Érase una vez... un cuento científico

Somos un equipo de científicas y científicos internacional de diferentes instituciones y campos de especialización. Aunque trabajamos principalmente en centros en Bremen y Bremerhaven, cooperamos con otras científicas y científicos en el extranjero y con escritoras, escritores y artistas. Nuestro objetivo es comunicar conocimiento científico a través de cuentos y promover intercambio entre el mundo científico y el público no especializado. Hemos escrito relatos breves relacionados con nuestros campos de investigación: el ámbito marino, el cambio climático, la importancia de los mares y océanos, el descubrimiento, la protección y el uso de recursos naturales. Esperamos que nuestras historias interesen a grandes y peques.

Fase 1: Volumen I

lanzado en septiembre de 2017

La primera fase tuvo lugar en el marco del «Año Científico 2016/17: Mares y Océano» (Wissenschaftsjahr 2016/17: Meere und Ozeane) gracias a la financiación de la iniciativa Ciencia en Diálogo (Wissenschaft im Dialog) y el Ministerio de Educación y Ciencia de Alemania (Bundesministerium für Bildung und Forschung, BMBF) a través del concurso «¡Muestra tu investigación!» (Hochschulwettbewerb - Zeigt eure Forschung!). Nuestro proyecto «Érase una vez» fue uno ¡de los tres ganadores del concurso!

Fase 1: Volumen II

lanzado en febrero de 2021

Motivados por la entusiasta acogida del Volumen I por parte de diferentes comunidades, decidimos continuar nuestra aventura de escribir historias con contenido científico. La asociación de Científicos Españoles en la República Federal Alemana (CERFA) en combinación con la fundación Ramón Areces nos concedió financiación para crear el Volumen II (Funding date April 2019).

Equipo

Volumenes I & II: 2016-2020 (Fases 1 y 2)

Las fotos de grupo y de miembros con el mismo formato fueron tomadas por V. Diekamp/MARUM, las demás facilitadas por la persona

Hadar Elyashiv

Soy geóloga marina de Israel y estoy haciendo mi doctorado entre MARUM (Universidad de Bremen, Alemania) y la Universidad de Haifa (Israel). De niña, cada vez que iba al mar sentía una enorme curiosidad por saber qué me depararía cada visita. Hoy en día, como joven investigadora me fascinan la complejidad de los procesos que ocurren desde en las costas hasta las partes más profundas de nuestros océanos.

Como investigadora de doctorado tengo la oportunidad de estudiar algunos de estos procesos desde la perspectiva de las pequeñas partículas que yacen en el fondo del mar —la arena y el barro. Mi estudio se centra en los procesos de iniciación y transporte de los deslizamientos de tierra en el mar. Durante un deslizamiento de tierra, una masa de material se mueve hacia abajo debido a la gravedad. Cuando esto ocurre en el entorno marino (= deslizamientos de tierra submarinos) puede de mucha más magnitud que los deslizamientos que ocurren en el entorno terrestre. Aunque pueda parecer que tales procesos ocurren muy lejos en el fondo del mar, son un gran peligro en potencia para las vidas humanas ya que pueden generar tsunamis destructivos que llegan a las costas y afectan a sus ciudadanos. En cuanto al cambio climático causado por la humanidad, se ha propuesto que uno de sus efectos junto con la subida del nivel del mar es que los deslizamientos de tierra marinos pueden aumentar y, por lo tanto, poner en peligro inmediato la vida de miles de personas.

Contar cuentos es quizás la forma más antigua y simple de difundir información de boca en boca. Al comunicar nuestra ciencia queremos aumentar la conciencia sobre los cambios que nuestro planeta está experimentando, pero no lo queremos hacer a través del miedo. Más bien deseamos explicar procesos que ocurren en nuestro planeta y sus océanos para que todo el mundo los entienda y los encuentre tan interesantes y emocionantes como los encontramos los científicos y científicas.

Gema Martínez Méndez

Érase una vez la humanidad era totalmente consciente de ser un componente de la Naturaleza, de ser parte de un todo. Érase una vez la humanidad empezó a hablar de sí misma y de la Naturaleza como dos entidades separadas. Al participar en este proyecto me gustaría contribuir a que la humanidad recupere la conciencia de ser un componente del sistema terrestre. Provocamos un impacto en la Naturaleza, y la Naturaleza tiene un impacto en nuestras vidas. Esto es particularmente relevante hoy en día en lo que respecta al cambio climático provocado por la humanidad. Con las nuevas tecnologías y posibilidades de comunicación, el público no especializado es bombardeado con información y desinformación. Esta serie de historias tiene como objetivo aclarar algunos aspectos del cambio climático actual y construir puentes entre el conocimiento científico y el público laico. Cuando esto se logre, más humanos se sentirán parte de la Naturaleza y buscarán un equilibrio entre su bienestar y el uso excesivo de los recursos.

Mis principales intereses científicos están relacionados con la circulación oceánica y los cambios climáticos pasados y presentes. Para mis investigaciones he utilizado indicadores indirectos de las propiedades del agua en el pasado (los llamamos «proxies») obtenidos de la composición química de las conchas fósiles de foraminíferos (organismos unicelulares) y de restos de algas unicelulares. He trabajado en la Universidad de Barcelona, en la Universidad Autónoma de Barcelona, en el Centro de Ciencias del Medio Ambiente Marino MARUM y en el Instituto Alfred Wegener de Investigaciones Polares y Marinas (AWI). En este momento estoy cambiando mi foco hacia el campo de la sostenibilidad.

Denise Müller-Dum

Soy una difusora científica y escritora basada en Bremen. Mi áreas de conocimiento abarcan la física ambiental, la biogeoquímica y la ética. Obtuve mi doctorado en geociencias en 2015 y continué investigando como investigadora postdoctoral en el Instituto de Física Ambiental de Bremen. Mi motivación para unirme a OUAT en 2016 fue mi pasión por la escritura combinada con mi formación como investigadora medioambiental. En 2020, dejé el mundo académico para convertirme en difusora científica a tiempo completo, y ahora explico a diario diversos temas científicos en formato impreso, audio, vídeo y online. También he publicado varios libros y cuentos para niños, todos ellos relacionados con la investigación y la sostenibilidad ambiental. Pues ver más sobre mí aquí: www.muellerdum.net o @dmuellerdum en Instagram/Twitter.

