Cuerpos en tránsito:

la experiencia del exilio trans en Argentina y Chile

Abordaje de un conjunto de fotografías de la artista chilena Paz Errázuriz y del recientemente publicado libro del Archivo de la Memoria Trans Argentina desde la noción de “archivo de afectos”. Estas imágenes dan cuenta de la experiencia del exilio de miembros de la comunidad trans de Chile y de Argentina durante los procesos de dictadura reciente.

Cristina Patricia Sosa

En “El exilio fru fru”, Pedro Lemebel criticaba el “snobismo-return”. De esa manera identificaba a lxs chilenxs que regresaron a su país con la vuelta de la democracia “llenos de humos (…) y fumando en pipa, invadiendo el panorama artístico de la resistencia, que, según ellos, era un apagón cultural donde no había pasado nada.” Les cuestionaba que sostuvieran las costumbres colonizadoras aprendidas en el viejo mundo al tiempo que los acusaba porque “frivolizan en espumas de champán la película huacha del exilio chileno”.


Las dictaturas tanto en Chile como en Argentina estuvieron marcadas por el exilio, pero también por las historias de quienes decidieron quedarse y resistir o no contaron con las condiciones para poder irse. Dentro de ese amplio abanico de experiencias acaso las que más se han silenciado han sido las que atañen a las identidades trans. Para conmemorar este día de la memoria les propongo revisar los trabajos de Paz Errázuriz y del Archivo de la Memoria Trans (en adelante AMT) (1). Ambos pueden pensarse como archivos de afectos que vienen a ponerle un rostro queer al exilio y a la resistencia en la historia reciente de Latinoamérica.



Archivo de la Memoria Trans Argentina: de lo íntimo al espacio público


Hay consenso en considerar que el archivo rige desde fines de los años 90 (2) como un paradigma instalado y como marca generativa de gran parte de la producción del universo estético, cotidiano, político e histórico (Didi-Huberman, 2007). Autores como Hal Foster (2016) o Anna María Guasch (2011) observan que se asiste actualmente a un giro al archivo (archival turn) que en la cultura contemporánea afecta e impregna las prácticas culturales. Cuando la noción de archivo comenzó a expandir su campo de aplicación, algunxs autorxs hablaron de una fiebre de archivo que implicó un desplazamiento de la sacralización a un desorden que se propuso: “poner en cuestión el canon, las instituciones y las historias construidas” (Giunta, 2010, p. 31).


Gracias a los trabajos de Foucault (1969) la noción de archivo ha ampliado las materialidades y texturas que lo componen motivo por el cual se vuelve más heterogéneo y lleva el signo de la movilidad. Para Derrida (1997) la domiciliación, es decir, la asignación de residencia marca el paso institucional de lo privado a lo público. El filósofo advierte la dimensión arcóntica de la domiciliación al tiempo que señala que el principio arcóntico del archivo es también un principio de consignación, es decir, de reunión. Todo archivo es a la vez instituyente y conservador, revolucionario y tradicional.


Tanto las fotografías recuperadas por el AMT como el trabajo de la fotógrafa chilena Paz Errázuriz constituyen archivos que capturan la expresión de la afectividad en figuraciones de la sexualidad que ponen en tensión el género y la política. Algunas de las imágenes que abordaremos fueron realizadas durante la postdictadura, pero cabe advertir que la criminalización de las identidades trans no se terminó con el regreso de la democracia ya que, tal como señalan Lohana Berkins (2003) y muchxs referentes de la comunidad LGBTTIQ+, el estado de sitio aún rige para ellas.


Después de su creación en 2012, el AMT publicó a inicios de este año un libro que reúne una serie de fotografías y testimonios de la comunidad. Como explican sus responsables, el archivo constituye una reunión familiar en la que fotografías, relatos, diarios, revistas y objetos dan cuenta de un activismo antes del activismo, y explican por qué “hoy somos menos de 100 las que pasamos los 55 años”. Las fotografías del AMT que seleccioné muestran a Gina Vivanco y a María Belén Correa. En la primera Gina se encuentra viajando en tren en Europa y en la segunda María Belén está en las calles de Nueva York. En el último tramo del libro el exilio aparece como tema ordenador, es allí donde Eva Maldonado relata que:


Durante la dictadura, muchas chicas se fueron porque se endurecieron los edictos policiales (y en las provincias ni hablar). Algunas a Europa; España estaba en pleno destape, o a Francia. Y otras optaron por Brasil que, si bien también estaba en dictadura y tenía “escuadrones de la muerte”, en materia de diversidad sexual y tabúes, estaba 20 años más avanzado que Argentina. De hecho, en Copacabana, Río, por su clima se puede trabajar en la calle todo el año (clima tropical todo el año, y noches que como mucho tienen 17°). Y en Río el tema de las travestis y trans no era un tema tabú, como tampoco la homosexualidad; no había edictos y la prostitución era legal allá.


