El buque pirata
Navegar sin rumbo por los mares fantásticos de la imaginación, al margen de normas y leyes, asaltando otros buques y robando sus tesoros de creación y genialidad, transitando rutas trilladas y otras aún no trazadas en los mapas. Disfrutar del viento inspirador, del azul sin techo; deslizarse por el agua salada y escurridiza sin trabas, por el puro placer de contar historias, sin más.
Un día en la vida de Piter Grin
Piter estaba a punto de ser capturado, su ser racional sabía que no había escapatoria, pero su espíritu se rebelaba ante cualquier destino inapelable y él seguía corriendo con todas sus fuerzas, luchando contra la maleza que le impedía avanzar, dispuesto a defender su vida con uñas y dientes...
El torvo juramento de nuestra banda
Bueno, pues cuando Tom y yo llegamos a la cumbre de la colina, miramos hacia el pueblo y vimos tres o cuatro luces parpadear donde tal vez había gente enferma. Las estrellas brillaban muy hermosas por encima de nuestras cabezas. Y abajo, junto al pueblo, estaba el río, de una milla completa de ancho y la mar de quieto y grandioso.
Emboscamos a los árboles
Durante un mes jugamos a bandoleros alguna que otra vez, y luego yo presenté la dimisión. Todos los chicos me imitaron. No habíamos robado a nadie, ni habíamos matado a nadie, como no fuese de mentirijillas.
Era sabio Salomón
Cuando nos levantamos, pasamos revista a las cosas que la cuadrilla había robado del naufragio y encontramos botas, mantas, ropa y un montón de otras cosas, y una barbaridad de libros, un catalejo y tres cajas de cigarros puros. En nuestra vida habíamos sido tan ricos ninguno de los dos.
Microcuentos
Los microrrelatos son eso, un fogonazo, un chispazo, un brochazo, un disparo con sentido, con principio y fin a pesar de la brevedad. Pequeños; pero matones.
Si son inquietantes, mejor que mejor.
Iré enriqueciendo esta entrada con los que vaya encontrando escondidos entre los párrafos de los relatos mayores.