Sandy Böhnert

La influencia humana en el medio ambiente, por ejemplo la deforestación y la minería contaminando ríos, ha variado mucho en intensidad y distribución geográfica a lo largo de la historia. El Mar del Norte ha experimentado una intensificación continua en el impacto antropogénico desde las primeras actividades mineras (aproximadamente 1000 a. d. n. e.). En contrapartida, el impacto antropogénico en los ecosistemas costeros de Nueva Zelandia está influenciado mayoritariamente por las dos principales etapas de asentamiento: la llegada de los polinesios (finales del siglo XIII) y la de los europeos (1840 d. n. e.). No obstante, ambas regiones han sufrido cambios ambientales importantes, la utilización de las zonas costeras para asentamientos, la industria, el turismo, etc. Otros mecanismos desencadenantes de la variabilidad ambiental son las variaciones climáticas como la Pequeña Edad de Hielo (1350-1850 d. n. e.) y el calentamiento global del siglo XX. Los sedimentos marinos registraron estos cambios y proporcionan archivos del desarrollo a largo plazo de los ecosistemas marinos. Mi proyecto de doctorado se centró en comparar una región de presunto alto impacto antropogénica (el mar del Norte) con una región de bajo impacto antropogénico (Nueva Zelanda) a fin de proporcionar un marco que permita una mejor evaluación de la línea de base en la que podrían incidir futuros efectos.

Mi motivación personal para participar en este proyecto de comunicación científica es mostrar que los científicos no son «gente rara» que trabaja en temas que nadie puede entender. La ciencia no es fácil, pero tampoco es imposible de entender. Creo que si logramos hacer que más gente entienda, contribuiremos a que más gente se interese y preocupe por el planeta. Espero que con nuestras historias logremos despertar más interés y conciencia hacia nuestro medio ambiente.

Dharma Reyes Macaya

«Érase una vez una niñita que jugaba en la playa de su ciudad natal con los organismos marinos, rocas y sedimentos, admirando la belleza del océano».

Soy Bióloga de formación en Chile y ahora mismo estoy terminando mi doctorado en el MARUM (Universidad de Bremen, Alemania). Durante los primeros años de mi carrera investigadora, he estudiado la ecología de unos microorganismos que se llaman radiolarios y foraminíferos. Durante el último año de mi pregrado y mis estudios de maestría, me fascinaron la circulación oceánica, el cambio climático, la química del agua de mar y la micropaleontología. Estoy ahora estudiado las distribuciones de masa de agua oceánicas en el sudeste y el Pacífico ecuatorial. Esta etapa de mi vida ha abierto en mi corazón una pasión sin precedentes y me da la posibilidad de trabajar con gente estupenda: mis mentores, colegas y amigos.

Actualmente, mi principal interés científico es tratar de comprender los cambios pasados en la distribución y las características hidrológicas de la masa de agua que alimenta la zona mínima de oxígeno del Pacífico suroriental. Este tema es una pequeña parte de una línea de investigación mucho más grande que generaciones de investigadores llevan desarrollando durante años en todo el mundo. Son muchos los investigadores e investigadoras que tratan de comprender las variaciones en la desoxigenación del océano (la pérdida de oxígeno por parte de los océanos) durante el pasado.

Hace ya muchos años que la comunidad científica se ha dado cuenta de que informar e involucrar al público en la investigación es importante para promover la comprensión, valoración y conservación del medio ambiente. El proyecto «Érase una vez» es una plataforma excelente para aunar ciencia y comunicación, incluir una perspectiva intercultural e incorporar el arte y la literatura para comunicar ciencia.

Fase 1: Volumen I

Vol. I en alemán, inglés y castellano 2016/2017

chino y filipino 2019, portugués 2020

más tranducciones en curso

Fase 2: Volumen II

Vol. II en alemán, inglés y castellano 2019/2020

eventos de lectura. marketing, 2017-2020,

tranducciones en curso

Haozhuang Wang

Terminé mi doctorado en febrero de 2020 en MARUM (Universidad de Bremen). Mi proyecto de doctorado me llevó a conocer unas criaturas marinas fantásticas: los corales de agua fría, en particular las dos especies formadoras de arrecifes: Lophelia pertusa y Madrepora oculata. Estos corales están distribuidos por todo el mundo y proporcionan hábitats para una gran variedad de comunidades de fauna. Además, son capaces de formar enormes estructuras tridimensionales denominadas montículos de coral, y éstos proporcionan información sobre su pasado. En el Mar de Alborán, cerca de Melilla, se ha encontrado una nueva provincia de montículos de coral: living coral-barren. Pero aún sabemos muy poco sobre ella. es por ello que uno de los objetivos de mi estudio fue descifrar los factores que controlan el desarrollo de los montículos de coral en esa zona en escalas de tiempo geológicas.

La razón por la que me uní a este proyecto de comunicación científica es porque la contaminación de nuestro océano está empeorando, y es necesario tomar medidas para protegerlo. Para ello, en primer lugar, necesitamos compartir la idea de la protección del océano con los niños, que son el futuro de nuestro planeta y ayudar a que tomen consciencia de ello.En segundo lugar, es una buena oportunidad para que yo le cuente mi investigación al público. Los corales de agua fría son poco conocidos, son una parte importante del ecosistema oceánico, y necesitan ser protegidos. Me gusta compartir los nuevos conocimientos que hemos adquirido sobre los corales de agua fría, y espero que mi historia interese a niñas y niños de todo el mundo y les muestre que necesitamos proteger nuestro hogar: la Tierra y sus océanos.

Deborah Tangunan

Mi investigación se centra en la reconstrucción de la productividad pasada del Océano Índico tropical utilizando cocolitóforos, un grupo de diminutas algas haptofitas exclusivamente marinas. Estos organismos producen coberturas externas calcáreas con complejas ornamentaciones. Cuando mueren, los restos caen al fondo marino y se conservan en los sedimentos como fósiles. Mi trabajo se centra en la identificación, el recuento y el análisis geoquímico de estos microfósiles para interpretar los antiguos entornos y procesos representados por los sedimentos de mi zona de estudio. Me interesa la información que contienen estos registros y la historia que cuentan sobre el clima y los ciclos geoquímicos del pasado. Me interesa aprender cómo y por qué se mueven las masas de agua y cuándo lo hacen. Quiero saber cómo estos procesos afectan a la comunidad biológica. Además de su utilidad como trazadores paleoambientales y paleoceanográficos, también utilizo cocolitóforos en mis trabajos bioestratigráficos. Diferentes especies existieron y se extinguieron en diferentes períodos en el tiempo geológico, por lo que encontrarlos en núcleos o afloramientos sedimentarios me dice la edad de ese intervalo. Cada capítulo de la larga historia de la Tierra está siendo revelado por cada capa de sedimento que examino —es como descubrir un tesoro enterrado cada vez. Y ayudar a que esta historia sea comprensible y accesible para todos es la razón por la que quiero ser parte de este proyecto de comunicación científica.