Gina Vivanco fue fusilada por la policía bonaerense en 1991. Su cuerpo fue hallado en Almirante Brown con un impacto de bala de arma de calibre 9 mm (de uso reglamentario en las fuerzas de seguridad) en el ojo izquierdo. Según testimonios recogidos, Gina caminaba por la ruta de acceso a esa ciudad cuando fue interceptada por un Ford Falcon negro del que descendieron dos personas que la golpearon violentamente en todo el cuerpo. Luego de secuestrarla y asesinarla la arrojaron en la ruta. Tuvieron que pasar muchos años y el asesinato de Diana Sacayán el 11 de octubre de 2015 hasta que un Tribunal Oral Criminal condenó a alguien por primera vez con la calificación de asesinato de una travesti como un crimen de odio a la identidad de género (aplicando así lo previsto en el inciso 4 del artículo 80 del Código Penal de Argentina) el 18 de junio de 2018.


María Belén Correa es activista, fundadora del primer grupo trans de Argentina (ATTTA), de la Red LACTRANS que impulsa la Ley de Identidad de Género a nivel latinoamericano y, junto con Claudia Pía Baudracco (otra exiliada primero en Uruguay y después en Europa que falleció en 2012 a los 42 años), fundó el AMT. Correa decidió irse de Argentina en noviembre de 2001 para escapar de la represión y el hostigamiento policial. Acerca de esta fotografía, comenta que: “Esta foto es de mi primera nevada. Salí sola a disfrutarla por las calles y le pedí a un desconocido que me la sacara”.



Paz Errázuriz y un archivo de afectos familiares


La manzana de Adán (1991) es un ensayo fotográfico que Paz Errázuriz realizó entre 1984 y 1990 (3). Con textos de Claudia Donoso, la obra cuenta la historia de la familia de Mercedes y sus hijas travestis Evelyn y Pilar Paredes Sierra. Estas tres mujeres son los personajes centrales de una historia que transcurre entre imágenes y textos, entre el prostíbulo La Jaula, ubicado en Talca y la Palmera, que se encuentra en Santiago de Chile. La obra constituye una exploración visual de la sexualidad clandestina en plena dictadura militar.


En la primera imagen podemos ver a Evelyn en la cama con una cinta en el cuello que le permite ocultar la manzana de Adán que da título a la obra, en la segunda vemos a Pilar recostada en el prostíbulo de Talca y en la última aparece Macarena mirándose en el espejo en La Carlina.


El exilio aparece esta vez en la figura de Pilar, la hija pródiga (4) que terminó presa en una cárcel de Frankfurt por tráfico de drogas. La historia de la familia reformula casi en tono de parodia, “como un relato contraépico, la narrativa tradicional del viaje” (Giunta, 2020, p. 223). Este “viaje sin heroísmo” (ídem, p. 226) de un cuerpo al borde de la caída delinea una zona de lo precario.


Errázuriz y Donoso se trasladaron a uno de los prostíbulos, ganaron la confianza y el cariño de quienes lo habitaban y lograron de esa manera acceder a la intimidad. Pero la fotografía es un registro problemático para la travesti por partida doble: ya que son eliminadas de los retratos familiares y escolares al tiempo que son estigmatizadas en los registros policiales. Sin embargo, Giunta (2020) observa una especie de tarea deconstructiva, emancipadora y de resistencia en estas imágenes que intentaron erosionar los controles del poder de facto. En su sutileza se cifra una conspiración visual:


Su fotografía puede, entonces, entenderse como una crítica política de las representaciones. Una forma de intervenir en el universo de las imágenes introduciendo, para siempre, a los olvidados. En una sociedad jaqueada por la represión, el cuerpo social, el cuerpo travesti, el cuerpo castigado y perseguido emerge desde imágenes en blanco y negro que revelan que –aun en la desesperación- se construyen redes de solidaridad y afecto (p. 244).


Estos dos trabajos pueden pensarse como archivos de afectos invisibilizados. La pérdida de los referentes genealógicos, de padres y familia, vuelven a estas identidades trans parias de la contención que proveen las relaciones humanas primarias y las llevan con frecuencia a conformar comunidades en las que se gestan nuevas formas de familia que devienen afectos construidos en los márgenes. Sus miembros asumen la responsabilidad de hacer perdurar su recuerdo ya que las familias destruyen cualquier registro de esa identidad disidente de la heteronorma.


