En Estudio Dental y Salud Bleda nos preocupamos por la salud dental de los más pequeños, a través de tratamientos adaptados a las características específicas de su dentadura.
Ahora con el Programa de Salud Bucodental Infantil (PADI) incluimos algunos tratamientos gratuitos para niños entre 6 y 9 años con la tarjeta sanitaria de la Región de Murcia.
La odontopediatría es una rama de la Odontología que atiende y trata las distintas enfermedades bucodentales desde la infancia más temprana hasta finalizar el crecimiento. Por tanto, el odontopediatra se encargará de explorar la cavidad oral del menor y detectar posibles anomalías en la dentición temporal (dientes de leche), así como de aplicar un procedimiento y un tratamiento individualizados.
La finalidad de la odontopediatría es evitar que los niños padezcan problemas más graves en la edad adulta. Durante su infancia, padres o tutores, con la ayuda del dentista, son responsables de transmitir al pequeño unos correctos hábitos de higiene para asegurar un estado bucodental saludable en el futuro.
Cuando hablamos de tratamientos pulpares, nos referimos a dos técnicas concretas: la pulpotomía y pulpectomía.
La pulpotomía en niños consiste en limpiar de caries el diente afectado y retirar la pulpa ya dañada. Con un medicamento especial, se rellena el hueco y se coloca la funda de níquel que permite la correcta masticación.
Esta técnica es adecuada cuando se presenta una inflamación mínima y reversible.
Si la inflamación es crónica o aparece necrosis, será necesario llevar a cabo una pulpectomía. Esta técnica de odontología pediátrica se aplica en niños que sufren una inflamación dental crónica o necrosis en la pulpa radicular. En dientes de leche el objetivo principal del tratamiento es la reparación de la pieza, aproximadamente a los 6 meses, a través de la extracción total de la pulpa dental.
Los dientes de leche presentan un menor grosor de esmalte y dentina, así como una cavidad pulpar mayor que los dientes adultos. Nos referimos al espacio que existe en el interior del diente. Por ello, los problemas dentales como las caries son más habituales en edad infantil.
Nuestra especialista en odontopediatría aplica tratamientos pulpares que previenen y frenan el avance de las caries dentales, evitando que provoquen dolor o necrosis pulpar en los dientes de los niños. Nuestro principal objetivo es conservar la pieza dental primaria, contemplando como última opción su extracción.
La caries es una enfermedad multifactorial que se caracteriza por la destrucción de los tejidos duros del diente como consecuencia de la desmineralización provocada por los ácidos que genera la placa dental.
Las bacterias que se encuentra de manera natural en la boca se alimentan de los restos de alimentos acumulados sobre las superficies de los dientes, liberando ácidos que con el tiempo destruyen las capas de tejidos dentarios.
Cuando no se trata en el momento adecuado, pueden comenzar a formarse pequeñas cavidades, que con el paso del tiempo pueden hacerse más profundas, logrando llegar a las capas más internas del diente. Este lento proceso es totalmente indoloro hasta el momento en el que alcanza el nervio.
Por muy elevada que sea la dureza del esmalte dental, la acción de las bacterias que forman la placa bacteriana, y los desechos que liberan, van dañando el esmalte de manera irreversible. Esto puede orrir tanto el los dientes definitivodefinitivos como en los dientes de leche de los niños.
Según una Encuesta Nacional sobre Salud Oral en la población infantil, la prevalencia de caries en los dientes temporales es del 36%.
Conocida como caries de biberón, la acción de la placa bacteriana pued3 comenzar con la salida de los primeros dientes de leche en el bebé lactante. Es una enfermedad asociada a la ingesta frecuente de azúcares y se relaciona sobre todo con el mal hábito de dormir con el biberón en la boca. Este tipo de daño en el esmalte dental pueden producirse en los niños con edades comprendidas entre los 6 meses y los 5 años.
En niños mayores, tal y como se ha com3ntaeo anteriormente, la caries se produce por la confluencia de varios factores:
La presencia de bacterias productoras de ácidos en la boca.
La susceptibilidad del esmalte dental.
El consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono tales como dulces, bebidas azucaradas y otros.
La calidad de la higiene oral.
Todo ello puede provocar un estado idóneo para la propagación de las bacterias que producen los ácidos que deshacen el esmalte del diente.
La formación y actividad de la placa bacteriana sobre los dientes no son fáciles de detectar a simple vista. Normalmente es el dentista quien diagnostica la caries en niños mediante las revisiones periódicas.
Si son los padres los que la descubren, ya suele ser tarde porque esto significa que la caries se encuentra en un estado muy avanzado.
La primera señal es la aparición de un cambio de color en el diente que se vuelve blanquecino y sin brillo. En una fase más avanzada, se observa un borde amarillo, marrón o negro a nivel de la zona careada y en la fase más visible, aparece la pérdida de sustancia y rotura del esmalte dental.
Cuando la caries infantil se presenta con un color oscuro en el diente, aparición de mal aliento e incluso dolor en la pieza dental, puede ser señal de que ha alcanzado el nervio o está a punto de llegar a la pulpa del diente.
La primera señal es la aparición de un cambio de color en el diente que se vuelve blanquecino y sin brillo. En una fase más avanzada, se observa un borde amarillo, marrón o negro a nivel de la zona cariada. En la fase más visible, aparece la pérdida de sustancia y rotura del esmalte dental.
El avance de las caries suele ser muy lento, por este motivo es tan importante hacer una visita periódica al dentista para poder detectar cualquier daño en su estado incipiente. Aunque los dientes de leche de los niños son provisionales, su estado de conservación influye sobre la salud de los dientes definitivos que saldrán a medida que se vayan mudando los provisionales.
Son muchos los factores que influyen en la formación de la caries en dientes de leche. Sin embargo, el principal, y el más común en la mayoría de las caries en los niños, es una deficiencia en la higiene bucodental.
No hacer una limpieza de dientes y encías después de cada comida, o hacerla de manera incorrecta, proporciona el medio idóneo para que las bacterias de la boca puedan desarrollarse y formar la placa bacteriana. Los restos de comida y bebida sirven de alimento para su crecimiento.
Los dientes de leche tienen una menor protección que los dientes de los adultos, pues sus cavidades pulpares (donde habita el nervio) son más amplias, por lo que sufren mayor riesgo de verse afectados gravemente.
Además de esto, el consumo de alimentos ricos en azúcar es otro factor determinante en la caries infantil. Los azúcares simples son consumidos por las bacterias, favoreciendo la liberación de ácidos que dañan el esmalte.