Lina Madaj

Soy una investigadora polar y geoquímica de isótopos. En mi investigación hago reconstrucciones de la dinámica del casquete polar del oeste de Groenlandia. El casquete polar de Groenlandia es el depósito de agua dulce más grande del hemisferio norte y su evolución y los cambios en la contribución de ese agua dulce a los mares circundantes pueden tener un fuerte impacto en las corrientes oceánicas y, por lo tanto, en patrones climáticos mundiales.

Como investigadora del clima polar, considero la comunicación científica una herramienta esencial. Todos los cambios que ocurren especialmente en el Ártico pueden tener impactos directos en nuestra vida en las latitudes más bajas. Creo que es responsabilidad de la comunidad científica comunicar los hechos y hallazgos a todas las personas interesadas. Además de escribir en el blog de mi grupo de formación de investigadores, me uní al proyecto «Érase una vez» para promover las ciencias marinas y climáticas con un enfoque refrescante y directo. Dentro del proyecto soy parte del equipo de divulgación y medios sociales, apoyo en los eventos públicos y ayudo con las traducciones y la corrección de textos.

Eva Bischof


Iván Hernández Almeida

Soy de España y en el momento de la elaboración del libro 1 era un investigador postdoctoral en el MARUM - Universidad de Bremen. Ahora estoy en el ETH, Zürich. Estudio los sedimentos marinos para reconstruir los cambios climáticos y oceánicos del pasado en diferentes escalas de tiempo. Utilizo principalmente microfósiles marinos de organismos planctónicos para estudiar los cambios en la composición de las especies a través del tiempo como respuesta a los cambios en el océano y el clima. Por lo demás, me gusta la divulgación y la comunicación de las ciencias del clima. Estoy muy interesado en encontrar formas efectivas de comunicar la ciencia, y en particular la percepción general sobre el cambio climático y cómo debe ser presentada al público no académico. Creo que la educación y la sensibilización a través de la comunicación científica desempeñan un papel esencial en el aumento de las capacidades de adaptación al cambio climático y de mitigación del mismo de las sociedades humanas.

Christiane Schmidt

En el momento del desarrollo del libro 1 trabajaba como post-doc en MARUM, Uni Bremen. Estoy interesada en la adaptabilidad de los pequeños calcificadores marinos (foraminíferos) al cambio climático global. Los foraminíferos bentónicos son importantes productores de carbonato de calcio en los ecosistemas costeros. Estabilizan las costas y son importantes para los ecosistemas. Trabajo en ecosistemas naturales extremadamente cálidos —como el golfo Pérsico— y en zonas del Mediterráneo contaminadas térmicamente por el hombre. En ambas regiones las temperaturas locales superan los 35 °C en verano. En estas condiciones, la mayoría de los organismos que viven en simbiosis con microalgas, las pierden. Este proceso se llama blanqueamiento. En mi trabajo trato de encontrar respuestas sobre por qué determinados foraminíferos pueden soportar estos extremos. Como geoecóloga de formación, utilizo una combinación de métodos eco-fisiológicos y de huellas genéticas moleculares para comprender el destino de los foraminíferos en el océano futuro.

Mi motivación para hacer ciencia y comunicación es que encuentro divertido y gratificante cambiar mi perspectiva al participar en proyectos que no sean puramente de investigación. Además, obtengo una visión más amplia e interdisciplinaria sobre mis hipótesis de trabajo. Siento una profunda necesidad de comunicar al mundo los nuevos descubrimientos científicos. Casi todas las investigaciones se financian con dinero público y por lo tanto tiene sentido devolver a la sociedad ese conocimiento. Contribuyendo con mi tiempo a este proyecto espero concienciar sobre la belleza de la Madre Naturaleza y la necesidad de su conservación.

Mariem Saavedra Pellitero

Hasta el 2018 trabajé como investigadora postdoctoral en la Facultad de Geociencias de la Universidad de Bremen y desde entonces trabajo en la Universidad de Bristol. Mi formación científica es en Ciencias de la Tierra y Geología. Estudio los cocolitóforos (pequeñas algas haptofitas marinas) para reconstruir la paleoproductividad y los cambios paleoceánicos en diferentes escalas de tiempo, con vínculos reales a la ecología del paleoclima y el plancton. Mi proyecto actual se centra en los controles físicos y químicos que afectan a la biogeografía de los cocolitóforos existentes en el estrecho de Drake (océano Austral), así como en sus respuestas de calcificación ante los cambios ambientales recientes.

Con 4 años decidí que quería ser paleontóloga, y al final me he convertido en en micropaleontóloga. Me uní al proyecto multidisciplinario «Érase una vez» con la esperanza de transmitir mi amor y pasión por la «ciencia» al público no académico. La narración de cuentos y las ilustraciones son una forma excelente de concienciar sobre los problemas medioambientales (como el cambio climático antropogénico, la contaminación, la acidificación de los océanos, el agotamiento de recursos, etc.) que afectan tanto a los niños y niñas como a las personas adultas. Al tender un puente entre la ciencia y el arte, las generaciones futuras se sentirán inspiradas para comprender y proteger el medio ambiente en beneficio de todos nosotros.

Camila Neder

Soy bióloga graduada por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Argentina. Desarrollo mi investigación doctoral en el Instituto de Diversidad y Ecología Animal (IDEA-CONICET-UNC) de la UNC y en el Instituto Alfred Wegener de Investigaciones Polares y Marinas (AWI) de Bremerhaven. Mi investigación se centra en la distribución de animales bentónicos en la Antártida y en cómo se enfrentan al cambio climático actual con, en algunos casos, nuevas posibilidades de expansión, pero también con riesgos de extinción (pequeña diferencia de redacción, pero enormes implicaciones para los ecosistemas). Con el aumento de la temperatura del aire y el retroceso de los glaciares, el aporte de sedimentos a las zonas costeras es cada vez mayor. Esto, combinado con mi interés por la comunicación científica, me motivó a escribir la historia de Plumi. Me encanta el chocolate negro.

