En el ciclo de 1° a 4° Básico (aproximadamente de 6 a 10 años) se enfoca en establecer los fundamentos académicos y personales que su hijo necesitará para toda su vida escolar.
Este modelo es altamente beneficioso porque adapta el proceso educativo al ritmo, estilo de aprendizaje e intereses de cada estudiante, en lugar de seguir un enfoque único para todo el grupo.
Este ciclo es crucial porque en él se sientan las bases de la lectura, escritura y el razonamiento matemático. Los aprendizajes clave incluyen:
Lectura Fluida y Comprensiva: Se pasa de aprender a decodificar letras a leer con velocidad y, más importante, a entender lo que se lee (comprensión lectora).
Escritura Estructurada: Desarrollo de la habilidad para escribir oraciones completas y párrafos con coherencia, aplicando reglas básicas de gramática y ortografía.
Comunicación Oral: Adquisición de vocabulario avanzado y la capacidad para expresar ideas, opiniones y relatar historias de forma clara y respetuosa.
Operaciones Fundamentales: Dominio de la suma, resta, multiplicación y división. Este es el conocimiento más crítico de la etapa.
Resolución de Problemas: Aprender a aplicar las operaciones matemáticas para resolver situaciones de la vida real, desarrollando el razonamiento lógico.
Conceptos Introductorios: Comprensión básica de fracciones, medición (tiempo, peso, volumen) y figuras geométricas (perímetro y área iniciales).
Conocimiento del Medio: Exploración de las ciencias naturales (cuerpo humano, ecosistemas, animales, plantas) y sociales (historia local, geografía básica, ciudadanía).
Hábitos de Estudio: Desarrollo de la organización, planificación y responsabilidad para las tareas y el estudio.
Pensamiento Crítico: Comienzo de la habilidad para comparar, clasificar y analizar información en lugar de solo memorizarla.
El modelo personalizado maximiza el aprendizaje porque se centra en la maestría y el bienestar emocional del estudiante:
Fundamentos Sólidos: Si un niño necesita más tiempo para dominar la multiplicación o la comprensión lectora, el modelo se lo proporciona. Esto asegura que el estudiante no avance a contenidos más complejos sin tener una base absolutamente sólida.
Desafío Adecuado: Los estudiantes avanzados no se aburren. El colegio ofrece material de extensión y proyectos más complejos para mantenerlos motivados y expandir sus conocimientos.
Atención Focalizada: Los profesores, que actúan como guías, conocen las fortalezas y debilidades específicas de cada niño. Saben exactamente dónde enfocar el apoyo o el desafío.
Responsabilidad: El niño aprende a autogestionar su tiempo y sus tareas, fomentando una sensación temprana de autonomía fundamental para los grados superiores.
Motivación Intrínseca: Al ser guiado por sus intereses y enfrentar desafíos a su medida, el niño experimenta el éxito con frecuencia, lo que aumenta su autoestima y fomenta el amor por el aprendizaje.
Habilidades del Siglo XXI: El enfoque personalizado potencia el pensamiento creativo, la resolución de problemas y la capacidad de colaboración, habilidades esenciales que van más allá del contenido curricular.
Conexión Emocional: El vínculo cercano con el profesor (tutor) permite identificar y apoyar las necesidades emocionales del niño, creando un ambiente seguro donde se siente visto y valorado.
En resumen, en este ciclo la educación personalizada garantiza que su hijo adquiera todas las herramientas académicas esenciales sin sentirse presionado o abrumado, mientras desarrolla la confianza necesaria para convertirse en un aprendiz independiente.