ALEGRÍAS 

I 

Va buscando en su velero 

una estrella que le guía, 

tus ojos son los dos faros 

que le alumbran la bahía. 

El niño marinero 

se fue a la mar 

a pescar con el alma 

la “clariá”. 

II 

Mirabrás en las marismas, 

Cantiñas por los esteros, 

Alegrías que son los sueños 

de un cantaor marinero. 

Romeras en la fiesta, 

los Caracoles, 

y a soñar con la Rosa 

de mis amores. 

CANTES DE LEVANTE 

I

Latidos de un corazón, 

los ecos de una taranta, 

el sueño de una pasión, 

metales en la garganta, 

las “herías” del carbón. 

II

En una mano un barreno 

y en la otra un crucifijo 

y una oración a los cielos

rezando a Dios por sus hijos 

como los mineros buenos. 

III

Bajo la luz de un farol 

los pulmones “destrozaos”, 

rogando la luz del sol 

a un minero le han “robao” 

la fuerza de un corazón. 

IV

Ni el Rojo el Alpargatero, 

ni Pastora ni Chacón, 

a las tarantas pusieron 

tanto dolor y pasión 

como ese viejo minero. 

TONÁS 

I

Amarrado a una galera 

en la inmensidad del mar, 

no me quitarás el sueño 

de encontrar la libertad. 

II

En las fraguas de Triana 

se forjaban los metales 

con ecos de martinetes 

y “quejíos” de cabales. 

III

Un pueblo errante y sin tierra 

recorriendo los caminos, 

veredas en caravanas 

para forjarse un destino. 

IV

Mirada en el horizonte, 

el alba de la mañana, 

un sueño de libertad 

para esa vieja gitana. 

V

Había pasado el tiempo, 

renegaste de mi amor, 

pero un día me miraste, 

algún rescoldo quedó.

BAMBERAS

I

Si del campo son las flores 

de la bamba, la Bambera, 

y mi corazón te mece 

“pa” que roces las estrellas. 

II

Te lo puse en el columpio 

un pañuelo que tenía, 

en volandas llegó al cielo, 

mira si yo te quería. 

III

Un corazón y una flecha 

con tu nombre y con el mío, 

en el aire se dibujan 

gritando que te he “querío”. 

IV

Mientras se mece el columpio 

grito tu nombre en silencio, 

balanceo que se lleva 

mis suspiros y mis sueños. 

V

El columpio está vacío, 

ya solo lo mece el viento, 

hojas secas del otoño 

que se llevan mis recuerdos. 

TEMPORERAS

Los bolsillos llenitos

de duras penas,

que de noche a mis niños

sirven de cena.

Cuánto pesar conoce

el mentidero.

Diez fanegas mi huebra

¡Y no exagero!

Tagarninas, romazas,

plantas sencillas,

para el hambre del pobre

¡qué maravilla!

En la siega del trigo

soy como un rayo,

por la noche, de ronda

el mejor gallo.

Viejas llantas, de hierro,

mi carro tiene,

pero no hay ningún otro,

que mejor suene.

SOLEARES

Aunque se quiera evitar

siempre encuentra algún motivo,

la muerte para quedarse

en el mundo de los vivos.

Ya nada pido a la vida,

salud, si tiene a bien darme.

Mi suerte dejo en sus manos,

solo queda resignarse

Hasta el reloj que está quieto

dos veces acierta al día,

yo digo que la razón

alguna vez será mía.

Fueron clavitos de olvido,

con los que crucificaste

aquellos tiempos vividos.

Hay quienes muriendo viven,

y quienes viven muriendo.

Lo mires como lo mires,

unos y otros sufriendo.

SEGUIRIYAS

A veces se pierde,

otras no se gana.

A ver si mi suerte, compasión me

tiene,

y cambia mañana.

Tocan a rebato

en mi corazón.

Lo dejaste solo, solito y triste,

y sin ilusión.

A solas yo hablo,

solo me consuelo,

a solas andando, hago caminos,

solo con mis duelos.

La cabeza alta,

que la dignidad

por más que le pongan, cadenas

o leyes,

no la callarán.

Nieblas de egoísmo

no me dejan ver,

y las consecuencias, de mis

desatinos,

pagas tú mujer.

LIBRE

Y vivir a mi manera.

Prefiero ser un don nadie,

la dignidad es mi bandera,

a ser un pobre don alguien

que se agacha ante cualquiera.

Paga tú una mala acción

con una obra bien hecha.

Libera tu corazón,

deja al ruin, de mente estrecha,

penando en su prisión.

Si mil veces yo naciera

¡a Dios pongo por testigo!

tú serías mi compañera,

porque la vida contigo,

la entiendo de otra manera.

Ven y mírame de frente

antes de hablar mal de mí.

Y si mis ojos te mienten,

entonces podrás decir

lo que quieras a la gente.

La dignidad es un pecado

en el mundo en que conozco.

El ladrón es el honrado,

el sabio es necio y tosco

y al bueno se da de lado.

SEGUIRIYAS

Si llegase el día 

en el que te fueras 

la cama sería un campo de ortigas 

y agujitas negras. 

Se murió mi mare 

se jundan los cielos 

que esta puñalaíta sembrá en el

aire 

me mata por dentro. 

Puertecita oscura 

la del cementerio. 

Allí se quea lo que más quería 

sin ningún remedio. 

Como frío hierro 

es tu corazón 

que ni se quiebra ni se

compadece 

de ningún doló. 

Cuando yo me entero 

de tu procedé 

duquelas dobles le das a mi

cuerpo 

con tu mala fe. 

MALAGUEÑA 

Por senderos y caminos 

yo llevo una cruz encima 

solito con mis duquelas 

y sin ninguna alegría, 

se murió mi compañera. 

Desde que tú me has dejao 

tengo yo mi corazón 

tan negro como el carbón 

y en llama viva enredao, 

que no siento ni el doló. 

Parece alegre el jilguero 

mientras en su jaula canta, 

pero no conoce el cielo 

ni ramito de biznaga 

ni la libertad del vuelo. 

Ni los lirios más hermosos 

ni la alondra y sus cantares 

pueden hacerme dichoso: 

desde que murió mi mare 

no encuentro consuelo en nadie. 

TANGO/TIENTO 

Alta torre que en la noche 

te coronan las estrellas, 

mira que horitas amargas 

estoy pasando sin ella. 

Mi corazón sa secao, 

y no hay lluvia que lo llene, 

de tanto sembrar en vano 

pa que otros se lo lleven. 

Está la fuente tan sola 

con su triste rumor de agua 

que es igualita a mis noches 

cuando tu abrazo me falta. 

Espina en el corazón, 

remoto sueño perdió, 

qué pena de tanto fuego 

en cenizas consumio. 

Aquel que llora sus penas 

se arranca de las entrañas 

oscuras flores amargas 

y el fuego donde se quema. 

NANA

Cuando caiga la noche 

sobre tu cuna 

te meceré despacio 

bajo la luna. 

Reinarás entre sábanas 

y tendrás sueños 

con prados luminosos 

y frutos tiernos. 

En tu cuna florecen 

miles de estrellas 

y el lucerito blanco 

que a ti te vela. 

Ya se durmió mi niño 

en su almohada 

que esta nana le arrope 

hasta mañana.