TRIDUO A NTRA. SRA. DE LOS DOLORES

En Septiembre la Agrupación celebra el Triduo en Honor a Ntra. Sra. de los Dolores.

Este se celebra el fin de semana anterior o posterior al 15 de Septiembre, día de Ntra. Sra. de los Dolores.

ORACIÓN

Oh Madre Dolorosa,

Por tus lágrimas,

Por la corona de espinas,

Por los clavos que llevas en tus manos,

Por las espadas de dolor con que nuestros pecados traspasaron tu corazón,

Vuelve a nosotros, esos tus ojos, misericordiosos

Y alcánzanos de tu hijo Cautivo por dolor intenso de nuestras culpas

Los vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad.

Oh madre dolorosa protege a la santa Iglesia, protege a tu pueblo de Pilas, ampara a la juventud y auxilia a los enfermos.

- Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.

- Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

- Padre Nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

- Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también perdonamos a quien nos ofende, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

- Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

- Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Nuestra Señora de los Dolores, ruega por nosotros.

PETICIONES

Monición del sacerdote

Dios, Padre de los pobres y de los humildes, ha elegido a María para templo de su gloria. A él dirigimos nuestra confiada oración.

Intenciones

1. Por la santa Iglesia, para que, cogiendo con humildad y fe el don de la salvación, sea, cada vez más, canal de gracia y de perdón para la humanidad. Roguemos al señor.

2. Por nuestro anterior Párroco Don Adolfo, para que el Señor lo cuide y ayude en su lucha; y por nuestro Párroco Don Antonio Jesús, para que encuentre en nuestro pueblo el apoyo siempre y la confianza. Roguemos al señor.

3. Por los más necesitados de nuestra sociedad, para que reciban la ayuda y el calor por parte de quienes, como María, consagran su vida al servicio de los demás. Roguemos al señor.

4. Por todos nosotros, para que el espíritu de gratitud y alabanza que brilló en Virgen María nos haga fieles y agradecidos tanto en los momentos de prueba como de alegría. Roguemos al Señor.

Oración del sacerdote

Padre misericordioso, tú, que conoces nuestro corazón, ven en ayuda de nuestra debilidad y, por intercesión de María, Virgen Orante, escucha nuestras súplicas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

SEGUNDO DÍA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del

Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN INICIAL

Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se oyó decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro, haya sido de Vos abandonado.

Animado yo con esta confianza a Vos también acudo, oh Virgen, Madre de las Vírgenes, y oprimido con el peso de mis pecados, gimiendo y temblando, me prosterno ante vuestra presencia. Oh Madre del Divino Verbo, no despreciéis mis súplicas, antes bien dignaos acogerlas benignamente. Amen.

LECTURA

La Asunción de la Virgen María:

Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo y enaltecida por Dios como Reina del Universo, para ser confirmada más plenamente a su hijo.

ORACIÓN

Oh Madre Dolorosa,

Por tus lágrimas,

Por la corona de espinas,

Por los clavos que llevas en tus manos,

Por las espadas de dolor con que nuestros pecados traspasaron tu corazón,

Vuelve a nosotros, esos tus ojos, misericordiosos

Y alcánzanos de tu hijo Cautivo por dolor intenso de nuestras culpas

Los vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad.

Oh madre dolorosa protege a la santa Iglesia, protege a tu pueblo de Pilas, ampara a la juventud y auxilia a los enfermos.

- Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.

- Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

- Padre Nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

- Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también perdonamos a quien nos ofende, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

- Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

- Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Nuestra Señora de los Dolores, ruega por nosotros.

PETICIONES

Monición del sacerdote

Dirijamos confiados nuestra oración a Dios Padre, que ha prometido habitar en los corazones de aquellos que, como María, guardan su Palabra.

Intenciones

1. Por los pastores de la Iglesia, para que, formados en la escuela de María, Madre de Dolores, sean fieles mensajeros de la palabra de Dios y dispensadores incansables de su misericordia. Roguemos al señor.

2. Por el pueblo de Pilas, para que la paz sea su raíz en la conversión del corazón, que hace pasar del egoísmo a la generosidad. Roguemos al señor.

3. Por los enfermos, para que hallen en María, Madre dolorosa, ayuda y consuelo, y en los hermanos solidaridad generosa que aliente su esperanza. Roguemos al señor.

4. Por nosotros aquí reunidos, para que, guardando la palabra que hemos escuchado, seamos servidores fieles y testigos del reino entre los hombres. Roguemos al Señor.

