar a darle forma.

Mi objetivo era iniciar un archivo para lo cual tenía que recoger la mayor cantidad de imágenes posible. El archivo solo es el inicio del proyecto. Todavía tengo que darle forma, que pensar en qué hacer con la información recogida y con la que aún me queda por recoger Porque este archivo no se ha terminado, el proyecto tiene una continuidad en el tiempo, así como continúan algunas mujeres haciendo pública, por decirlo de alguna manera, la vulneración de su derecho al trabajo.

Y la hora de darle forma al proyecto…

Podría hacer una selección y llamar a algunas de las mujeres cuyos teléfonos aparecen en los anuncios. Entrevistarme con ellas, grabar nuestros encuentros y conversaciones. Tomar registro de sus vidas, sus inquietudes, sus situaciones personales y laborales, escuchar sus quejas, ofrecerles un formato artístico en el que poder publicar, de manera contundente, sus protestas Trabajar junto con cada una de ellas para crear algo común a lo que llamar “obra”…

Podría también ampliar las fotos e intervenir con ellas en la ciudad, tal y como esas mujeres han hecho con sus carteles. Ubicar las ampliaciones en lugares estratégicos y registrar las reacciones de las personas que a diario ven sin ver estas historias de desempleo, de necesidad, de búsqueda…

Podría crear mi propio cartel, con mi grito de búsqueda y pegarlo por las paredes de la ciudad. Esperar, ver que pasa, grabar las ofertas de trabajo que reciba, si es que las recibo, espiar a la gente y obseravar sus reacciones frente al anuncio de una artista buscando condiciones de trabajo. Porque nunca dejo de trabajar, aunque no tenga un espacio de trabajo, aunque le tenga que robar horas a mi gente cercana, aunque no me paguen por ello, aunque no exponga el trabajo …

Podría…

He pensado tantos “podría” que concretar cual de ellos voy a presentar en este proyecto PROBOCARTE me esta siendo muy difícil. Pero tengo que bajar a la tierra y darle forma a este archivo.

Para ello he preparado una pequeña presentación en la que se reproducen una tras otra las imágenes de la misma manera que día a día, semana a semana surgen los mismos o nuevos carteles en las calles de Bilbao. El texto que acompañará la proyección será este. Porque esta es mi experiencia de vida y esta es mi situación. Porque a la hora de realizar una denuncia sobre las situación laboral de muchas mujeres, este espacio público de exposición hace que mi experiencia laboral, que es mi experiencia artística, recogiendo el famoso eslogan feminista de los setenta, se vuelva política.

Porque lo personal es político. Y cada día, con nuestros pensamientos, deseos y acciones construimos o destruimos la posibilidad de un mundo mejor.