Lago Martiánez

El “Lago Martiánez”, inaugurado en el año 1977, es la parte más moderna del complejo. Tras la construcción de “Los Alisios”, y ante la necesidad de acondicionar el resto del litoral costero, César Manrique ideó un enorme lago con forma de esmeralda y varias islas en su interior, proyecto que presentó sin habérsele sido encargado, pero que recibió desde su presentación el beneplácito tanto de constructores como políticos de la época.


Es la parte más oriental y amplia del complejo, con 33.000 m2 de superficie. Está constituido por un gran lago, del que emergen un total de cinco islas de forma asimétrica, y una piscina infantil aneja al mismo. En el pasado el lago poseía una playa de arena blanca que tuvo que ser retirada, con el beneplácito de César Manrique, debido a los problemas que causaba la acumulación de esa arena en el sistema de tuberías y alcantarillado del complejo. Además contaba también con un embarcadero, con barcas que podían navegar por el mismo, pero que también fue eliminado por cuestiones de convivencia con los bañistas.


En la isla central, obra del arquitecto Fernando Higueras, encontramos la entrada a la “Sala Andrómeda”, sede de fiestas y celebraciones que ha sufrido varias remodelaciones a lo largo de los años, llegando a albergar en su día el Casino de Puerto de la Cruz. En la superficie de la isla destaca una claraboya central que originalmente tenía forma de farolillo chino, que se abría y cerraba con un complejo sistema mecánico que por desgracia tuvo que ser sustituido ante la imposibilidad de ser reparado. A su alrededor podemos observar el suelo de loseta de callados dispuesto de forma radial, característico de la obra de Higueras, y que podemos ver también en la “Isla del Barco”, en la zona de “Los Alisios”.


Del resto de islas, dos sirven como lugares de juego a los que solo se puede acceder nadando, y la última forma el famoso cráter de agua, que no solo cumple una misión artística, sino funcional, pues es el sistema utilizado para llenar el lago. Además, la presencia de un géiser que esporádicamente expulsa agua hasta los 20 metros de altura es una bonita sorpresa para aquel que, desconociendo su existencia, pase cerca en el momento de su activación. Como el llenado de las piscinas depende totalmente del nivel de las mareas es posible ver el cráter funcionando a diferentes horas, siendo por las mañanas cuando puede observarse en su máximo esplendor.


En cuanto a la decoración en general, se repiten elementos como las superficies curvas y redondeadas, los muros blancos combinados con rocas volcánicas, la abundante vegetación y los elementos comunes de la arquitectura canaria.


Manrique y su equipo ultimaron el conjunto de la misma forma que ya habían hecho con la zona de “Los Alisios”, añadiendo monumentos en los que la naturaleza y el arte van de la mano. Destacan las esculturas “Homenaje al Mar”, situada en la piscina infantil; el Juguete del VientoBarlovento”, que nos recibe a la entrada; la escultura “A Wilhelm Reich”, en la isla central; y “Raíces al Cielo”, junto al muro de protección, cara al mar. Monumentos que hacen que, a pesar de sus más de 40 años de historia, el “Lago Martiánez” siga siendo uno de los lugares más visitados y emblemáticos de Puerto de la Cruz.