Henoc nace por aquella época convulsionada del mundo, ya que los demonios con sus enseñanzas en diversas mancias, ciencias y hechicerías, hacían de la humanidad un caos.
La ciencia de la época trastocaba la creación de una manera espantosa, y ésa humanidad devastaba recursos para el sostenimiento de éstos “gigantes” que la misma tierra no podía soportar. Se había llegado a la mezcla de razas de animales y aves entre si, y de animales y hombres, y la prueba fehaciente de ello, es la cultura Griega y las anteriores a la misma, incluso llegando a la civilización atlante si se quiere, cuyos vestigios quedaron en Egipto con su panteón de dioses mitad hombre mitad animales, animales alados en Babilonia y Asiria, en la misma Grecia con sus mitos de los dioses del olimpo, ó dioses con muchos brazos y mezcla con animales en la India y así por el estilo. Todo dando razón al libro que a la postre nos llegaría de la mano de Henoc.
Henoc era un simple zapatero de la época, en cuyo corazón ya residía la entrega a las leyes de Dios, y se llegó un Ángel del Señor a él para llevarlo en una recorrida previa por todas las dimensiones del cielo, para adquirir los conocimientos necesarios para poder dejar “testimonio”, por escrito, ya que fue el primer humano en escribir, de todo cuanto en el cielo le fue enseñado. Trasladando así esas enseñanzas a los hombres y dando testimonio de acusación sobre aquella civilización cuyo extravío hacía de la tierra un mundo insano en toda su expansión.
Ya era un ser muy especial Henoc, pues al nacer, tenía un color de piel muy blanca como la nieve y un brillo en su cuerpo, que le hicieron pensar a Jared, que en realidad Henoc podía ser hijo de alguno de los Nefilim que se habían allegado a las mujeres de los hombres de la tierra.
Durante 6 años viajó Henoc por las diferentes dimensiones del cielo, aprendiendo y acumulando conocimiento que luego son los que le van a permitir emitir testimonio sobre el mundo y todo lo creado.
Así es que se emitió juicio sobre ese mundo antiguo y el diluvio llegó para borrar la maldad de la faz de la tierra. Y Henoc fue Testigo y dío su testimonio en la tierra y en ésta en el cielo a la espera del juicio por venir cómo veremos más adelante.
Es hasta nuestros días en 2024, qué Israel sigo en guerra con otras naciones que lindan al monte Hermón, como son Siria y el Líbano. Es de no creer, pero la guerra del cielo tiene su correspondiente en la tierra, y es algo que no ha de acabar hasta que el bando oscuro no sea del todo destruido.
Cuenta la historia que, a poco de terminar de dar su testimonio al mundo, ya habiendo legado instrucciones a Matusalén y a Noé sobre el cataclismo por venir, el Señor tomó a Henoc de la tierra y lo trasladó al cielo. Y de ello da fe el profeta Zacarías en una de sus visiones donde puede ver a los dos candelabros y los dos olivos, y se le explica que eran los que esperan nuevamente el momento de dar “testimonio” al final de los días.
Imaginar el mundo de aquellos tiempos es simple en las palabras de Jesús en el evangelio:
“Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. “. Pues, así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca...
El mismo Jesús nos da el indicio de que aquellos días perversos son iguales a los de ahora, con una ciencia y con una espiritualidad plagadas de una corrupción nunca antes vistas, dando por sentado que existe desde hace muchos años una intervención no humana, y no buena en el devenir de los habitantes del planeta tierra.
Quién puede decir que no nos estamos “hibridando” poco a poco con una inteligencia artificial que a la larga nos reemplazará por completo, incluso en la carne, quién puede poner en duda que incluso las grandes instituciones religiosas del mundo, son las más ateas en su esencia, sólo entregándose a las pasiones más inmundas de la carne y del dinero, con nada de espiritualidad para brindar.
Vamos camino de un nuevo orden mundial, con un solo idioma, del cual aún sin saber hablar otros idiomas, ya la inteligencia artificial y la informática están brindado los medios para una comunicación como si fuera una sola lengua universal , las naciones en sus diferentes bloques han ido dejando detrás sus fronteras para ir tras leyes igualitarias en el mundo y los gobiernos parecen manejados por una sola mano oculta que guía los destinos del mundo hacia una destrucción total , para que finalmente pueda ser el remanente un número que se maneje cómo aprisco.
Así en breve caminamos hacia una religión un gobierno y una sola lengua. Todo bajo el control del Anticristo, del anti mesías, de la Bestia y de su falso profeta. En definitiva, un mundo en su control total satánico.
Mirar el mundo hoy, es mirar aquel mundo pre diluviano, el mundo a donde Henoc fue enviado a proclamar testimonio y sentencia.
