La relevancia de esta investigación radica en que se comprende y se fundamenta teóricamente el currículo desde las tres categorías, desde las categorías que emergen de la lectura del PEI   la forma en que se asume las características del contexto, asegurando no solo el respeto, sino también el fortalecimiento de la identidad cultural de los estudiantes; lo que permite caracterizar pedagógicamente la institución de modo que la comunidad educativa encuentre en este recinto el orgullo de ser indígena y la presente como modelo a otras comunidades indígenas del país.

Un currículo claro y coherente puede ayudar a la institución a establecer alianzas donde esto permite establecer una visión clara y coherente de la educación que se busca impartir, lo que a su vez facilita la planificación y la toma de decisiones en cuanto a la enseñanza y el aprendizaje. Una práctica pedagógica y coherente permite a los docentes y a los estudiantes comprender mejor el proceso de enseñanza-aprendizaje y trabajar en conjunto para alcanzar los objetivos educativos.

A su vez, un PEI coherente y claro permite a la institución educativa evaluar y mejorar continuamente, lo que asegura que la educación sea de alta calidad, se adapte a las necesidades cambiantes de la sociedad y avance en el cierre de brechas educativas de la población rural lo que ha de generar un mayor impacto en el proyecto de vida de los estudiantes, en la transformación de su comunidad y en la pervivencia de su cultura.