Oración del sacerdote

Oh, Dios, por intercesión de María, que nos precede en la peregrinación de la fe, fortalece en nosotros el deseo del bien, refuerza nuestra esperanza y confírmanos en la caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

TERCER DÍA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del

Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN INICIAL

Acuérdate, Virgen Madre de Dios, cuando estés en la presencia del Señor, de hablar en favor nuestro y que aparte su indignación de nosotros.

Oh Santísima Madre, hazme esta gracia: fija en mi corazón con eficacia las llagas de Jesús crucificado.

Haz que de Cristo en mí lleve la muerte, que participe su pasión y suerte y medite en sus llagas apenado.

Para que no arda en los eternos fuegos, defiéndeme tú, oh Virgen, con tus ruegos, en el día del juicio.

Y tú, oh Cristo, al salir yo de esta vida, por tu Madre querida, haz que llegue a la palma de victoria.

Cuando mi cuerpo muera, haz que mi alma adquiera paraíso a la gloria.

LECTURA

Oh Virgen Dolorosa, concédeme que, así como tú, por tus dolores, recibes gran gloria en el cielo y triunfas allí como reina gloriosa de los mártires, así yo también, después de una vida mortificada con Cristo. Concédeme, oh Reina de los mártires, vivir en la cruz con paciencia, morir en la cruz con esperanza y reinar por la cruz con gloria.

ORACIÓN

Oh Madre Dolorosa,

Por tus lágrimas,

Por la corona de espinas,

Por los clavos que llevas en tus manos,

Por las espadas de dolor con que nuestros pecados traspasaron tu corazón,

Vuelve a nosotros, esos tus ojos, misericordiosos

Y alcánzanos de tu hijo Cautivo por dolor intenso de nuestras culpas

Los vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad.

Oh madre dolorosa protege a la santa Iglesia, protege a tu pueblo de Pilas, ampara a la juventud y auxilia a los enfermos.

- Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.

- Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

- Padre Nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

- Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también perdonamos a quien nos ofende, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

- Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

- Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Nuestra Señora de los Dolores, ruega por nosotros.

PETICIONES

Monición del sacerdote

Elevemos nuestra oración a Dios, fuente de la sabiduría, que revela sus misterios a los pobres y sencillos. Lo hacemos animados por la mediación de María, la humilde hija de Sion.

Intenciones

1. Por los jóvenes, para que busquen la verdad con corazón libre y puro, asumiendo las dificultades que conlleva la fidelidad al Evangelio. Roguemos al señor.

2. Por nuestro Párroco Don Antonio Jesús y nuestro Vicario Don José Antonio para que, sean fieles mensajeros de la palabra de Dios y dispensadores incansables de su misericordia. Roguemos al señor.

3. Por los que han sufrido de primera mano por esta pandemia, para que el ángel confortador, inspirado por María, por mediación de Dios, deposite humildes flores, símbolo de salud y fortaleza. Roguemos al señor.

4. Por nuestra Agrupación, para que sigua siempre caminos justos de caridad y amor al prójimo; y sea fuente de ayuda a los más necesitados. Roguemos al Señor.

5. Por Nuestra Señora de los Dolores, para que, con su Hijo, Jesús Cautivo, velen siempre por nosotros y nos libren de todo mal. Roguemos al Señor.

Oración del sacerdote

Acoge, Padre, nuestras súplicas y derrama sobre nosotros la luz de tu Espíritu para que, como María, sepamos glorificar tu nombre con la santidad de la vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PRIMER DÍA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN INICIAL

Dame tu mano, María, la de las tocas moradas, clávame tus siete espadas en esta carne baldía.

Quiero ir contigo en la impía tarde negra y amarilla.

Aquí, en mi torpe mejilla, quiero ver que se retrata Esa lividez de plata, esa lagrima que brilla.

¿Dónde está ya el mediodía luminoso en que Gabriel, desde el marco del dintel, te saludó: “Ave, María”?

Virgen ya de la agonía, tu Hijo es el que cruza ahí.

Déjame hacer junto a ti este augusto itinerario.

Para ir al monte Calvario cítame en Getsemaní.

A ti doncella graciosa, hoy maestra de dolores,

Playa de los pecadores, nido en el que el alma reposa,

A ti te ofrezco, pulcra rosa, las jornadas de esta vía.

A ti, Madre, a quién quería cumplir mi humilde promesa.

A ti, celestial princesa, Virgen sagrada María. Amén.

LECTURA

La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús: Virgen María: por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención como corredentora sería a base de dolor; te acompañamos en este dolor... Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes.