Poner en marcha un Sistema de Gestión de la Calidad (SGC), para administrar la elaboración y entrega de productos o prestación de servicios, implica fijar objetivos, definir procesos desde el cliente, implantar procedimientos e instrucciones y capacitar al personal, en términos de configurar el reglamento interno integral de la empresa.
Todo SGC debe diseñarse según aspectos particulares de cada empresa para que resulte exitoso y beneficioso.
Su implantación generará un ahorro superador de la inversión inicial, del orden del 15% de la facturación anual, impactando fuertemente en los resultados económicos - financieros de la empresa, según el grado de ineficiencia en la que se halle en el momento.
El desarrollo de un SGC, según ISO 9001:2015, implica realizar actividades en secuencia cíclica:
Planificación (Procesos / Objetivos)
Emisión y aprobación documental
Capacitación al personal
Puesta en funcionamiento
Medición del desempeño / Mejoras