Célia Santos

Soy geóloga con una maestría en biología y ecología marina. Mi investigación de doctorado se centra en el estudio de los compuestos orgánicos relacionados con las diatomeas que se conservan en los sedimentos oceánicos y en cómo pueden utilizarse para obtener información sobre la dinámica del océano y el clima del pasado.

Aparte de mi trabajo científico, aprovecho toda oportunidad para hacer comunicación científica. Me parece una herramienta excelente para que la sociedad se comprometa a defender los derechos humanos y del medio ambiente, en concreto respecto al cambio climático actual y sus desafíos y consecuencias.

Creo que la alfabetización científica es un paso importante para una mejor comprensión de nuestra sociedad y nuestros ecosistemas y un importante motor para el cambio social, ya que puede hacer que las personas reflexionen y cambien hacia un modo de vida más sostenible.

Siendo apasionada por la interacción entre la ciencia y el arte, me encanta la naturaleza, las artes escénicas y reunir a la gente.

Valeriia Kirillova

Originaria de Rusia, estudié Química Analítica (Universidad Estatal de San Petersburgo) pero cambié a Ciencias Polares y Marinas para mi maestría. Tuve la suerte de participar en el programa internacional de maestría alemán-ruso POMOR (http://pomor.spbu.ru/), donde me introdujeron en los sistemas científicos alemanes y europeos, así como en el tema nuevo para mí: la investigación polar. Me fascinó el Ártico y todo lo que estaba conectado a las ciencias marinas y no podía imaginarme a mí misma eligiendo otro camino. Así es como terminé en Bremen trabajando en mi proyecto de doctorado en MARUM. Logré combinar mi pasión por las ciencias polares y mi experiencia geoquímica analizando isótopos radiogénicos (Sr, Pb, Nd) en los sedimentos marinos de la Bahía de Baffin para reconstruir los patrones paleoclimáticos y la extensión de la capa de hielo de América del norte durante la última deglaciación. No solo tuve la suerte de trabajar en este apasionante tema, sino que también gané en la lotería de los doctorandos: el proyecto formaba parte de la escuela de postgrado ArcTrain, un programa de formación para jóvenes investigadores polares. Creo que formar parte de la escuela de postgrado proporciona numerosos beneficios a los estudiantes: entrenamientos científicos y de habilidades sociales, salidas de campo, reuniones conjuntas y conferencias, y al final —para mí el resultado más gratificante— una amplia red internacional de profesionales y amigos de la ciencia ártica.

Durante mi doctorado empecé a conocer otro lado del mundo de la ciencia —el lado de la comunicación, la divulgación y la gestión. Poco a poco empecé a involucrarme: trabajando en el Blog de ArcTrain, en el folleto de divulgación... Cuando descubrí el proyecto «Érase una vez» no pude sino involucrarme. Me di cuenta de que, aunque me sigue gustando la ciencia en sentido estricto, esto es lo que más me gusta hacer: mejorar la comunicación entre los científicos y entre el mundo de la ciencia y el mundo público, «correr la voz». Por lo tanto, ahora, después de terminar mi doctorado, intento con ilusión desarrollar este interés en una carrera profesional.

Creo que escribir historias, que pueden mostrar a los niños y niñas (¡y a los adultos y adultas!) cómo funciona nuestro mundo y lo que hacen los científicos, puede encender su interés y es uno de los mejores métodos para llegar a la gente e involucrarla en esta aventura de estudiar nuestro planeta. Siempre hay más que podemos hacer, pero estoy segura de que este proyecto es ¡un buen comienzo!

Chelsea Korpanty

Como paleoecóloga, he investigado las asociaciones de invertebrados marinos modernos, subfósiles y fósiles, desde los hábitats de praderas marinas templados hasta los arrecifes de coral tropicales de aguas someras y los ecosistemas de coral de aguas profundas. Actualmente mi investigación se centra en la taxonomía y el análisis ecológico de los corales solitarios de agua fría del Pleistoceno de la plataforma noroeste de Australia. Estos corales se recuperaron con testigos de sedimentos durante la Expedición 356 del Programa Internacional de Descubrimientos Oceánicos (IODP), y representan el primer registro fósil sustancial de corales solitarios de aguas profundas del Cuaternario de la región.

Creo que cuanto más entienda un individuo sus ecosistemas locales y globales, más respetará y reconocerá su papel en ellos, y en última instancia su responsabilidad. Al comunicar nuestra ciencia a través de historias, esperamos informar e incitar simultáneamente la curiosidad y el entusiasmo de nuestros lectores sobre el océano y su medio ambiente mundial.

Ameris Ixchel Contreras Silva

Estoy haciendo mi doctorado en el Centro Leibniz de Investigación Marina Tropical (ZMT) de Bremen. Mis intereses científicos incluyen la ecología de arrecifes de coral, la ecología espacial y las interacciones ecológicas, así como las interacciones socio-ecológicas. Estoy especialmente interesada en determinar cómo afectan o alteran las comunidades de los arrecifes de coral los impactos humanos y específicamente estoy investigando cómo ciertos factores de estrés (la contaminación, el desarrollo costero o la tala de manglares) afectan a los arrecifes de coral en el mar del Caribe mexicano. Soy licenciada en Hidrobiología por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de la Ciudad de México y tengo una maestría en Geomática Aplicada por el Centro de Investigación en Geografía y Geomática (CentroGeo), Ciudad de México. Allí me apasioné por la cartografía espacial y temporal de ecosistemas naturales con teledetección. Disfruto comunicando ciencia a través de historias, teatro, música y mapas.

Leonardo Tamborrino

Soy un geólogo italiano y el título de mi proyecto de doctorado es «Distribución espacio-temporal de los corales de aguas frías en el Atlántico Suroriental». Los corales de aguas frías son los ingenieros de los grandes ecosistemas de las profundidades marinas y forman oasis de biodiversidad únicos a lo largo de la mayoría de los márgenes continentales del mundo. En los últimos años se ha hecho evidente que los corales de aguas frías a menudo construyen importantes elevaciones del suelo marino conocidas como montículos de corales de aguas frías. Estos montículos también pueden servir como paleoarchivos de los cambios del entorno así como del desarrollo de los propios corales. Utilizando material recuperado en los márgenes continentales de Namibia y Angola durante la expedición M122 (2016), mi proyecto tiene por objeto reconstruir el desarrollo de los corales de aguas frías en esta región en respuesta a las condiciones ambientales cambiantes del último ciclo glacial-interglacial.

