Este voluntariado lo catalogo como una experiencia valiosa y significativa para mi vida ya que como maestra en formación fue una oportunidad para aprender sobre la educación rural, Una experiencia donde se obtuvieron nuevos conocimientos de las diferentes personas con las que se interactuó como los profesores, los estudiantes, familias y demás integrantes de la escuela.

A través de esta experiencia pude vivir los retos de muchos de los maestros rurales, como lo es caminar largas jornadas por caminos en mal estado, lo cual me hace sentir gran admiración por el esfuerzo que hacen los maestros para llegar a la escuela donde podemos notar que, a pesar de su cansancio, siempre tienen una buena disposición para dar las clases a sus estudiantes quienes los esperan con alegría.

Esta ha sido una oportunidad muy enriquecedora ya que a través de la formación que nos brindó el programa viva la escuela aprendí estrategias como lo fueron las tertulias literarias, grupos interactivos, extensión del tiempo y la teoría que la fundamenta la cual es el aprendizaje dialógico y el impacto que estas tienen en la escuela.

La educación rural es muy diversa, ya que en ella se encuentran estudiantes con distintos trasfondos culturales, económicos y sociales. Esta diversidad enriquece el ambiente educativo al aportar una variedad de perspectivas, haciendo posible un mayor intercambio de conocimientos.

El trabajo en equipo fue fundamental para el desarrollo de cada una de las actividades realizadas, cada una de las ideas fortaleció nuestro proceso como maestros en formación.