Una vez instalados en tierra, éstos demonios comenzaron a revolucionar el mundo, de tal manera que cada uno de ellos fue enseñando a los humanos las diversas artes y ciencias que hemos heredado, vistos en las grandes construcciones ciclópeas, a día de hoy, sin poder determinar la forma, ni los tiempos que demoraron su construcción. Y más allá de eso, se desparramaron por aquel viejo mundo, de tal manera que esas construcciones aparecen en casi todos los continentes del mundo actual, cómo testigos fieles de aquel conocimiento.
Desde el mismo Egipto, con sus pirámides, hasta China con las suyas, Machu Pichu, Ollantaytambo y otras, configuran el testimonio del establecimiento de ésta raza.
Dicho esto, la misión específica de Henoc, no era más que reprender todo lo malo que se había expandido en el mundo antiguo. La inmoralidad sexual, la idolatría, el culto a divinidades mezcla de animales y hombre y en todo ámbito, pues si ha quedado un remanente subyacente de aquella época, son por ejemplo las míticas “sirenas”, y prueba de ello , no sólo es los testimonios de los viejos marineros de antaño, sino también aquellos pueblos que dieron adoración a al Dios pez Oannes ó Uannes.
Confluyen en éste punto y con los relatos del libro de Henoc, los mitos Atlantes, los mitos Griegos y del otro lado del Atlántico, los mitos Mayas, Aztecas y Toltecas y las civilización Incaica entre otras en América del Sur.
Vestigios de aquella civilización también quedó con los Onas, aborígenes gigantes del sur argentino y chileno, preservados del mundo en general por su lejanía en el mapa para el mundo en los albores del descubrimiento “oficial” de América.
Henoc, se ganó el premio de ser llevado “vivo” al cielo, y de recibir, el cargo de “escriba” de los juicios divinos, en los tiempos pre dilúvianos todos excepto Henoc murieron, según los textos antiguos, fue decisión de Dios ya que no quería que éstos patriarcas vieran la desolación que ocurriría en la Tierra como castigo por los pecados del mundo.
Una sequía sin precedentes, cómo consecuencia de algo que hoy llamaríamos “cambio climático”, comenzó con el azote hacia aquellos perversos. Mientas Noé comenzaba la construcción del Arca.
Ya no había vuelta atrás, la sentencia estaba dictada y el mismo Henoc daba testimonio de ello.
Las señales en el cielo eran bien visibles ya, de ello dan fe las tabillas sumerias, donde comienza la aparición aquel dragón de fuego que se aproximaba y cuya aproximación haría mover 23° el eje de la Tierra y serían conmovidos los cielos y la Tierra.
Henoc había recibido en su viaje a las diferentes dimensiones del cielo, el conocimiento astronómico necesario, para instruir a Noé sobre las fechas de los acontecimientos venideros, Noé por su parte contactaba con Dios de manera fluida en cuanto a la construcción del Arca, cómo a la colección de los animales a rescatar, de los humanos que ingresarían en el Arca y de cuanto detalle humano debía encargarse ante tal cataclismo.
Los Nefilim no creyeron en todo esto, pués si bien los 200 que cayeron trajeron consigo el conocimiento en las ciencias del cielo, perdieron la condición de salvación al mezclarse con los humanos y la idolatría reinaba dando paso a un agnosticismo respecto de la predica de Henoc que equivocó los pasos de quienes no pertenecían al pueblo elegido por Dios.
Y las aguas llegaron y se los llevó a todos, Nibiru daba su paso cíclico por el sistema solar y la suerte estaba echada.
El cataclismo había llegado, y algunos de aquellos gigantes huyeron a ciudades intraterrenas en el Ecuador del planeta.
Dan fe de esto las tablillas del Padre Crespi y la Cueva de los Tayos. De la cual también habla Parravicini en una de sus Psicografías, que aquí adjunto.
Anticipando también a modo de profecía, que los mismos resurgirán al final de los tiempos (actuales), cuando los meridianos regresen (a la posición pre diluviana).
Es muy importante la figura de Henoc en ésta parte de la historia, no tanto por ser efectivamente el "escriba" del Señor, sinó porque según los textos antiguos, cuando no existían las dinastías faraónicas , Henoc ya vivía en las pirámides. Los textos son más que claros al señalar que a medida que se acercaba el momento de ser llevado al cielo (vivo) , Henoc debió de preparar su cuerpo, su mente, su alma a tal propósito y se recluyó en una de las pirámides de Egipto y desde allí impartió sabiduría a los que estaban deseosos de conocer el mensaje divino.
El libro de Yaser en sus páginas narra un evento muy interesante previo a que Henoc fuera retirado de la Tierra a fin de ser reservado para los días finales.
Y el Ruaj (Espíritu) del Todopoderoso estaba sobre Henoc, y él enseñó a todos sus hombres la
sabiduría del Todopoderoso y Sus caminos , y los hijos de los hombres sirvieron a YAHWEH
todos los días de Henoc, y ellos vinieron a oír su sabiduría.
