Existen diversos tipos de sistemas operativos, cada uno diseñado para satisfacer necesidades específicas. A continuación, se mencionan cuatro tipos principales junto con sus definiciones:
Estos sistemas están diseñados para computadoras personales y profesionales, proporcionando una interfaz gráfica que facilita la interacción del usuario con el hardware y las aplicaciones. Ejemplos comunes incluyen Windows, macOS y Linux.
Optimizados para dispositivos portátiles como smartphones y tabletas, estos sistemas están diseñados para gestionar eficientemente recursos limitados y ofrecer una experiencia táctil intuitiva. Los más conocidos son Android e iOS.
Utilizados en servidores para gestionar redes y recursos compartidos de forma ágil y eficiente, estos sistemas están diseñados para manejar múltiples solicitudes de usuarios y garantizar la estabilidad y seguridad del entorno.
Estos sistemas están diseñados para ofrecer respuestas inmediatas a eventos externos, siendo esenciales en aplicaciones donde el tiempo de respuesta es crítico, como en sistemas de control industrial, robots y sistemas de tráfico aéreo.