Las buenas videntes venimos denunciando desde hace tiempo cómo el intrusismo profesional está haciendo mella en nuestros negocios. No es fácil para una persona ajena a este mundo de la videncia y la adivinación saber cómo distinguir entre el anuncio de una vidente real y el de una falsa vidente. Los engaños están a la orden del día y las falsas videntes suelen formar parte de tarots telefónicos con gabinete.
Con varios números de teléfono, al llamar a estas líneas contactarás con teleoperadoras, mujeres que no son videntes y que se limitan a seguir unas pautas ya marcadas y lanzar numerosas preguntas a la persona que llama al objeto de sacar la máxima información posible sobre su vida y preocupaciones. Esos datos serán la base para construir una respuesta nada veraz ni fiable.
Tanto otras compañeras videntes como yo, Virginia Sandoval, una vidente sin engaños particular, nos hemos implicado en el reto de hacernos notar y dar más visibilidad a nuestro trabajo honesto y fiable. Si quieres saber más sobre mi trabajo y comprender mi don, acompáñame.
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Una de las formas más efectivas para marcar diferencia con este tipo de gabinetes es recalcar nuestro principal objetivo y compromiso, el de decirle siempre la verdad a nuestros clientes. Las videntes falsas buscan solo contentar al cliente regalándoles los oídos y diciéndoles aquello que quiere escuchar. Solo un poco de psicología y usar la información que se ha ido sonsacando será suficiente para construir una respuesta a medida de las necesidades e inquietudes del consultante.
Sin embargo, yo, Virginia Sandoval, perteneciente a la cuarta generación de videntes y tarotistas de mi familia, mantengo la tradición de las buenas videntes de respetar y decir siempre la verdad a las personas que acuden a nosotras en busca de ayuda. Probablemente sería más fácil no esmerarse en tener una formación en mancias ni ser honesta, volcándose solo en ganar dinero, pero una vidente natural como yo es fiel a unos principios en los que ayudar y orientar al cliente es siempre lo primero.
Durante todos estos años me he volcado en resolver todas las preocupaciones de aquellas personas que acudían a mí, dando respuestas concretas y veraces a sus consultas. La sinceridad y la honestidad son mis señas de identidad y me enorgullece que todos mis clientes me escriban agradeciendo mi honrado e integro proceder al mostrarles solo la verdad.
También he seguido siempre otra de las habituales formas de proceder de mis antepasados: atender personalmente a mis clientes. Yo no preciso formar parte de un gabinete que controle mis llamadas y me vaya pasando de forma aleatoria con los clientes, aunque hayan llamado preguntando por otra vidente.
Esta es una de manera de actuar muy poco profesional y despersonalizada. Los clientes no se merecen ese trato y no tiene nada que ver con la idiosincrasia de la videncia y la adivinación, obedeciendo solo a un interés crematístico.
Yo me he decidido por atender yo sola desde mi casa, en un ambiente íntimo, acogedor y en el que no sienta ninguna interferencia y pueda meditar y descansar tras cada una de las consultas.
Hay que tener en cuenta que cada una de estas consultas supone un gran esfuerzo al tener que conectar con la energía del consultante, recibir todas las visiones del pasado, presente y futuro de esa persona, interpretarlas e ir transmitiendo todos los presentimientos, predicciones, datos y fechas exactas que me han ido llegando en esos flashes.
Asimismo, atender yo sola ofrece mucha más privacidad e intimidad al cliente. El o ella podrá ir haciéndome sus preguntas de forma anónima, sin sufrir el retraimiento que suele causar estar frente a frente de manera presencial. El tarot telefónico ayuda a crear un ambiente más íntimo y cercano, sin que nadie escuche la conversación ni tener que pasar tiempo en salas de espera.
Al atender mi consulta telefónica desde casa facilitó a muchas personas poder tener acceso a mis servicios y recibir una videncia de calidad. Además, he optado por servicios como el tarot telefónico Visa o el tarot 806 para no solo ser mucho más accesible, sino también para que sea más económico y sencillo de pagar. Así, el Tarot Visa ofrece la posibilidad de pagar con tarjeta al momento, mientras que el Tarot 806 permite pagar la consulta introduciendo su monto en la factura mensual del teléfono.
Si deseas contactar conmigo, no lo dudes y llama a cualquiera de estas dos líneas de teléfono y yo te atenderé en persona. Tú solo tienes que pensar bien qué es lo que realmente te preocupa, el amor, la salud, el trabajo o el dinero, y plantear una pregunta precisa. Yo iré contestándote según las visiones que me vayan llegando y lo que me vayan marcando las cartas del Tarot. ¡Llámame!