Cáritas hace muchas cosas, desarrolla diferentes proyectos en todos los lugares de España, del Europa y del mundo entero. Pero en este Tema te queremos presentar los rasgos comunes a la acción de Cáritas en cualquier lugar o programa en el que te incorpores o hagas tu acción voluntaria. Es “el fondo” de todo nuestro hacer. Así que, vamos allá.
La persona, como poseedora de la máxima dignidad, como ser integral y social, en proceso de hacerse en la sociedad y de hacer sociedad, es el eje y centro fundamental de nuestra acción. La dignidad de las personas, en cuanto hijos e hijas de Dios, es el valor que sustenta nuestro Modelo de acción social. La persona es un ser integral, único e irrepetible que posee potencialidades y capacidades que hay que ayudar a sacar a la luz.
La persona es lo primero
Empieza este Tema con alegría con esta canción con mensaje... la persona es lo primero
La motivación fundamental para nuestra acción es el Amor gratuito recibido de Dios. El amor no pasa “factura”, no actúa buscando reconocimiento, recompensa, aceptación… No cabe utilizar al otro para sentirse uno muy bien. El voluntario de Cáritas siente la necesidad vital el entregarse al prójimo, de hacer su aportación para transformar este mundo.
La experiencia de ser amado por Dios le lanza y capacita para amar al prójimo herido. Él nos amó primero. “Amaos los unos a los otros” es el mandato de Jesús de construir la fraternidad. Sin eso, no somos nada.
El amor se concreta socialmente en la justicia. Luchamos por una sociedad nueva, en la que las relaciones entre las personas y los pueblos estén regidas por la justicia, el bien común y el destino universal de los bienes, que son principios de la doctrina social de la Iglesia.
En Cáritas trabajamos desde las capacidades y las potencialidades acompañando procesos Optamos por un método centrado en el acompañamiento a los procesos de crecimiento de las personas y de las comunidades, lo cual centra la atención en los «caminos» más que en las «metas». El ACOMPAÑAMIENTO es la palabra clave, (con todo lo que esto conlleva de diálogo, encuentro, dar participación a quienes acompañamos y hacerles protagonistas de su propia historia.
Acompañar es más «estar» que «hacer»; no puede suplir la acción del otro, pero tampoco es una mera espera pasiva. Acompañar es seguir la vida del otro sin pretender controlarlo todo, preverlo todo… y es saber aprovechar lo no esperado, lo no previsto. Pero, ojo, no se trata de hacer cosas POR los otros, sino que hacemos CON los otros. Todos somos protagonistas
Por eso decimos que la acción de Cáritas es un diálogo entre iguales. No hay uno que actúa y alguien “sobre quien” se actúa. Hay dos personas que establecen una relación, un diálogo mutuamente enriquecedor desde lo que son, tienen y hacen. Ambos somos ayudados y ayudamos. Todos iguales en dignidad. Lo que nos hace diferentes son las oportunidades (económicas, de formación, sociales…) que ha tenido cada uno para desarrollarse en la vida.
TENTACIONES A EVITAR en nuestro acompañamiento a las personas
Son tantas las carencias que encontramos en las personas necesitadas que a veces no creemos en su capacidad de respuesta y, automáticamente, caemos en el recurso de la asistencia permanente, haciéndoles dependientes de nosotros. Incluso sin querer, a veces encontramos satisfacción en que dependan de nuestra ayuda.
Podemos caer en la situación de situarnos por encima de los pobres y, desde esta posición de superioridad, realizar nuestras acciones.
Evitemos reducir a las personas a un inventario de datos y de problemas. Eso puede darnos la tranquilidad que da “etiquetar” a las personas. Pero cada persona es única y tiene sus potencialidades. Nadie es solo “un sin hogar” o “una mujer maltratada”. Tienen nombre, apellidos, una historia que contar y unos sueños por cumplir.
Otra tentación es la de ser incapaces de meternos en su piel, de vibrar con sus sombras y sus luces, de conectar con su experiencia de sufrimiento. Si no partimos de cierta conexión vital con las personas, difícilmente podremos acompañar
Éste es el objetivo final de toda acción que quiera plantearse como acción de lucha contra la pobreza y la exclusión. La promoción y el desarrollo integral de la persona debe ser el eje central de toda acción de Cáritas, por pequeña que sea.
