SUSANA, 46 AÑOS
A día de hoy, puedo decir que padezco endometriosis desde los 12 años aunque hasta los 35 no me diagnosticaron oficialmente. Mi primer diagnóstico fue la Fibromialgia, que aunque la padezco, no era el origen de todos mis problemas. Después se sucedieron distintas enfermedades que favorecieron a que mi diagnóstico no llegase hasta hace 10 años. Por el camino me ha tocado escuchar muchas cosas, pero quizá la que más me ha marcado es “los dolores de regla son normales”.
Con 29 años y llevando un año queriendo ser madre, me diagnosticaron menopausia precoz, sometiéndome a distintos tratamientos de fertilidad y consiguiendo ser madre a los 31 años.
Con 35 años, me operaron a vida o muerte de una peritonitis provocada por suboclusiones, donde inicialmente me hablaron de un un posible Crohn, lo cual me negué a creer. Yo ya sospechaba de que todos mis problemas tenían nombre y era Endometriosis.
Tengo la sensación de que a partir de ese momento los médicos me empezaron a escuchar. Poco tiempo después me sometieron a una segunda cirugía, donde "POR FIN" me diagnostican de Endometriosis Profunda y confirmaron que mis dolores, estreñimientos, diarreas, reacciones con la alimentación, etc... ya no eran producto de mi propia sugestión. Por falta de conocimiento me dejé tratar por ginecólogos inexpertos en la enfermedad, sometiéndome a nuevas cirugías sin éxito. Finalmente, conseguí que me derivasen a una unidad multidisciplinar donde me sometieron a la última cirugía: una histerectomía radical.
Actualmente sigo en tratamiento en la misma unidad, donde me cuidan para tener una mínima calidad de vida. Las cirugías y los años con dolor incapacitante han hecho que mi enfermedad haya desencadenado en otras patologías, sin embargo no pierde la esperanza y sigo luchando cada día.