Desde que empecé mi carrera académica, mi primer objetivo ha sido hablar de mi pasión por la geología y explicarla a personas y amigos de diferentes orígenes culturales. Considero que la investigación y el estudio, principalmente cuando el tema tiene importancia global, son baldíos sin una comunicación eficiente. «Érase una vez» es una buena oportunidad para informar a más gente y hacer que se interesen por nuestro fascinante e interesante mundo azul.

Pamela Rossel

Mi área de investigación es la geoquímica orgánica, en la que trabajo desde 2001. Durante mi carrera he analizado muestras de diferentes y excitantes ambientes marinos incluyendo: bio/geosistemas de metano, el profundo Océano Ártico, sistemas de ventilación hidrotermal, los fiordos chilenos y el Golfo de México después del derrame de petróleo en el horizonte de aguas profundas. Estoy interesada en la identificación de las moléculas que pueden estar relacionadas con los procesos biológicos que afectan el flujo de materia y energía en los ambientes marinos y lo que estas moléculas pueden decirnos sobre estos sistemas vivos.

Como científica y también como madre, reconozco la necesidad de transmitir parte de lo que he aprendido sobre las ciencias de la tierra a mis hijos, pero también a otras personas. La oportunidad de explorar y aprender cómo comunica la ciencia como parte de este equipo es una gran oportunidad que nos permite integrar nuestro conocimiento de una variedad de disciplinas y comunicarlo en un contexto amigable, lo cual creo que es una tarea importante para nosotros y la mejor manera de educar a las futuras generaciones sobre cómo ser conscientes de nuestro medio ambiente.

Rodrigo da Costa Portilho Ramos

Soy paleoceanógrafo (un oceanógrafo de los océanos del pasado) y experto en foraminíferos planctónicos y en geoquímica. Actualmente trabajo en el Centro de Investigación Medioambientales Marinas MARUM de la Universidad de Bremen. Mi investigación tiene como objetivo entender mejor los ecosistemas de corales de aguas frías del océano Atlántico y del mar Mediterráneo y su relación con cambios climáticos pasados. Soy licenciado en Biología/Ciencias de la Vida por la universidad UNI-RIO de Brasil, y tengo una maestría y un doctorado en geociencias por la Universidad UFF de Brasil. Escribí la historia «Mi vida, tu vida» para este libro con el apoyo y contribuciones de mi compañera de vida no académica Sonja.

Sonja Böske da Costa

Soy diplomada en gestión de la comunicación y traductora jurada (alemán-inglés). He trabajado como traductora científica y legal de forma ocasional durante varios años y estoy encantada de haber contribuido ahora a la difusión científica.

Sabrina Hohmann

Al haberme visto atrapada en estudios climáticos y de micropaleontología marina desde el primer semestre de mi licenciatura, decidí sumergirme más profundamente en este campo de investigación haciendo un doctorado en el MARUM. Investigo sobre el cambio climático mediante el análisis de los ecosistemas y su respuesta a las condiciones ambientales cambiantes.

Desde el comienzo de la revolución industrial, el CO2 atmosférico ha aumentado alrededor de 100 ppm debido al aumento de las emisiones de dióxido de carbono antropogénico. La preocupación por el aumento de la proporción de gases de efecto invernadero ha aumentado durante las últimas décadas porque los cambios en la concentración de CO2 atmosférico y la temperatura del aire en la superficie están estrechamente relacionados. Los océanos pueden almacenar grandes cantidades de dióxido de carbono y actuar como reservorio de carbono, es por ello que el aumento del CO2 atmosférico solo refleja alrededor del 70 % del total del gas agregado antropogénicamente. Una gran parte del resto ha sido absorbido por los océanos. Teniendo esto en consideración, nos podemos dar cuenta de que incluso pequeños cambios en el reservorio oceánico o en sus fuerzas motrices pueden tener un impacto significativo en la concentración de dióxido de carbono atmosférico. Para determinar los impactos, la amplitud y las fuerzas motrices de esos cambios, es necesario comprender el ciclo del carbono a nivel planetario. Dado que la producción primaria marina es una parte importante y un mecanismo de control del ciclo del carbono marino, es esencial comprender las respuestas de los ecosistemas marinos, es decir, la bioproductividad oceánica.

Tan importantes como las respuestas bióticas a las condiciones ambientales cambiantes, también lo son las respuestas de la humanidad a nuestro actual cambio climático mundial. El futuro de nuestro planeta depende más que nunca de las decisiones políticas relativas a la protección del medio ambiente y por eso es una tarea esencial comunicar al público la problemática del actual cambio climático. Es muy importante explicar los mecanismos y las reacciones que desencadenan un clima cambiante y sus consecuencias. Decidí unirme al proyecto «Érase una vez» porque representa una gran oportunidad para transmitir este tema a personas que no suelen estar involucradas en este asunto. Especialmente las niñas y niños tienen una mente abierta y curiosa a nuevos conocimientos cuando se comunican de manera adecuada. Contar una historia fácil de entender crea un conocimiento fácil de recordar y crea conexión con el cuentacuentos, lo cual es esencial para despertar empatía por un tema. Dado que son la generación que tendrá que lidiar con las consecuencias del cambio climático, deberíamos usar proyectos como «Érase una vez» para familiarizar a nuestros infantes con este desafío.

Martina Hollstein

Hice mi doctorado como parte de un proyecto del MARUM enfocado en desentrañar el papel del océano y el clima en el océano Pacífico occidental tropical. Esta región es interesante porque las temperaturas del océano allí son muy altas. Enormes cantidades de calor y vapor de agua son transportadas a la atmósfera con impactos para el clima mundial. Además, las aguas del Pacífico fluyen hacia el océano Índico a través del llamado pasaje de Indonesia. Este pasaje se considera un componente importante del sistema de circulación oceánica global y es importante para la regulación de la salinidad y los balances de calor de los océanos Pacífico e Índico. Con estos antecedentes, mi estudio pretende investigar la influencia de las masas de agua del Pacífico Sur en el pasaje de Indonesia, y su posible interacción con el hidroclima del Pacífico occidental durante el pasado. Utilizo proxies geoquímicos como ratios de elementos en las conchas de foraminíferos planctónicos. Los foraminíferos planctónicos son organismos diminutos que viven en la columna de agua. La composición de su concha depende de parámetros como la temperatura o la salinidad. Cuando los foraminíferos mueren, sus conchas se entierran en el sedimento del fondo marino, que podemos recuperar para analizar la composición de la concha.

