Un aniversario merece una buena celebración y por eso decidimos ir dando un paseo a un sitio que conocíamos y al que teníamos ganas de volver: alright.
Tanto si pides lo que hay en la carta como si te dejas asesorar, todo está buenísimo, ellos (tod@s) son súper amables y además, el precio no es una locura: 30 euros por persona (¡y homenaje!). Si no lo conocéis, tenéis que ir; y si ya habéis estado, tenéis que volver.
Lo digo en serio: son encantadores. Desde que haces la reserva están pendientes de ti. Nosotros conocemos únicamente el primer local que abrieron, el de Pedro Rico, pero imagino que será igual en el de López de Hoyos. Somos también clientes de su delivery y además de explicarte todo perfectamente, la calidad sigue siendo de primera. De verdad, si no los conocéis, animaros.
Teníamos muchas ganas, por lo que tan pronto nos sirvieron los primeros platos, dimos cuenta de ellos. Por eso no encontraréis fotos de las croquetas de costilla que nos tomamos (hay que probarlas... son tremendas), el falso risotto (un clásico de la carta que consiste en una mezcla de verduras, setas, trufa negra y parmesano) y unos nigiris de costilla (fuera de carta) con trufa negra y terminados en la mesa que parecen de otra galaxia.
De segundo tomamos una hamburguesa New Delhi, que también es un must de la carta, y aunque yo iba con ganas de repetir su costillar a baja temperatura (las alright ribs), me convencieron con un plato fuera de carta: un burrito de costillas y una salsa que todavía no tenía nombre, pero que bien podría llamarse #SalsaTeChupasLosDedos, porque está buenísima.
Lo acompañamos todo con cerveza, pero para colmo de alegrías, nos ofrecieron una 1906, el mejor broche posible para una celebración muy especial.
No tomamos postre, no podíamos. Nos conformamos con unos cafés para cerrar la comida.
En resumen, ya sea por teléfono o desde la web, no dejéis de reservar. ¡Os va a gustar!