La observación y evaluación inicial del desarrollo infantil es un proceso sistemático que permite identificar cómo se están desenvolviendo los niños de 0 a 3 años en distintas áreas del desarrollo (motora, cognitiva, comunicativa, socioafectiva y de autonomía).
A través de herramientas sencillas como fichas observacionales, indicadores de alerta y un cuaderno de registro evolutivo, los docentes y especialistas pueden detectar avances, dificultades o señales de riesgo, permitiendo una intervención oportuna y adaptada a las necesidades de cada niño.
Permiten registrar de manera periódica y clara si el niño realiza, está en proceso o no realiza ciertos hitos del desarrollo en contextos naturales (juego, interacción, rutinas).
Documento individual donde se recopilan observaciones cualitativas, avances y respuestas del niño a diferentes estímulos y actividades, permitiendo un seguimiento personalizado a lo largo del tiempo.