Estoy convencida de que es importante que más gente tenga una comprensión básica sobre los océanos y el cambio climático. Historias emocionantes tienen el poder de llegar a la gente y transmitir hallazgos científicos a la sociedad. Para mí, este proyecto es una gran oportunidad para aprender cómo podemos hacer comprensible la ciencia.

Guilherme Abuchahla

Estoy haciendo mi doctorado en el Centro Leibniz de Investigaciones Marinas Tropicales (ZMT) de Bremen. Tengo una maestría en Gestión Ambiental del Instituto de Investigación de Ecosistemas de la Universidad Christian-Albrechts de Kiel y una licenciatura en Biología de la Universidad Presbiteriana Mackenzie, São Paulo, Brasil. Dibujar es una fuente de escape y relajación para mí así como un formato diferente para comunicar mi ciencia.

Rebecca Borges

Érase una vez que el famoso físico Albert Einstein se enfrentó a una preocupada mujer que buscaba consejo sobre cómo criar a su hijo pequeño para que se convirtiera en un científico de éxito. Concretamente, quería saber qué tipo de libros debía leerle a su hijo.

—Cuentos de Hadas —Einstein respondió sin dudarlo.

—Bien, pero ¿qué más debería leerle después de eso? —preguntó la madre.

—Más cuentos de hadas —dijo Einstein.

—¿Y después de eso?

—Aún más cuentos de hadas —respondió el gran científico, y agitó su pipa como un mago pronunciando un final feliz para una larga aventura.

Jack Zipes, Rompiendo el Hechizo Mágico: teorías radicales del pueblo y las fábulas (1979)

En nuestro planeta se producen diariamente suficientes datos para llenar 5 millones de ordenadores portátiles. ¡Es muchísimo! Pero, ¿cuánto de eso necesitamos realmente aprender? Como ecóloga marino, y como habitante de la Tierra, creo que los temas ambientales son una de las lecciones más urgentes que hay que enseñar y aprender. Y no sólo entre las personas de ciencia: cada persona de este planeta tiene el derecho de entender, discutir y contribuir al cuerpo de conocimiento y a las decisiones que tomamos sobre nuestro medio ambiente. Nuestras acciones de hoy darán forma a nuestro hogar mañana, y ya es hora de empezar a actuar. ¿Y qué mejor manera de difundir información e invitar a la acción que una historia?

Estoy agradecido y emocionado de participar en el proyecto Érase una vez, y espero que os unáis a nosotras y a nosotros y os divirtáis en esta aventura tanto como yo!

Lara Jacobi

Estudié Geociencias Marinas y una maestría en Geociencias en la Universidad de Bremen. Actualmente, estoy trabajando en mi doctorado en GEOMAR, Kiel en el campo de la paleoceanografía. La composición de la concha de los foraminíferos (por ejemplo, la composición de isótopos estables de carbono y oxígeno) depende de parámetros relacionados con el clima, como la temperatura. Por eso, los foraminíferos se utilizan a menudo para estudiar las variaciones climáticas. En mi proyecto, investigo las influencias de las condiciones del agua en la composición de la concha de los foraminíferos con el fin de apoyar futuras investigaciones sobre el cambio climático basadas en los datos obtenidos de estos organismos.

Estoy muy contenta de formar parte de la comunidad científica, y siempre estoy encantada de compartir lo que se sobre temas como el cambio climático con otras personas. Mientras trabajaba en un proyecto anterior de relaciones públicas, me di cuenta del gran interés que existe en el público por las ciencias oceánicas y climáticas. Sin embargo, solo si se comunica de manera adecuada, la gente puede entender nuestra ciencia. Es importante incluir también a los niños y niñas en los proyectos de comunicación científica. Siempre tienen curiosidad por aprender más sobre el mundo que les rodea y serán ellos y ellas quienes tengan que lidiar con las consecuencias de nuestro cambiante medio ambiente. Leyendo las emocionantes historias de «èrase una vez» aprenderán sobre nuestro planeta, los océanos y el impacto que los humanos pueden tener en estos sistemas. De esta manera espero que promovamos la conciencia de los niños y niñas y de sus madres y padres sobre el medio ambiente.

Vicente Durán Toro

Soy de Chile. Estudié Bioquímica en la Universidad de Chile y también obtuve mi Maestría en Bioquímica Aplicada en la misma institución. En 2016 comencé mi proyecto de doctorado en el MARUM, Universidad de Bremen. Mi investigación se centra en la generación biológica y no biológica de nanopartículas metálicas en sistemas hidrotérmicos marinos de poca profundidad. La importancia de los metales en el medio marino y su influencia en las comunidades microbianas locales me alentó a realizar estudios de posgrado en ciencias oceánicas a fin de comprender mejor y ayudar a las zonas contaminadas por elementos tóxicos (por ejemplo metales como el arsénico).

Para mí, proyectos como «Érase una vez» son importantes para la ciencia. La generación de nuevos conocimientos en diferentes campos de investigación no es suficiente. Se deben realizar esfuerzos adecuados por parte de las comunidades científicas para aportar información de forma realista, sencilla e interesante para cada persona, familia, escuela o institución y así implementar cambios que ayuden a preservar nuestros ríos, lagos, mares y océanos.

Belén González Gaya

Soy una ambientóloga centrada en la química ambiental que fluye entre la biología, la ecotoxicología y la química analítica para estudiar los efectos y la presencia de contaminantes en los ecosistemas acuáticos. Tras mi doctorado en el IDAEA-CSIC de Barcelona (donde conocí a Maria, la coautora de nuestro cuento) acerca de la Presencia de Contaminantes Orgánicos Persistentes en el Océano Global, que incluyó una circunnavegación por los océanos Atlántico, Índico y Pacífico, he extendido mi investigación a las diferentes fuentes de contaminación antropogénica que los afectan; como el transporte a larga distancia, la acuicultura o las plantas de tratamiento de aguas en sucesivos contratos postdoc en el IQOG-CSIC (Madrid), el IMDEA Agua (Madrid) y la Estación Marina de Plentzia de la Universidad de País Vasco, donde continuo mi carrera investigadora hasta el momento. Uniendo herramientas de la biología (bioensayos, genética, ecología de poblaciones) y la química ambiental, intento desenredar las complejas relaciones entre la contaminación química y las respuestas naturales de los organismos y los seres humanos.

