EL COMPOST
La tierra fértil es como “oro en polvo”. Es como un caldo primordial, de donde emerge la vida, en ciertas condiciones. No es magia, no es generación espontánea, es la naturaleza misma, en nuestras ciudades o en el campo, a la que ayudamos a autogenerarse, como debería suceder “naturalmente”. Es un proceso que ocurre entre varios, seres vivos y no vivos. Todo es una gran red y entramado, como un juego de hilos que pasamos de mano en mano. Un juego multi-especie en el que nunca se pierde, al contrario, se gana conocimiento, experiencia, riqueza y tierra fértil para nuestras plantas y huertas, para que el ciclo vuelva a empezar.
¿QUÉ ES EL COMPOST?
Es un abono natural de alta calidad obtenido mediante un proceso llamado compostaje.
¿Por dónde podemos comenzar este ciclo del compostaje?
Partimos de lo que llamamos materiales orgánicos, en este caso, los desechos provenientes de alimentos o productos elaborados con vegetales como el papel. También se utilizan partes no comestibles (para los humanos) de plantas, y plantas no comestibles. Todo ese material será degradado, como ha ocurrido y ocurre en la naturaleza a lo largo de miles de millones de años. Solo que en este caso, controlaremos el proceso de modo que podamos aprovechar el producto en un tiempo menor al natural.
¿Quiénes se encargan de la degradación o descomposición?
El proceso consiste en crear las condiciones necesarias (de luz, temperatura y humedad) para que la materia orgánica sea descompuesta por diversos microorganismos y pequeños invertebrados como las lombrices californianas.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE COMPOSTAR?
Porque obtenemos un abono de elevada calidad para nuestras plantas, pues es rico en nutrientes, sin ningún tipo de producto químico sintético. Así, devolvemos al suelo la materia orgánica que extraemos, y lo enriquecemos. Además, el compost permite mantener una correcta aireación y humedad del suelo.
Conjuntamente, tiene beneficios económicos porque no es necesario adquirir el abono, ya que se obtiene de un proceso muy sencillo que se puede realizar en nuestras casas o en el barrio.
HABITANTES DEL COMPOST
El compost es un ecosistema y lo habitan distintos microorganismos, insectos y lombrices en forma interrelacionada. Conozcamos a los bichitos que aparecen y, también, la función de cada uno en la compostera:
1) LOMBRICES: Las protagonistas. Se alimentan del material húmedo que ponemos en la compostera. Mientras excavan y hacen túneles en las composteras, consumen cualquier tipo de materia orgánica y eliminan sus excrementos que se transforman en compost. Ayudan a acelerar el proceso de compostaje. Las lombrices californianas son las más indicadas porque pueden ingerir por día una cantidad de alimento equivalente a su propio peso y el humus que se produce luego de su digestión es un abono natural de contenido muy alto en minerales como nitrógeno, fósforo, calcio, potasio, etc.
Qué hacer si hay: nada, porque las amamos. Qué hacer si no hay: agregar lombrices en la compostera.
2) MOSCA SOLDADO: lo que vemos en el compost son las larvas (blancas) de las moscas. Al igual que las lombrices se alimentan del material húmedo y aceleran el proceso de compostaje. Si bien la mosca soldado puede ser beneficiosa para el compost en algunos aspectos, es muy competitiva por la comida, por lo que podrían llegar a dejar a las lombrices sin alimento.
Qué hacer si hay: tapar mejor los compostables, cubrir bien lo que agreguemos con viruta, dado que prefieren entornos más húmedos.
3) HORMIGAS: no se llevan bien con las lombrices, a quienes pueden atacar.
Qué hacer si hay: regar el compost, a las hormigas no les gustan los entornos húmedos.
4) BABOSAS Y CARACOLES: si bien no comen tanto como las moscas soldado, pueden competir por el alimento con las lombrices. Por otro lado, si quedan en el compost cuando esté maduro y lo usemos como abono, estos bichitos se van a comer nuestras plantas.
Qué hacer si hay: también le gustan los ambientes húmedos, por lo que agregar secos ayuda a reducir la cantidad de estos habitantes.