A día de hoy, puedo decir que padezco endometriosis desde los 12 años aunque hasta los 35 no me diagnosticaron oficialmente. Mi primer diagnóstico fue la Fibromialgia, que aunque la padezco, no era el origen de todos mis problemas. Después se sucedieron distintas enfermedades que favorecieron a que mi diagnóstico no llegase hasta hace 10 años. Por el camino me ha tocado escuchar muchas cosas, pero quizá la que más me ha marcado es “los dolores de regla son normales".
Sin embargo, para mí, el verdadero problema llegó cuando intenté ser mamá. Al dejar las anticonceptivas y hacerme varias pruebas de fertilidad me diagnosticaron premenopausia. Yo no podía creerlo, después de todos los diagnósticos fallidos a lo largo de mi vida, por primera vez necesitaba que se hubiesen equivocado. Poco después fui a una clínica privada, donde para mi tristeza me confirmaron el diagnostico.
La Unidad de Endometriosis me dijo “No sé cuánto tardaremos, pero de aquí saldrás sin dolor”. Y así fue. Me provocaron una menopausia química que si bien tiene todos los contras de tener la menopausia a los 30, a mí me han devuelto las ganas de vivir. He encontrado el mejor de los apoyos en EndoEuskadi, porque como dice su lema ya no estoy sola.