Asistencia
En algunos contextos nos encontramos que debemos responder a la demanda de ayuda para cubrir necesidades básicas de las personas. Se trata de que las personas tengan el sustento, la ropa, la vivienda digna para vivir. En estas situaciones, nos ponemos en clave de compartir con ellos nuestros recursos (dinero, alimentos, ropa, pago de recibos de suministros…) Es la acción asistencial de Cáritas, necesaria en estos casos (“dar el pez a quien tiene hambre”).
La ayuda directa (asistencial) no puede contemplarse como un fin en sí misma, ni como una actividad aislada, sino como un medio que ayude a despertar en los interesados el deseo de avanzar en su promoción personal y en la mejora de la situación desde ellos, a medio o largo plazo. Por tanto, sí a la asistencia cuando ésta se sitúa en un proyecto de trabajo, que contempla otras medidas educativas complementarias, y donde aquella es un elemento de apoyo y refuerzo.
Promoción
Pero más allá de estos casos, en Cáritas queremos tratar de cubrir la carencia del otro de un modo lo más digno posible. No es lo mismo para una persona hacer cola para recibir una impersonal bolsa de comida a que dispongan e una tarjeta para adquirir lo necesario en un supermercado. Para muestra, este botón:
Por el contrario, la acción de Cáritas busca…
- Despertar y poner en marcha los recursos de la persona que demanda ayuda y/o de su entorno familiar y social, por ocultos que puedan aparecer.
- Ayudar a la persona a ayudarse (“enseñarla a pescar”), desarrollando aspectos como la autoestima, la creatividad, la iniciativa, la responsabilidad, la autoayuda, la solidaridad...
- Es aportar nuestra ayuda, pero, sobre todo, es despertar y poner en marcha sus capacidades y potencialidades personales.
- El camino de la PROMOCIÓN es un PROCESO, más largo y más lento, donde nuestra tarea será iniciarlo, acompañarlo, cooperar con nuestros recursos materiales, pero, sobre todo, con nuestros recursos personales de acogida, empatía, comprensión, apoyo...
En Cáritas optamos por dignificar los procesos de acompañamiento. Así, trabajamos porque la relación con las personas potencie su autonomía y su autoestima. Lo mejor que podemos escuchar de las personas es que se han sentido respetadas, queridas de por los agentes de Cáritas. Ello nos lleva a pensar siempre en maneras nuevas y diferentes de servir a los más necesitados. Para muestra, un botón, pincha el video y verás
Participación
En Cáritas queremos dar cabida a todos en espacios comunes en el que todos, personas usuarias (participantes), voluntarias, contratadas, sacerdotes nos sintamos parte de un proyecto común. No queremos que “dar participación” a las personas acompañadas sea un añadido, algo que se hace solo en algunos sitios cuando se puede. Trabajamos porque la participación esté en el núcleo de la acción de Cáritas, en nuestro ADN. Se trata de creernos de verdad que nuestra acción o es participativa o no es de Caritas. El concepto de participación nos sugiere creación, construcción colectiva, y también caminar en la incertidumbre, en la flexibilidad, en la duda. A veces no es sencillo, pero a participar se aprende… participando.
Si quieres saber más s (información, experiencias, recursos útiles sobre la participación y más), no dejes de visitar este blog:
Sabemos que los procesos de cambio en la vida de toda persona son lentos. Los nuestros también. Todos en la vida damos pasos adelante, luego pasos hacia atrás, a veces nos sentimos parados o bloqueados, otras superamos dificultades, luego tiempos de recaídas…. También es así la vida de las personas a quienes acompañamos
En Cáritas, más que respuesta puntuales o parciales queremos acompañar procesos de las personas. Ya sabéis lo de “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Y cada persona es única e irá marcando el ritmo de su proceso. Estar ahí, a su lado, es nuestra vocación.
Este principio permite trabajar a largo plazo, sin obsesionarse por resultados inmediatos. Ayuda a soportar con paciencia situaciones difíciles y adversas, o los cambios de planes que impone el dinamismo de la realidad. Es una invitación a asumir la tensión entre plenitud y límite, otorgando prioridad al tiempo. Uno de los pecados que a veces se advierten en la actividad sociopolítica consiste en privilegiar los espacios de poder en lugar de los tiempos de los procesos. Darle prioridad al espacio lleva a enloquecerse para tener todo resuelto en el presente, para intentar tomar posesión de todos los espacios de poder y autoafirmación. Es cristalizar los procesos y pretender detenerlos. Darle prioridad al tiempo es ocuparse de iniciar procesos más que de poseer espacios. El tiempo rige los espacios, los ilumina y los transforma en eslabones de una cadena en constante crecimiento, sin caminos de retorno. Se trata de privilegiar las acciones que generan dinamismos nuevos en la sociedad e involucran a otras personas y grupos que las desarrollarán, hasta que fructifiquen en importantes acontecimientos históricos. Nada de ansiedad, pero sí convicciones claras y tenacidad. (EG 223)
Os presentamos a Begoña, una persona como tú, como yo, con su historia. Cáritas y Begoña se encontraron en un momento determinado y recorrieron un proceso. No siempre es fácil, pero vale la pena acompañar a las personas en sus procesos de vida.
