La Policía Nacional tenía preparada desde el pasado 25 de febrero la lista de agentes destinados en Cataluña que esperaban a ser vacunados contra el Covid-19, y a los que la Generalitat ha discriminado para privilegiar la inmunización de los Mossos d'Esquadra y de los policías locales, tal y como concluyó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) anteayer.
La Policía tenía a sus agentes en Cataluña listos para ser vacunados el 25 de febrero
La Generalitat alegó que conoció "tarde" la lista para inmunizar a los cuerpos estatales
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7.722.203
Qué superficie ocupa Cataluña
32.108,2 km2
Número de municipios
947 en 42 comarcas
Cuáles son los patrones de Cataluña
Sant Jordi(23 de abril) Mare de Déu de Montserrat(27 de abril)
Comenzamos este repaso histórico hace más de 2.700 años. En el primer milenio antes de Cristo los celtas de la Europa del Este se asentaron en el actual territorio catalán. Se mezclaron con los nativos de la época neolítica – la última era de la época prehistórica – y establecieron una serie de tribus libres independientes.
A principios del siglo VIII antes de Cristo los griegos establecieron delegaciones comerciales cerca del mar, que luego convertirían en colonias; las más destacadas fueron Emporion (Empúries) y Rhoda (Roses). Uno encuentra rastros de la cultura griega incluso en pequeñas poblaciones como Vall de Santa Creu, entre Llançà y Port de la Selva.
Hay una gran cantidad de evidencias que señalan este periodo de la historia del Empordà como de un gran auge económico. Ejemplo de este hecho son los casi 300 barcos que se hundieron en los alrededores del Cap de Creus durante el siglo V, indicando que el comercio por mar en esta parte de la Península Ibérica fue muy importante.
En el año 218 antes de Cristo los romanos llegaron a Cataluña y se hicieron cargo de Emporion. Se quedaron hasta el siglo III después de Cristo y practicaron la agricultura y el comercio. El éxito del periodo romano se plasma en su expansión geográfica, como Barcino (Barcelona) y Tarraco (Tarragona). En el siglo V de nuestra cronología, el Imperio Romano llega a su fin.
Los “bárbaros” alemanes tomaron entonces el relevo. Los visigodos penetraron en la Península Ibérica por el norte de y declararon Barcelona como capital integrando Cataluña dentro del reino de Toledo.
Más tarde, concretamente en 716, España fue ocupada por los árabes. Una parte de los catalanes huyó de los musulmanes emigrando a los Pirineos o al imperio Franco.
Tras la derrota de Roland en Roncesvalles en 778, Carlomagno se vé obligado a confiar la conquista a los condes cristianos de Girona establecidos en la frontera y uno de ellos se convierte en el gobernador. Los nuevos territorios fueron asignados a los gobernantes carolingios como feudos. Barcelona pasa a ser el centro de la propiedad de los francos en España.
Desde finales del siglo IX a finales del siglo X, el poder del imperio franco se fue desvaneciendo. Los condes de Barcelona utilizan su posición aventajada y se hacen cargo del dominio de la ciudad desentendiéndose de Francia. Sus sucesores combatieron los musulmanes, ampliaron su dominio a través de matrimonios, al norte de la Provenza (actualmente el sur de Francia) y construyeron alianzas entre el condado de Barcelona y el reino de Aragón.
Ramón Berenguer I, conde de Barcelona entre 1035 y 1076 aportó a Cataluña las bases de su estructura política a través de la unión de la “Cortes” y la proclamación de los “Usatges” (hábitos) con los que se controlaban los derechos y hábitos del país. En este sentido, Ramón Berenger redujo drásticamente el poder del rey. El conde Ramón Berenguer IV se casa con Petronella de Aragón. Desde el siglo XXII al XV Cataluña y Aragón formaron un reino común, aunque cada país mantuvo su propia administración. El resultado fue un periodo de prosperidad económica para Cataluña. La producción agrícola aumentó proporcionalmente a la población. El claustro de Sant Pere de Rodes extendió sus influencias al Rosellón (Francia), se crearon empresas, las forjas se multiplicaron, el mercado y la banca prosperaban. Barcelona comerciaba con Oriente y entró en competencia con Venecia y Génova, los principales puertos comerciales de Italia. Este auge conllevó a un crecimiento de la burguesía urbana que permitió empezar un desafío a las estructuras feudales en ciudades y pueblos. Sobre el 1160 se escribió el primer texto catalán conservado: “Las Homilías de Organyà” y poco después se establece un gobierno municipal en Barcelona: el Consell de Cent (Consejo de Ciento). La catedral gótica de Barcelona se inició en 1298.
Sin embargo, el descenso comenzó después de la famosa Peste Negra de 1348. Las plagas recayeron sobre Cataluña así como en el resto de Europa: malas cosechas, hambre, epidemias … y el malestar social estallaó en el campo, donde vivía la mayoría de la población de los cuales un 40% fueron víctimas de la peste. La crisis llegó a su punto máximo durante la guerra civil entre la Generalitat y Juan II de Aragón. Finalmente, Cataluña se deja incorporar al nuevo reino unificado de los Reyes Católicos, Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla en 1469.
Desde el siglo XVI hasta el XVII España estuvo bajo el reinado de la Casa de Austria, con Carlos V y sus sucesores. Durante esta monarquía, que era independiente de Austria, Cataluña se convierte en un estado autónomo manteniendo sus instituciones tradicionales. A causa de la magnificencia de Castilla Cataluña juega un papel secundario frente a los asuntos de país, incluídos los intercambios con el Nuevo Mundo (América), ya que se gestiona todo desde Sevilla. Esto no impidió que sus actividades económicas experimentasen un nuevo impulso, y su población creciese, si bien los soberanos acudieron a los catalanes para que ayudasen a financiar su política imperial y dándoles órdenes para que acogiese a los soldados que luchaban contra Francia en la Guerra de los Treinta Años.
En 1640, los catalanes finalmente se levantan en armas contra el país y llevan a cabo una guerra civil (La Guerra dels Segadors) apoyados por Francia. Se proclamó una república independiente bajo protectorado francés y fue entonces cuando la monarquía española acabó reconociendo la Constitución catalana.
Sin embargo, en 1659, bajo la llamada “Paz (o Tratado) de los Pirineos” acordada con los franceses, y el trazado resultante de la frontera a través de los Pirineos se quita , a Cataluñael Rosellón y parte de la Cerdaña. A causa de tanto conflicto armado, Cataluña se sumerge en una recesión económica, con nuevas epidemias de peste e inundaciones. Con Felipe V (1700-1746) nieto de Luis XIV y ganador de la guerra de sucesión, los Borbones acceden al trono de España reclamado por sus alianzas matrimoniales. Felipe V abolió, entonces, todos los privilegios de Cataluña, la cual tuvo que resignarse a jugar el papel de una provincia española más, aunque a pesar de la pérdida de autonomía, la región experimentó un nuevo boom económico, particularmente durante la segunda mitad del siglo XVIII, tal como demuestran el augmento demográfico y la creación de una fábrica de papel y de una indústria textil en Girona.