El barrio no es ajeno al sufrimiento, tanto por la actualidad, como por su historia. Los comerciantes se acostumbran y lidian con ella a su manera. Boedo tiene una rica cultura que identifica a los trabajadores del barrio.
Por: Santos Vidal
El histórico barrio de Buenos Aires, hogar de tango y fútbol, combate la crisis como puede.
La actividad comercial, incluyendo la venta de electrodomésticos, la ocupación inmobiliaria, y los comercios locales, disminuyeron fuertemente sus actividades. Según algunos comerciantes del barrio, se vende un 40% menos que el año pasado, y en la última década, cada año que pasó fue peor.
Igualmente, Boedo es barrio de gauchos y matadores. Fiel al estilo del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, Boedo es un barrio caracterizado por su garra y esfuerzo. Los colores azulgranas pintan las paredes del barrio, y los corazones de los habitantes. A pesar de la ausencia del Viejo Gasómetro, el club mantiene una sede social donde se encuentra la atención al socio, la administración, y dónde juega el equipo de básquet de San Lorenzo.
Están acostumbrados a sufrir todo tipo de crisis, "Las ventas están complicadas, pero no estamos viviendo nada que no haya pasado", comentó Javier Godoy, dueño de un pequeño comercio en la Avenida San Juan y Boedo. En Boedo hay más de 1000 comercios que sufren constantemente la caída de la actividad económica.
Mapa de calor que indica las áreas de mayor actividad comercial. Crédito: Mercedes Gramajo.
Entre el tango y la supervivencia
La esquina de San Juan y Boedo se asocia con fiesta y carnaval, calle donde San Lorenzo festeja sus campeonatos, nada más y nada menos. Ni hablar de la inmensa historia tanguera que tiene el barrio. Hasta el mismísimo Carlos Gardel tuvo el placer de cantar ahí. Boedo es hogar de una cultura de tango que persiste hasta hoy.
Sin embargo, el barrio no es ajeno a la realidad. Las crisis económicas lo golpean sin descanso ni piedad. Cada vez hay menos festejos, aunque razones para festejar no faltan. Los famosos bares de Boedo dejan todo para sobrevivir. La pandemia fue un golpe importante, y para algunos letal.
Cena Show de tango en Esquina Homero Manzi.
Crédito: Candela Batica
"No le saquen el cuero a nadie"
Eso alguna vez dijo el Papa Francisco, una persona que conoce Boedo como pocos. Fiel al barrio y a su gente, era un habitué de Avenida La Plata y sus locales. Más de una vez compró zapatos en su juventud en el barrio. Boedo es el centro de la marroquinería y de la venta de cuero en la Ciudad de Buenos Aires. Es una de las actividades económicas más importantes del barrio, no solo por el movimiento comercial, sino hasta por el reconocimiento nacional e internacional que tiene Boedo con la marroquinería.
Crédito: Candela Batica
La crisis se pelea entre todos
Boedo tiene un fuerte sentido de pertenencia y unión. El comercio es una pieza fundamental del barrio, y la principal fuente económica. La crisis golpea el comercio más que cualquier otra actividad. La gente compra menos, los comercios venden poco, y la actividad económica cae.
“Los comerciantes se apoyan mutuamente para sobrevivir a la crisis. No hay grandes soluciones, pero lo que mantiene vivos a los negocios es esa solidaridad entre vecinos y emprendedores”, dice Maria Eugenia Acuña, miembro de la junta comunal 5. Los comerciantes colaboran unidos para intentar aguantar este momento.
Homenaje a un jugador de origen vasco que jugó en San Lorenzo. Crédito: Santos Vidal