Nuestras acciones no son solo "entre dos personas", el que da y el que recibe, como acabamos de ver. Queremos crear espacios de dignificación, , aun en medio de las realidades más duras. No pretenden el aislamiento, sino constituirse en espejo de que es posible construir otro mundo y otras relaciones más humanizadoras. Son Proyectos, Programas, Acciones parroquiales… donde se hace palpable que los últimos, los que no cuentan, son los primeros, son tratados como seres humanos… Son acciones significativas, son signos del Reino.
Nadie se salva solo, nadie supera las dificultades solo. Buscamos construir tejido comunitario, con otros. No solo dentro de Cáritas o de la Iglesia (que también) sino con el barrio, el pueblo, otras entidades, asociaciones, administraciones públicas. Creemos que el mundo necesita contrarrestar esta ola de individualismo y trabajar las redes de apoyo mutuo.
Nuestro compromiso no es solo con las personas en situación de necesidad. Es también con toda la comunidad cristiana, pues animamos la acción caritativa y social de toda la comunidad.
Cáritas no trabaja sola. Hay otras personas, otras organizaciones con las que estamos llamados a colaborar. Dentro de la Iglesia y fuera de ella. Tejer redes con otros que quieren construir un mundo mejor forma parte de la acción de Cáritas. Construir con otros, con los iguales y con los diferentes, integrar.
Hace ya diez años Cáritas se propone un Modelo de Acción Social para que todos sus miembros vayan empapándose del estilo de ser y hacer propios de Cáritas. Lo tienes más abajo si quieres echarle un ojo. Se invita a que todos vivan su labor cotidiana con una actitud de reflexión continua sobre su acción, no sólo a nivel personal sino también como equipo, compartiendo sus reflexiones, para ir creciendo y avanzando juntos a la luz del Evangelio, de la lectura creyente de la realidad y de nuestro Modelo de Acción Social. De esto se beneficiarán las personas que acompañamos
A ellas nos debemos, y por ellas nos trabajamos continuamente para mejorar en nuestro estilo de ser y hacer. Se trata de no perder el norte, de no caer en el peligro de desvirtuar la calidad y sentido de nuestra acción, de no caer en el activismo del hacer, hacer, hacer, absorbidos por las urgencias, sin reflexión y discernimiento.
Las circunstancias sociales cambian, nada es igual que hace diez años y debemos siempre preguntarnos si estamos haciendo lo correcto y si estamos con los que debemos estar, es decir, con los últimos.
Cáritas reafirma la Dimensión Universal de la Caridad que no conoce fronteras y llega a las personas más empobrecidas del planeta, siempre a través de las Iglesias locales y las Cáritas hermanas con las que trabajamos. Para ello, Cáritas Española trabaja en red, como parte de la confederación internacional, compuesta por 165 organizaciones nacionales.
Cáritas es una red internacional que trata de dar respuesta a las necesidades de personas y comunidades en todo el mundo. Por eso tenemos una mirada global, universal. Hay iniciativas de cooperación fraterna en muchos lugares, que conectan a grupos de Cáritas en España con grupos de Cáritas en otros países. Buscamos una relación con nuestras Cáritas hermanas que les fortalezca, que les permite crear capacidades para que lleven adelante su labor de modo sostenible. Hay relaciones internacionales, desde algunas parroquias, pasando por proyectos de Cáritas diocesanas, hasta Cáritas Española, que cuenta con un área de cooperación internacional.
Puedes ver aquí, a modo de ejemplo, dos iniciativas de cooperación fraternas que en la actualidad estamos manteniendo:
 Modelo Accion Social Doc final Imprenta.pdf
Modelo Accion Social Doc final Imprenta.pdf Modelo de cooperación Fraterna.pdf
Modelo de cooperación Fraterna.pdf