SOLEÁ
Olviarlo no lo intentes
cuando se vaya un amor,
que no sale de la mente
si sigue en tu corazón.
Si no llegó tu momento,
ten paciencia, no te muevas,
hay cosas que quieren tiempo
y otras que el tiempo se lleva.
Tantas veces tropecé
en las piedras del fracaso,
que cuando al lejos me ven
ya se apartan por si acaso.
Aunque se fue de puntillas
me dejó su huella entera
y el corazón de rodillas
suplicando que volviera.
Yo nunca te olviaré,
alguna vez lo habré dicho,
pero no recuerdo a quién.
BULERÍAS
Desde que yo me he enterao
que el destino ya está escrito,
en un sillón me he sentao
y me levanto poquito.
Que no hay que creerlo tó,
va diciendo un cuervo cojo,
mu mala fama tengo yo
y a nadie he sacao un ojo.
Me pediste te olviara
y te pregunté quien eras,
porque ya no me acordaba.
Hermoso el amanecer,
cuando el sol abre su mano,
y yo sin poderlo ver
que me pilla mu temprano.
¡Qué arte hay que tené,
echarse una novia en Cai
teniendo otra en Jeré!
TIENTOS
Aunque me toque sufrir
de ti me voy alejando,
porque el amor hace vivir
y el tuyo me está matando.
Si me pongo a recordar
no hay nada que se compare,
como el olor de aquel pan
que nos hacía mi mare.
En las malas estás conmigo
haciendo tuyas mis penas,
pero ya me encargaré yo
me acompañes en las buenas.
La vía da muchas vueltas,
dijiste con un suspiro,
por muchas vueltas que dé
yo quiero darlas contigo.
Nunca olvida el corazón
que de verdad ha querío,
porque sabe dónde dejó
lo mejor de sus latíos.
FANDANGOS
Por culpa de un desengaño
tuve una espina clavá,
hoy me miraste al pasar
y en la espinita del daño
de pronto brotó un rosal.
A la hora de mi muerte
que nadie llore por mí,
prefiero me hagas reír,
ahora que aún puedo verte,
ahora que aún estoy aquí.
Un loco por un momento
a su ventana se asomó
y mirando a su alrededor,
dijo to´er mundo pa´entro
que estáis más loco que yo.
En el jardín de las rosas
nació un cardo pinturero
y las cuidó con tanto esmero,
que la más bella y hermosa
al cardo dijo ¡te quiero!
SOLEARES
Por lo que pueda pasar
estoy guardando tus besos
debajo de la almohá
Dicen que el guarda halla
y yo tengo guadaítos
los besos que tú me dabas
Estoy salvando del fuego
lo poquito que me queda
y lo mucho que te quiero
Mira si yo habré sufrío
que solo quiero tener
tu miedo abrazado al mío
TIENTOS TANGOS
Si como dijo el poeta
soy el tiempo que me queda
te voy a seguir queriendo
hasta que la muerte venga
Que lo que empieza se acaba,
ya no quiero verte más
como viniste, te vas
se acabó lo que se daba
Porque sé de lo que hablo
no digas pa consolarme
que un clavo saca otro clavo
Siempre con cuentas pendientes
con olvidos, con recuerdos
con la vida y con la muerte
BULERÍAS
Nunca fui de un solo viento
ni de surcar solo un mar
y si me acerco o me alejo
es que vivo en libertad
La verdad tiene un camino
pero la mentira tiene
revueltas y laberintos
Si hay un sueño, hay un camino
y lo quiero andar soñando
pero soñando contigo
Ahora que nada me queda
hasta el azar me abandona:
dos cruces en mi moneda
NANA
Nana para una chavorrilla morena
Un sonajero
tintineando risas
cantando sueños
Una alcancía
donde se guarda mi niña
sus moneítas
Una cometa
y mi niña soñando
volar con ella
Ea la ea…
que ya está dormiíta
sueño de seda
SOLEÁ
El tomillo y el romero
son las yerbas de la sierra,
y en la orilla de los ríos
los juncos y las adelfas.
El engaño y la mentira
tienen su caducidá,
al final, toíto se sabe,
el tiempo te lo dirá.
Antes olía mi Pueblo
a jumo de los tejares,
a alpechín de los molinos
y a cantes por Soleares.
Debes de temerle más
al cobarde que al valiente,
el valiente da la cara
pero el cobarde te miente.
Suele decir el refrán,
que quien más cariño da
es quien recibe más daño.
Yo digo que no es verdad.
SIGUIRIYAS
¡Ay!, Aquella casita
que los dos obramos,
por los permisos, y la malina envidia
la han tirao abajo.
Si un Divé del Cielo
a mi me dijera,
que esta gitana, tan juncal y flamenca
a mí me camela.
El rocío del alba
ya riega la tierra,
y mis ojillos, van mojando de noche
la mía cabecera.
Por la noche me acuesto
y me jarto de llorá,
porque me pierdo, los besos y caricias
que ya no me das.
Olvidarte quisiera
pero ya no pueo,
pensando en ti, yo me paso los días
y más te camelo.
BULERÍAS
El cariño que se compra
eso no es queré ni es ná,
porque el amor verdadero
si es puro, siempre se da.
Quiero que mi beso llegue
a robarte el corazón,
y nuestro destino sea
una historia de pasión.
Si las penas se vendieran
yo pondría en venta las mías
al primero que quisiera.
Dan más limosna los pobres,
porque saben lo que es
comer lo poco que sobre.
Ve apagando ya el candil
que está amaneciendo el día
y el aceite tiene fin.
Yo poquito fui a la escuela,
pero en mi universidad
nunca faltó la faena.
CAMPANILLEROS
Por los pueblos de la Galilea
allá en una aldea
que era Nazaret,
trabajaba en la carpintería
Jesús el Mesías
junto a San José.
Cuando fue mayor,
por los pueblos impartió la doctrina
de la fe divina
y de la Salvación.
La paloma bajó de los cielos
y quedó en la orilla
del Río Jordán,
aquel día bautizaron a Cristo
y le echó las aguas
su primo San Juan.
Y luego después,
el Espíritu Santo divino
nos brindo el Camino
de Pentecostés.
SOLEÁ
El tomillo y el romero
son las yerbas de la sierra,
y en la orilla de los ríos
los juncos y las adelfas.
El engaño y la mentira
tienen su caducidá,
al final, toíto se sabe,
el tiempo te lo dirá.
Antes olía mi Pueblo
a jumo de los tejares,
a alpechín de los molinos
y a cantes por Soleares.
Debes de temerle más
al cobarde que al valiente,
el valiente da la cara
pero el cobarde te miente.
Suele decir el refrán,
que quien más cariño da
es quien recibe más daño.
Yo digo que no es verdad.
Estudiantes de Primaria y Secundaria
Gonzalo Dorado Rosado
IES San Antonio
FANDANGO DE ANDALUCÍA
En el mar brilla la luna,
las olas besan la orilla,
y en la barca de la espuma,
se va mi pena y mi cuna,
con el rumor de la brisa.
El campo huele a romero,
canta el agua en la cañada,
y en el verde de los cerros,
resuena un triste te quiero,
que llora en la madrugada.
Mi guitarra va llorando,
con su quejío de amores,
q en la sierra voy cantando,
porque el alma está esperando,
que se apaguen mis dolores.
Baila el fuego en la candela,
con el son de mi lamento,
y aunque el alma va en tinieblas,
se ilumina la vereda,
con el compás del flamenco.