Algunas plantas, como la ruda, el ajenjo o el beleño, pueden ser tóxicas si se consumen en cantidades elevadas o durante mucho tiempo.
Muchas hierbas afectan el metabolismo de fármacos.
Plantas como la manzanilla o la caléndula pueden provocar reacciones alérgicas.
Algunas plantas pueden inducir contracciones uterinas y deben evitarse durante el embarazo.
Una identificación errónea puede ser peligrosa. Siempre se debe saber con certeza Qué plantas se está utilizando.
Plantas recolectadas en lugares contaminados pueden acumular sustancias peligrosas.
Aunque algo sea natural, no significa que pueda tomarse indefinidamente. Algunas plantas afectan la función hepática, renal o el equilibrio hormonal si se consumen por largos periodos sin control.