Literatura

Literatura y subjetividad: Una lectura familiar de Cien años de soledad

Este trabajo final es un ensayo creativo incorporando las diferentes lecturas subjetivas de mis familiares de Cien años de soledad. Desde mi punto de vista, este proyecto es una manera única de abordar una de las novelas más importante del canon Latinoamericano. Adicionalmente, fue especial poder compartir esta obra con mi familia y me dio una apreciación profunda de todo lo que ofrece la literatura. Es decir, cada vez que uno lee Cien años de soledad, o cualquier novela, va a observar y sentir diferentes cosas. La habilidad de indagar en estas diferencias era motivo para continuar a leer y aprender de la literatura latinoamericana.

En esencia, como teoriza Louis Rosenblatt, las experiencias de mis diferentes familiares directamente influyen su interpretación literaria. Mi madre expresa su incomodidad en el realismo mágico y refleja que los momentos maravillosos en Cien años de soledad pueden ser una manera en que la gente no educada o atorada en el pasado observan y explican el mundo. En el comienzo de la novela el hielo es descrito como “un enorme bloque transparente, con infinitas agujas internas en las cuales se despedazaba en estrellas de colores la claridad del crepúsculo” (28). Consecuentemente, José Arcadio Buendía lo identifica como “el diamante más grande del mundo” sirviendo como un ejemplo perfecto de una explicación fantástica para lo perfectamente ordinario. Benji similarmente aborda el realismo mágico como una manera de explicar lo desconocido, pero para él, los que viven en una cultura occidental son los ignorantes. Es claro que la sociedad americana en que Emily y Benji crecieron incita este énfasis en la traducción. Es decir, Macondo y la sociedad que García Márquez describe a través del curso de la novela es algo ajeno para mi madre y mi hermano. Es una realidad diferente de las suyas. Aquí emerge otra vez la unificación de los mundos subjetivos de cada lector enredado dentro del tema del realismo mágico. Lo fascinante es como las perspectivas subjetivas de mi madre y mi hermano provocan interpretaciones tan similares, pero diferentes a la misma vez. A pesar de compartir los mismos valores, la misma cultura, y similares experiencias académicas, estos sutiles desacuerdos surgen.

Mi padre, Carlos, conecta el tema del realismo mágico a su vida y su experiencia como nicaragüense de una manera sumamente tangible. Él describe el realismo mágico como “una manera de llegarle directo al pueblo, al lector en todos sus niveles. Ya sea intelectual, pobre, rico, de cualquier clase social, a través de esta novela se llega al corazón de ellos.” En un ambiente académico con un énfasis en los géneros sofisticados y los símbolos literarios, a veces se puede perder que – en su mera esencia – la literatura tiene la habilidad de abordar las realidades distintivas y emocionales de cada lector. Para Carlos, los paralelos entre la vida real y los acontecimientos de una novela es el realismo mágico. Tal vez esta no es una definición generalmente aceptada por los académicos, pero es la interpretación que revela e inspira mucho en él. En efecto, la literatura puede tocar el corazón de cada lector. Pero en el contexto de mi padre, Cien años de soledad le toca el corazón a través de su identidad latinoamericano. Él refleja que “en Nicaragua hoy en día, el realismo mágico que ha pasado ahí es que el dictador hoy en día [Daniel Ortega] estuvo en las manos del dictador Somoza, estuvo preso siete años, y hoy en día él está repitiendo la misma historia, usando los mismos métodos, y tal vez un poco más sofisticado.” Esta descripción de la situación política en Nicaragua es tan trágica e inconcebible para mi padre que lo caracteriza como una realidad asombrosa con elementos fantásticos. Sea la confusión, el volteo de los partidos políticos, las dictaduras irracionales o el aparente tiempo cíclico, la historia de revoluciones y guerras en Nicaragua tiene conexiones asombrosas con Cien años de soledad. Estos paralelos encarnan el encuentro decisivo entre el realismo mágico y reader response theory.

Rubén Darío y Pablo Neruda: El desarrollo de la poesía y la política latinoamericana

En este ensayo exploro las obras del nicaragüense Rubén Darío y el chileno Pablo Neruda. Argumento que la poesía tiene una responsabilidad de ser política e indago en las diferentes obras de estos dos gran poetas. Este trabajo es uno de mis ensayos más formales y académicos por el cual me siento bastante orgulloso. Claramente hay un vínculo fuerte entre la literatura y la política que exploré bastante durante mi carrera en Amherst.

Al considerar el canon literario de Latinoamérica, uno puede preguntar si hay una cierta responsabilidad de la literatura latinoamericana de promover un comentario político. La historia del continente americano es tan rica, controversial y llena de opresión que parece que las grandes voces literarias tienen una obligación de reconocerlo. Consecuentemente, esta pregunta se revierte sencilla en conexión a los poetas Rubén Darío y Pablo Neruda. Es decir, las obras y los legados de estos grandes escritores tienen fuertes conexiones a la política. Sin embargo, la manera en que estos dos poetas llegaron a tener tanta influencia cultural son sumamente diferentes. Neruda, a través de su carrera, claramente desarrolló una voz política criticando al fascismo, al imperialismo y al capitalismo. La voz poética de Neruda fue tan poderosa porque pudo conectarse y hablarle al pueblo, a las masas. En vez de establecer un legado tan evidentemente dogmático, los logros de Darío son íntimamente vinculados con el desarrollo del modernismo, un estilo literario inherentemente propio de Latinoamérica. Otro importante componente del legado político de estos dos poetas son sus experiencias como viajeros y sus distintas conexiones con sus respectivas patrias y Latinoamérica como una entidad colectiva. Neruda, un chileno, experimenta una marcada transformación en su poesía cuando visita a España durante la Guerra Civil. Su famoso poema “Explico algunas cosas” ilustra y reflexiona sobre la metamorfosis de Neruda, de un poeta lírico a uno político. Darío, un nicaragüense, pasó la mayor parte de su vida adulta viviendo y escribiendo fuera de su país natal. Azul…, la obra que propulsó a Darío a la fama internacional, fue publicada primero en Chile. Este ensayo intenta demostrar – a través de una exploración de Neruda y Darío – que es imposible escapar a la política en la literatura latinoamericana y que los escritores tienen un deber moral de reconocerlo. De este modo la literatura facilita la creación de una identidad colectiva y una cultura latinoamericana que ayuda al pueblo superar los siglos de opresión del colonialismo y el imperialismo.