¡Pero la ciencia no se acaba hasta que no se comunica! Así que la divulgación y comunicación científica también ocupan mi tiempo, incluyendo incluso contar cuentos. El público joven es nuestra esperanza para el futuro, así que si podemos convencerlos de que podemos salvar al Planeta, quizá aun tengamos alguna oportunidad.

Maria Vila Costa

Soy investigadora en química ambiental y genómica ambiental y conocí a Belén en el Instituto de Evaluación Ambiental e Investigación del Agua (IDAEA-CSIC), España, donde desarrollamos el trabajo científico que ahora se ha transformado en este cuento infantil.

Yang Yang Liu

Participé en este proyecto mientras trabajaba en mi doctorado en el AWI y en el Departamento de Biología y Química-FB2 de la Universidad de Bremen. Mi área de investigación es la óptica oceánica. Durante mis primeros años de estudio en China, me centré en las propiedades ópticas del fitoplancton y la materia orgánica disuelta coloreada en el océano costero chino. Son la base de la detección y predicción a distancia de la concentración de clorofila-a marina, la estructura de la comunidad de fitoplancton y el carbono orgánico disuelto. Mi proyecto de doctorado se centra en la evaluación del impacto del cambio climático en el fitoplancton del Estrecho de Fram. Actualmente me dedico a generar un conjunto de datos de alta resolución sobre la concentración de clorofila-a para el Estrecho de Fram a partir de sensores ópticos in situ —como el espectrómetro de atenuación de absorción (AC-S), el fluorímetro de clorofila-a de caja de transbordador y los vehículos submarinos autónomos (AUV)— en combinación con datos de sensores de satélites de color del océano como son MODIS-Aqua, MODIS-VIIRS y OLCI.

Participar en este proyecto de comunicación científica es importante. Durante años he notado que la especialización en cada área de investigación marina no hace fácil la comprensión de las otras áreas de estudio por parte de los «expertos en oceanografía», sin mencionar las dificultades para el público laico. Además, hay muy pocos trabajos escritos en un lenguaje comprensible para una persona «externa». Durante mucho tiempo he esperado tener la oportunidad de escribir y entrenarme para escribir historias comprensibles relacionadas con las ciencias marinas tanto en mi idioma materno, el chino, como en inglés. Este proyecto encaja perfectamente con mi motivación.

Paula Mendoza


Aida Zuriñe Campos Vivanco

Estudié Biología e Ilustración Científica. Decidí especializarme en este último campo debido a la importancia que tienen las imágenes como soporte visual de los textos y por la forma en que pueden ayudar a hacer que la ciencia se acerque al público. He ilustrado la historia «La bacteria solitaria y los amigos tóxicos» en el volumen 2 y ayudé a traducir el libro al español.

Lucía Rivereo Cuesta


Photo: Stephan Juricke

Andrea Paz Orfanoz Cheuquelaf


Rebecca Jackson


Stephan Juricke

Soy un científico del clima de la Universidad Jacobs de Bremen y del Instituto Alfred Wegener de Investigaciones Polares y Marinas en Bremerhaven. Mi investigación se centra en la modelización del clima, es decir, la simulación del tiempo y el clima en supercomputadoras para ayudarnos a comprender y predecir mejor los cambios futuros en el sistema climático. Uno de los motivos para convertirme en científico fue la esperanza de poder ayudar a comprender mejor y, en consecuencia, proteger la naturaleza y la biodiversidad del planeta. Siempre he sido un apasionado de la escritura, de contar historias y de la comunicación científica.

Thomas Rackow

Soy investigador postdoctoral y modelador del clima en el Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina en Bremerhaven. Trabajo en mecanismos de variabilidad climática y en errores sistemáticos en modelos climáticos. Mi objetivo científico es añadir características y procesos todavía no incluidos (por ejemplo, remolinos oceánicos de mesoescala, fracturas en el hielo marino o la deriva de icebergs) a simulaciones numéricas del clima y del tiempo actuales. Estas adiciones mejorarán las predicciones hechas por los modelos. Me involucro en comunicación científica y arte siempre que puedo y busco continuamente nuevos medios de visualizar el cambio climático y sus impactos para el público de forma creativa. Instagram: @polarthomas

Salvador Ruiz Soto


Mattia Greco

­

Franziska Tell

Ya de niña, me fascinaba la naturaleza y toda la belleza que el planeta Tierra nos ofrece a sus residentes, incluidos nosotros, los seres humanos. Estudiando geografía, descubrí aún más la enorme complejidad del planeta, ¡y todavía hoy me sorprende! Pero fue cuando comencé a investigar sobre el clima, cuando tomé verdadera conciencia de la fragilidad del sistema, y el fuerte impacto que los seres humanos causamos.

Hoy en día, estoy haciendo mi doctorado en el MARUM - Centro de Ciencias del Medio Ambiente Marino (Universidad de Bremen), analizando un componente—foraminíferos planctónicos—del ciclo del carbono marino en el océano Ártico. Siendo el océano Ártico mi principal área de estudio, me veo incluso más confrontada por el impacto de las actividades humanas en el sistema climático y la naturaleza. El hielo marino se está reduciendo, las especies están cambiando, todo el sistema tal y como lo conocemos se vuelve inestable. Cuanto más veo el impacto, más quiero contarle a todo el mundo sobre ello. Para mí, una de las armas más efectivas contra el cambio climático antropogénico es la educación. Solo si la gente entiende la crisis en la que estamos, empezará a luchar contra ella. Solo si la gente entiende su propio impacto, cambiará su comportamiento, y, solo si nosotros y nosotras, los científicos y científicas, les decimos lo que sabemos, pueden obtener este importante conocimiento.

Esta es mi motivación para formar parte del Equipo Érase una vez: quiero contribuir a la educación, quiero mostrar tanto la belleza como la fragilidad del planeta en el que vivimos.

Neele Meyer

Trabajo en geociencias marinas en Alemania, estudié en la Universidad de Bremen, y ahora hago un doctorado en el instituto Senckenberg am Meer en Wilhelmshaven. Durante una expedición a Svalbard, me enamoré de los ambientes polares y para mi fortuna me llegó después la oportunidad de estudiar la bioerosión en el Ártico y Antártico en mi proyecto de doctorado. La bioerosión es, en términos generales, la «destrucción» y/o «disolución» de los sustratos duros por parte de los organismos y suele estar en equilibrio con la «producción» de carbonato. Sin embargo, es probable que el cambio climático antropogénico y la acidificación continuada de los océanos desvíen este equilibrio de una forma aún no previsible.