Estos archivos se presentan como una alternativa al ordenamiento convencional que respeta una lógica cronológica y lineal de la historiografía profesional. En un movimiento de desplazamiento de la esfera de la intimidad al campo de lo visible revelan una fuerza anarchivística cuya pulsión es la destrucción (Gómez Moya, 2012). Más que funcionar como evidencia del pasado, estas memorias discontinuas con su carácter vivo y su constante movimiento se obstinan en activar el afecto.

Notas

1. El libro del AMT se puede comprar online en la página web de la Editorial Chaco. Disponible en: https://editorialchaco.com/producto/archivo-de-la-memoria-trans-argentina/.

2. Se suele tomar como un antecedente el proyecto de comisariado Deep Storage/Arsenale der Erinnerung realizado en 1998 en Berlín, Múnich y Düsseldorf.

3. La primera edición de la obra, que por motivos económicos fue en blanco y negro, solo vendió un ejemplar. Años más tarde, en 2014, fue reeditada por la Fundación AMA con algunas fotografías inéditas en color.

4. En su testimonio, Mercedes enfatiza que Pilar es su hija favorita y que lamenta no poder tener contacto con ella. Las cartas que envía desde la prisión son escritas por su amante, un bengalí llamado Kumar que escribe solo en inglés. Errázuriz se ofrece a leérselas y a redactar las respuestas.

AMT. Gina Vivanco durante su exilio.

AMT. María Belén Correa.

Macarena mirándose en el espejo.

Evelyn en la cama.

Pilar en la cama.

Referencias bibliográficas


Berkins, Lohana. 2003. "Un itinerario político del travestismo". En Maffía, Diana (comp.) Sexualidades Migrantes. Género y Transgénero. Buenos Aires: Feminaria Editora.

Derrida, Jacques. Mal de archivo. Una impresión freudiana. Madrid: Editorial Trotta, 1997.

Didi-Huberman, G. El archivo arde/ Das Archiv brennt. En: _____. y EBELING, K. (Eds.). Das Archiv brennt. Berlin: Kadmos, pp. 7-32. Traducción de Juan Ennis para la cátedra de Filología Hispánica. Disponible en: <http://filologiaunlp.wordpress.com/bibliografia/>, 2007. Acceso en: 21 de mayo de 2020.

Foster, Hal. El impulso de archivo. Traducción de Constanza Qualina Nimio (N° 3), pp. 102-125, septiembre 2016. Disponible en http://papelcosido.fba.unlp.edu.ar/nimio Facultad de Bellas Artes Universidad Nacional de La Plata. Acceso en: 21 de mayo de 2020.

Foucault, Michel. (1969). La arqueología del saber. Buenos Aires: Siglo XXI.

Giunta, Andrea. (2020). Feminismo y arte latinoamericano. Historias de artistas que emanciparon el cuerpo. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores.

Giunta, Andrea. Objetos mutantes: sobre arte contemporáneo. Santiago de Chile: Ed. Palinodia, 2010.

Gómez Moya, Cristian. (2012). "La del archivo es la primera condición", en Castillo, Alejandra y Gómez Moya, Cristian (editores). Arte, Archivo y tecnología. Santiago de Chile: Ediciones Universidad Finis Terrae.

Guasch, Anna María. Arte y archivo, 1920-2010: Genealogías, tipologías y discontinuidades. Madrid: Akal, 2011.

Lemebel, Pedro. (1988). “El exilio fru-fru (o había una fonda en Montparnasse)” en De perlas y cicatrices. Santiago de Chile: LOM Ediciones.



Algunas referencias bibliográficas para continuar la lectura sobre archivos, afectos y memoria


Amado, Ana y Nora Domínguez. (comps.). (2004). Lazos de familia. Herencias, cuerpos, ficciones. Buenos Aires: Paidós.

Morey, Miguel (2006): “El lugar de todos los lugares: consideraciones sobre el archivo”, en Registros imposibles: el Mal de Archivo. Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid.

Oberti, Alejandra. (2015). Las revolucionarias. Militancia, vida cotidiana y afectividad en los setenta. Buenos Aires: Edhasa.

Sekula, Allan. (2003). “El cuerpo y el archivo” en Picazo, Gloria y Ribalta, Jorge (eds.) Indiferencia y singularidad. La fotografía en el pensamiento artístico contemporáneo. Barcelona: Gustavo Gili.

Taccetta, Natalia. “Memorias de infancia en dictadura: de la potencia del documento al afecto de archivo”. 452° F #18 (2018) pp. 53-73.

Visconti, Marcela y Mariano Veliz. (editores). (2019). Relatos sobre Malvinas: guerra, memoria y archivo. Buenos Aires: Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras UBA.