Procuramos ir siempre una vez porque nos encanta. Sabíamos de algunos clásicos, como el salpicón que hay que encargarlo, pero está vez probamos una especialidad que desconocíamos y que nos gustó mucho: las nécoras a la sal. Las pedimos de tamaño L por todo lo que habíamos ordenado, pero la próxima vez a lo mejor caen las XL o las XXL. ¡Qué buenas!
Como os digo, no fue lo único que comimos, ya que las acompañamos con un poco de empanada con la que nos obsequiaron (mar y montaña, riquisíma); unos berberechos al vapor (¡qué tamaño!) y unas almejas a la sartén con las que disfrutamos mojando pan. El plato principal fue el guiso de mero que hace Marisol. Pedimos tres raciones, nos sirvieron cinco platos y todavía nos llevamos a casa una ración generosa… Cuando lo pedimos, Berto sugirió dos raciones pero no le hicimos caso (nos habíamos venido arriba).
El cierre lo hicimos compartiendo una ración de la tarta de queso, pero no podíamos irnos sin probarla… otra vez.
Pensando ya en la próxima vez que vayamos.
Nécoras a la sal
... pero, ¿dónde están?Empanada
Mar y montañaBerberechos al vapor
Almejas a la sartén
Guiso de mero
como lo hace MarisolGuiso de mero
raciónTarta de queso