El presente vislumbra el futuro
profesionales a carta cabal
con el lema por siempre, por siempre
a triunfar, a triunfar, a triunfar
Hace mucho tiempo, hubo un sueño que se hizo realidad abrir un Centro Educativo para los hijos de los profesores de la Universidad. Un colegio que tuviera carácter asistencial, que brindara en el diario quehacer pedagógico una formación integral, que no sólo se centrara en la enseñanza de conocimientos, sino también en valores que los preparen para la vida social. Abrió pues sus puertas en un hermoso preescolar, que en 1972 se llenó de risa angelical. Al año siguiente fue reglamentado por el Ministerio de Educación, así comienza esta historia que tiene continuación. Cincuenta niños al preescolar entraron, a esta recién creada institución: atendiendo las necesidades alimenticias, psicológicas y de salud como su principal misión, dándole tranquilidad a los padres, por lo que la matrícula aumentó.
Ofrecer un Servicio Educativo integral de calidad y de carácter asistencial que favorezca un proceso de enseñanza-aprendizaje centrado en el estudiante como constructor activo del conocimiento, con capacidad progresiva de investigación e innovación, que estimule sus potencialidades creativas, formando a un individuo activo, que sea crítico, capaz de resolver problemas que el entorno le presente, autónomo, con capacidad de investigación abierto a las vivencias de valores y capaz de contribuir al progreso de la nación.
Ser un plantel de alto prestigio educativo, que se distinga por los más elevados niveles de calidad y excelencia académica que nos permita formar ciudadanos integrales con sensibilidad social y ambiental, educados en valores y con sentido de pertenencia institucional, con el aprovechamiento de los recursos tecnológicos, mediante un equipo de trabajo en permanente actualización y cohesionado para así garantizar la inserción en la sociedad de un estudiante capaz de contribuir con el desarrollo sostenido de la nación.