Y fue en el año de la muerte de Adam, cual fue en el año 243 del reino de Henoc, en ese
tiempo Henoc resolvió separarse de los hijos de los hombres y secuestrarse como al principio
para servir a YAHWEH.
Y Henoc lo hizo así, pero no se ocultó de ellos completamente, sino se mantuvo lejos de los
hijos de los hombres por 3 días y después iba a ellos 1 día.
Y durante los 3 días que él estaba en su cámara , él oraba y alababa a YAHWEH su Elohim
y el día que él salía aparecía a sus súbditos y les enseñaba los caminos de YAHWEH, y todo
lo que ellos le preguntaban acerca de YAHWEH, él les decía.
Y él lo hizo de esta forma por muchos años, y después él se escondía por 6 días y aparecía
a su pueblo 1 día en 7; y después de eso una vez al mes, y después una vez al año, hasta que
todos los reyes y príncipes lo buscaban y querían ver el rostro de Henoc (aquí se asemeja a semblanza del rostro de Moisés luego de ver a Dios en el Horeb) , y oír su palabra; pero ellos no podían, pues todos los hijos de los hombres estaban grandemente temerosos de
Henoc, y temían acercarse a él por causa del sobrecogimiento semejante a Elohim que estaba
asentado en su semblante; por lo tanto, ningún hombre podía mirarlo a él, temiendo que
podía ser castigado y morir.
Y todos los reyes y príncipes resolvieron reunir los hijos de los hombres, y venir a Henoc,
pensando que ellos podrían hablar con él en ese tiempo cuando él de bía salir y estar entre
ellos, y ellos así lo hicieron.
Y el día llegó cuando Hanoj salió y todos ellos se reunieron y vinieron a él, y Henoc les habló
a ellos las Palabras de YAHWEH y él les enseñó sabiduría y conocimiento, y ellos se inclinaron
delante de él y dijeron: ¡Que el rey viva! ¡Que el rey viva!
Y un tiempo después, cuando los reyes y príncipes y los hijos de los hombres estaban
hablando con Henoc, y Henoc les estaba enseñando los caminos de Elohim, he aquí que un
malaj (ángel) de YAHWEH llamó a Henoc desde el cielo, y deseaba traerlo al cielo para que él reinara
sobre los hijos de Elohim como él había reinado sobre los hijos de los hombres en la tierra.
Cuando en ese tiempo Hanoj oyó esto, él fue y reunió los habitantes de la tierra, y les
enseñó sabiduría y conocimiento y les dio instrucciones Divinas, y les dijo a ellos: He sido
requerido ascender al cielo, yo por tanto no sé el día de mi partida.
Y ahora por tanto les enseño sabiduría y conocimiento y les daré instrucción antes de que
los deje, de cómo actuar sobre la tierra para que vivan; y así él hizo.
Y él les enseñó sabiduría y conocimiento, y les dio instrucción, y él los reprendió, y puso
delante de ellos estatutos y juicios para hacer sobre la tierra, e hizo Shalom entre ellos, y él les
enseñó vida eterna, y vivió con ellos algún tiempo enseñándoles de todas esas cosas.
Y en ese tiempo los hijos de los hombres estaban con Henoc, y Henoc estaba hablando con
ellos, y ellos alzaron sus ojos y la semejanza de un gran caballo descendió del cielo, y el
caballo daba pasos en el aire; (aquí se establece una historia igual a la abducción de Elías)
y ellos le dijeron a Henoc lo que habían visto, y Henoc les dijo a ellos: Por causa mía este
caballo desciende del cielo; el momento ha llegado cuando tengo que irme de ustedes y ya no
seré visto por ustedes.
Y el caballo descendió en ese momento y se paró delante de Henoc, y todos los hijos de los
hombres que estaban con Henoc lo vieron. Y Henoc entonces de nuevo ordenó que una voz fuera proclamada, diciendo: Dónde está el
hombre que se deleita en conocer los caminos de YAHWEH su Elohim que venga este día a
Henoc antes de que él sea llevado de nosotros.
Y todos los hijos de los hombres se reunieron y vinieron a Hanoj ese día ; y todos los reyes
de la tierra y sus príncipes y consejeros permanecieron con él ese día; y Henoc entonces
enseñó a los hijos de los hombres sabiduría y conocimiento, y les dio instrucciones Divinas y
les aconsejó servir a YAHWEH y caminar en Sus caminos todos los días de sus vidas, y él
continuó haciendo Shalom entre ellos.
Aquí es donde se manifiesta el poder del Evangelio antes del fin. Se establece un paralelismo entre el Evangelio predicado poe Henoc, previo a la llegada del Diluvio (Noé continúa la obra hasta el final) y las mismas palabras que Jesús nos legó por medio de los apóstoles:
Mat 24:14 »Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.