La física, del griego fisis («naturaleza»), es la ciencia natural que estudia, mediante leyes fundamentales, la energía, la materia, el tiempo y el espacio, es decir, el universo mismo.
Definimos átomo como la partícula más pequeña en que un elemento puede ser dividido sin perder sus propiedades químicas.
El origen de la palabra proviene del griego, que significa indivisible. En el momento que se bautizaron estas partículas se creía que efectivamente no se podían dividir, aunque hoy en día sabemos que están formados por partículas aún más pequeñas.
Mecánica cuántica. Estudia sistemas de muy pequeña escala, como los átomos y las partículas elementales. Describe sus interacciones mediante las tres fuerzas que imperan a estas escalas: la fuerza fuerte, débil y electromagnética.
La física es una de las disciplinas académicas más antiguas, cuyas raíces se remontan a los inicios de la civilización, cuando el hombre empezó a tratar de entender las fuerzas que regían el mundo a su alrededor.
Gravedad. La fuerza de atracción existente entre dos o más cuerpos masivos (que tienen masa). Cuanto más masivos son los cuerpos, más intensa es la fuerza y más alcance tiene su efecto.
Estas son las teorías y modelos definidos a lo largo de la historia de la energía nuclear.
Electromagnetismo. La fuerza de atracción o repulsión que se manifiesta entre partículas cargadas eléctricamente.
Fuerzas nucleares débiles. También llamada interacción débil, es una fuerza que existe entre partículas fundamentales, es de muy corto alcance y es la responsable de los decaimientos atómicos y de la radiactividad.
Fuerzas nucleares fuertes. Es una fuerza de atracción que mantiene unidos a los neutrones y los protones en el núcleo del átomo, venciendo la repulsión electromagnética entre estos últimos (cargados positivamente).
El átomo es como se denomina a la unidad más pequeña de la materia. Se trata de una estructura en la que se organiza la materia en la naturaleza o en el mundo físico, y se compone de tres subestructuras: neutrones, protones y electrones.
En la química, las unidades básicas son los átomos. Cuando tiene lugar una reacción química se conservan con sus propiedades originales, en ningún caso se destruyen ni se crean. Lo que hacen es organizarse de una forma distinta, creando una serie de enlaces entre unos y otros.
Vamos a imaginar que tenemos un trozo de hierro y lo partimos en dos. Continuamos teniendo dos trozos de hierro, pero cada uno tiene un tamaño más pequeño. Luego, volvemos a partirlos de nuevo, y así sucesivamente. Cada vez vamos a tener trozos más pequeños, hasta que llegue un momento en el que únicamente nos quede un trozo minúsculo, tan pequeño que ya no se puede partir. De poder hacerlo, ya no sería hierro, sino un elemento distinto de la tabla periódica. Pues bien, este trozo sería el átomo de hierro.