Lectura, lectio y lectores de literatura: un recorrido por tradiciones escolares
Lectura, lectio y lectores de literatura: un recorrido por tradiciones escolares
La escuela debe ser el lugar donde se potencie y aliente la lectura o como dice Graciela Montes (2007) la escuela debe asumir la gran ocasión para desarrollar lectores plenos y poderosos. Por ello, en este texto se habla de la escuela y el lugar que ocupa o debería ocupar la literatura.
Es importante la concepción que plantea Liliana Scalia (2017) sobre la escuela, en la cual deja claro que la escuela es pensada en la actualidad como
Un lugar a cargo del estado, en donde los niños y jóvenes de una sociedad tienen el derecho de acceder a saberes y competencias culturalmente valoradas y donde desarrollar la formación humana, la socialización, la identidad nacional y el espíritu ciudadano. (Scalia, 2017,17)
Es decir que el Estado Nacional debe asegurar a todos los niños del país el derecho de acceder a la escuela pública.
Por otro lado, es central saber que hasta los años 90’ la literatura no fue entendida, como la capacidad de leer obras más complejas o acceder a lecturas más complejas de obras. En un comienzo la literatura fue considerada como una actividad que sólo algunos pueden disfrutar, ya que deberían tener el conocimiento previo de todos los recursos que el autor utiliza para manipular el lenguaje y de esa manera crear la obra estética. Es decir, que los teóricos de la didáctica de la literatura pensaban que para disfrutar de un cuento o una novela o un poema, era necesario desglosar todos los recursos que el autor utilizó. Por eso desde la escuela solo se enseñaba lo que hoy se conoce como algunas nociones de la teoría literaria, la cual sistematizaba los recursos retóricos dejando de lado la lectura, la cual hizo que el lugar del lector como constructor de sentido quedara en segundo plano. (Munita, 2017)
Partiendo de la concepción de escuela propuesta por Liliana Scalia y del objetivo de enseñanza literaria, podemos decir que la escuela es la encargada de brindar la posibilidad de generar situaciones de lecturas, que ayuden a potenciar las experiencias de mundo y a nutrir lo que Michel de Certeau denominó “lectio”: el resultado de las experiencias de cada lector con un texto o diversos textos. Esto se debe a que cada lector no es pasivo sino que ofrece resistencia y entra en el juego con el texto para producir su propia lectura.
Pero, ¿Cómo se puede ayudar desde la escuela a nutrir el lectio de los alumnos? Dándole el lugar a la lectura por placer dentro de la currícula de la escuela, es decir, crear la ocasión en un tiempo y un lugar propicio para que los chicos/as disfruten y entren en comunión con la lectura. Para ello, es necesario que haya un docente que garantice su rol mediador entre las lecturas y los alumnos.
El docente mediador es caracterizado por Scalia (2017), Montes (2007) y Chambers (2006), como el adulto responsable de acercar una multiplicidad de textos literarios a los niños, niñas y jóvenes. Es él junto con la institución escolarquienes van a propiciar el espacio dentro de la escuela para dichas lecturas, a partir de lo que llamamos “conversación literaria”, la cual funciona como una situación de enseñanza, de encuentro entre lectores y de construcción de lecturas. Esto implica que el docente comienza diseñando el encuentro con la lectura:
- selección de textos interesantes,
- anclaje con los intereses de los estudiantes (planificando desafíos sin centrar el corpus en obras que los chicos ya tengan en su lectio),
- lecturas críticas de las obras (propiciar el debate, la discusión y la escucha dentro del aula),
- consignas de escritura que inviten a los alumnos a crear nuevos textos a partir de sus lecturas.
En definitiva rol del docente mediador es un papel activo (y decisivo) para la escucha de voces durante la experiencia literaria en las escuelas. La tarea de quienes mediamos puede obstaculizar o enriquecer el camino de los niños en la lectura, clausurar o aumentar el lectio que cada lector en formación; puede guiar viajes de exploración u obligar naufragios donde la lectura se torna silencio y temor.
Referencias bibliográficas
Chambers Aidan. (2006)¿Qué hacemos con la basura? Imaginaria. http://www.imaginaria.com.ar/18/3/chambers.htm
Montes Graciela (2007). La gran ocasión. Ed.: Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación. http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL002208.pdf
Munita Felipe (2017). La didáctica de la literatura: hacia la consolidación del campo. Educ. Pesqui., São Paulo, v. 43, n., 2, p. 379-392. http://dx.doi.org/10.1590/S1517- 9702201612151751
Scalia, Liliana (2017). ¿Para qué sirve la literatura en la escuela? Ed.: UNSJ
Modelo para referenciar este ensayo:
Subire, A. (14 de septiembre de 2023). Lectura, lectio y lectores de literatura: un recorrido por tradiciones escolares. El cofre de las palabras. https://sites.google.com/view/elcofredelaspalabras/cuatro-tumbos/lectura-lectio-y-lectores-de-literatura-un-recorrido-por-tradiciones-esco?authuser=0