Siempre he tenido un pie en la puerta de la comunicación científica, por ejemplo participando scienceSlams, escribiendo artículos de ciencia popular y manejando los medios sociales de este gran proyecto que es «Érase una vez». Veo como mi responsabilidad el compartir la ciencia y el conocimiento con el público y crear conciencia.

Andreia Rebotim


Gerdhard Jessen

­

Alice Lefebvre

Soy geóloga y oceanógrafa y trabajo sobre las costas. Me interesa especialmente comprender y predecir mejor cómo el movimiento del agua pone en movimiento y transporta el sedimento (grava, arena y barro del fondo de mares y ríos) y crea paisajes costeros. Esto es especialmente importante en vista de la subida actual y futura del nivel del mar debido al cambio climático antropogénico.

Con la ayuda de mi madre, Christine Lafon, he traducido algunas de las historias al francés. Soy madre de tres hijos y me parece importante que muchos niños lean y discutan las historias de «Érase una vez».

Manfred Schlösser

Obtuve un doctorado en química y trabajé como investigador postdoctoral en la Universidad de Pennsylvania en Filadelfia (EEUU). De vuelta a Alemania, trabajé en genética humana en la Universidad de Göttingen y tras casi 10 años allí, conseguí un puesto permanente en el Instituto Max Planck de Microbiología Marina (MPI) de Bremen como coordinador científico. Traducir temas científicos a algo comprensible para el público laico ha sido mi principal tarea los últimos más de 20 años como jefe de prensa en el MPI de Bremen. Me encanta haber participado en varias campañas científicas en el Pacífico, el Atlántico Sur y en el mar del Norte. Ahora disfruto de mi jubilación y estoy contento de participar en este proyecto. Toda mi vida he dibujado y esbozado situaciones cotidianas en mis cuadernos de dibujo. Puedes echar un vistazo en www.flickr.com/photos/manfredschloesser

Catarina Cavaleiro


Pierre-Olivier Couette

Soy un investigador de doctorado que estudia el Ártico dentro del programa de investigación canadiense-alemán ArcTrain. En 2018 pasé varios meses en el MARUM y allí conocí el proyecto y me ofrecí a traducir al francés. ¡Es un libro gordo! así que estoy muy contento de que Marine Le Minor, Yann Marcon y Sarah Coffinet se hayan unido al esfuerzo de traducción. ¡Todos los textos están traducidos y el libro será subido a la web muy pronto!

Heather Johnstone

Trabajo en el Centro de Investigación del Medio Marino MARUM de la Universidad de Bremen y soy doctora en paleoceanografía por la Universidad de Bremen. Llevo a cabo análisis químicos de conchitas de foraminíferos para reconstruir las condiciones oceánicas del pasado. Estoy interesada en comunicar y enseñar ciencia, y en cómo transmitir temas complicados como los ciclos químicos globales de forma sencilla. También me gusta dibujar... y las abejas.

Dorothea Brückner

De niña ya me interesaba mucho el comportamiento de las diferentes especies animales.

Por lo tanto, elegí la biología con el enfoque principal en la biología del comportamiento para mi licenciatura. Comencé mis estudios en Alemania y continué en los Estados Unidos. También hice una maestría. Después recibí mi doctorado en la LMU en Munich con una tesis sobre la genética y el comportamiento de las abejas. A esto le siguió una estancia de investigación en la Universidad de California en Berkeley, donde trabajé en el tema del aprendizaje de las abejas. De vuelta en Alemania, establecí un centro de investigación sobre las abejas en la Universidad de Bremen y más tarde apoyé el establecimiento de un centro de investigación similar en Camerún en la Universidad de Ngaoundere. A esto le siguió una mayor cooperación internacional con investigadores apícolas de Sudáfrica, el sur de la India y los Estados Unidos. La biología de las abejas de la miel, como tema mundial, se ha convertido en el centro de mi investigación.

Friederike Grimmer

Como palinóloga, utilizo el polen fósil y las esporas conservadas en los sedimentos marinos para reconstruir la vegetación de tiempos pasados. Los asociaciones de polen fósil pueden decirnos qué plantas crecieron en una área determinada en un momento determinado. Conociendo los diferentes requisitos climáticos de las plantas, podemos interpretar los registros de polen en términos de cambios en las precipitaciones y temperatura prevalecientes en el momento que la planta aún vivía. En mi doctorado, estudio la vegetación del oeste ecuatorial de Sudamérica durante el Plioceno (hace entre 5,3 y 2,6 millones de años). El Plioceno fue una época de la historia de la Tierra en la que muchas condiciones eran similares a las actuales, por ejemplo, la disposición de los continentes, las concentraciones de gases de efecto invernadero y la flora y la fauna. Sin embargo, el Ártico aún no estaba cubierto por capas de hielo, y el clima global era más cálido, lo que hace que esta época esté predestinada para el estudio de los mecanismos y forzamientos de los climas cálidos. La comprensión de los climas del pasado es clave para entender mejor y limitar los desarrollos climáticos presentes y futuros.

Me uní al proyecto «Érase una vez» porque creo que puede construir un puente entre la ciencia y el público. El contenido científico, que es inherentemente abstracto y complicado, se puede hacer así accesible a una amplia audiencia. Si queremos tener un impacto positivo en el desarrollo de nuestro planeta, tenemos que informar de manera comprensible sobre temas como la contaminación y el cambio climático inducido por el hombre.

Ting-Wei Wu

Soy una investigadora en el MARUM (Universidad de Bremen) especializada en geotecnia marina. Mi investigación utiliza métodos de laboratorio para investigar cambios en la fuerza de corte de los sedimentos afectados por los terremotos. Los terremotos grandes pueden desencadenar deslizamientos de tierra submarinos que causan tsunamis de consecuencias desastrosas. Por el contrario, los terremotos pequeños, aquellos que no son lo suficientemente fuertes como para desencadenar deslizamientos de tierra, pueden a su vez fortalecer y estabilizar el fondo marino debido al proceso de densificación asociados al temblor.

Llevo más de 6 años en Europa, y me he dado cuenta que muchas grandes iniciativas no llegan a conocerse en otras partes del mundo debido a barreras idiomáticas. Creo que es comunicar conocimiento utilizando idiomas locales y por ello mi contribución al proyecto «Érase una vez» es traducir los relatos científicos al mandarín taiwanés. Así llegarán a una audiencia aún mayor fuera de Europa.



Contáctanos

ouat.scientific.story@gmail.com

si tienes preguntas o sugerencias

y síguenos