Esta antigua casona, orgullo de Temperley, fue mandada a construir por el Ingeniero Gastón Sansinena en el año 1888 para residencia de veraneo. Su constructor, el Arquitecto inglés Robert Harrison Lomax, FUE el mismo que proyectara y dirigiera el antiguo edificio del Buenos Aires Rowing Club en el Tigre, el comedor del Bristol Hotel en Mar del Plata, las residencias de Leslie y Sansinena en Lomas, entre otras obras.
La Construcción de estilo inglés se emplazó sobre terrenos que fueron propiedad del señor George Allison Temperley, cuya propiedad se extendió entre las calles Zuviría, Coronel Manuel Dorrego, Av. 9 de Julio, Eva Perón (ex Pasco), General Juan Galo Lavalle y Combate de Juncal.
La amplia quinta suburbana, modalidad introducida por la inmigración inglesa en nuestro país, se desarrollaba sobre dos manzanas limitadas por las calles 14 de Julio, Cangallo, Fray Justo Santa María de Oro y el antiguo Camino de Las Diligencias ( hoy Av. Almirante Guillermo Brown).
El edificio principal, que aún se mantiene en pie, cuenta con planta baja y dos pisos, sótano y bohardilla, 18 habitaciones y dependencias de servicio. Su acceso principal se ubica en la calle Fray Justo Santa María de Oro frente a la estación ferroviaria.
Su contrafrente también era importante y estaba constituido por una galería cerrada a ambos lados por dos cuerpos terminados en ventanas salientes que miraban al parque, funcionando la parte superior como terraza.
La misma se encontraba rodeada de espacios verdes, diseñados al estilo europeo, con una amplia y variada forestación de coníferas, algunas de las cuales aun engalanan jardines y parques de las construcciones que hoy se levantan donde otrora predominaba el cuidado parque.
También es importante destacar que la residencia contaba con construcciones de servicio (cocheras, caballerizas, piezas destinada al personal doméstico, etc.), un invernáculo de hierro y vidrio, una cancha de pelotas. El perímetro de la propiedad se encontraba cercado por un muro de mampostería con rejas metálicas artísticas, hoy dispersas resguardando otras propiedades, según relatan en su libro «Temperley, su Historia y su Gente», el Dr. Jorge N. Gualco y el Arq. Alberto S. J. de Paula.
Su ocaso comienza en el año 1920, cuando el señor Vernon Lindop donó las tierras necesarias para la apertura de la calle Obligado, quedando la quinta dividida en dos e iniciándose el proceso de urbanización de la de la propiedad dado la excelente ubicación que tenía con respecto a la estación ferroviaria y las arterias importantes que la conducían al pueblo de Adrogué y a Quilmes, lugar elegido para excursiones y cabalgatas.
Es importante hacer notar que en su entorno se desarrollaban imponentes casas quintas, entre las que podemos nombrar la de Ibáñez de Camaño -ubicaba donde hoy se levanta un importante conjunto habitacional-, la quinta de Drysdale, que yergue su arquitectura italianizante muy cerca de las vías del ferrocarril y que perteneciera al Comodoro Martín Rivadavia. Del lado oeste, cruzando las vías, se encontraban la quinta de Avellaneda -antes de George Allison Temperley- y la de Cascallar, situada frente a la anterior entre las vías y la Avenida Meeks.
Así como desaparecieron esas quintas, también los eucaliptus que plantara el fundador de la ciudad según puede advertirse en fotografías que atesora la Fundación Museo Ferroviario en su archivo.
La mansión cambia de manos
La primera en habitar esta lujosa residencia fue la familia Sansinena, aunque por un corto tiempo, ya que en el año 1890 figura como propietario «La Constructora del Sud», quien la rifó siendo beneficiados los directivos de la Cervecería Bieckert.
Los nuevos propietarios se desprendieron rápidamente del inmueble, siendo adquirida por el escritor Pastor Servando Obligado en 1891, conociéndose la residencia con el nombre de «Quinta Obligado» según se puede ver en el plano catastral confeccionado por el Ingeniero Geógrafo Mariano Sixto Barilari en el año 1896 por disposición del Intendente Municipal José Ragaglia.
Luego sufrió varias subdivisiones, hasta que en 1917 su propietario fue Vernon Lindop, presidente de Sansinena Hermanos y la compañía La Forestal.
Fuentes: TemperleyWeb / Temperley, su historia y su gente / Síntesis no fechada realizada a pedido de las autotidades de la Escuela al historiador Dr. Gualco
Aviso en Diario La Nación, Buenos Aires, Argentina, 10 de octubre de 1890
Plano catastral confeccionado por el Ingeniero Geógrafo Mariano Sixto Barilari en el año 1896
Revoluciones y cambios
Sansinena era el dueño del frigorífico "La Negra", el primer establecimiento argentino que exportó carnes congeladas y el propietario del palacio, edificación europea que ocupaba un gran terreno entre las calles Santa María de Oro, Almirante Brown, 14 de Julio y Cangallo.
El edificio principal del palacio tenía tres pisos, amplios sótanos y muchas habitaciones con cielorrasos de yeso decorados. Las ventanas eran vitrales que representaban escenas de las obras de Shakespeare y había cinco estufas con chifonier adheridos, una gran biblioteca tallada artísticamente y baños de mármol de Carrara. El palacio se conectaba con la estación ferroviaria a través de un túnel que llegaba directamente a los andenes.
Por su ubicación estratégica, tamaño y comodidades, fue escenario de cientos de historias que atraviesan la cultura y la política regional. Sin dudas el suceso más notable que tuvo lugar entre sus paredes fue la organización de la revolución radical de 1893, que tomó forma en dos levantamientos cívico militares organizados por Hipólito Yrigoyen y Aristóbulo del Valle contra el gobierno conservador de la época.
El 31 de Julio de 1893, los radicales tomaron la estación, llegándose a concentrar 8000 revolucionarios que eligieron como cuartel general a esta antigua casona , identificándose con el nombre de «Cantón Sansinena». Este hecho histórico se conoce como la Revolución de Temperley. El Palacio había sido ocupado poco antes por Martín Irigoyen, hermano de Hipólito, para funcionar como centro táctico en tiempos muy convulsionados de la historia Argentina de fines del siglo XIX.
En 1917 la casona fue comprada por Vernon Lindop, donando una fracción de su terreno para la apertura de la calle Obligado. En el año 1938 fue vendida y 16 lotes distribuidos sobre Cangallo y 14 de Julio interviniendo en la operación inmobiliaria la firma Bravo Barros y Cía. por cuenta de la Sociedad Anónima Franklin y Herrera Ltda.
En 1939, Rosa Mandoky de Kaldory se constituye como propietaria y la transforma en una pensión de lujo. En 1946, la familia Petruzkin adquiere la propiedad y decide arrendar el edificio a la Escuela de Comercio por $1200 mensuales.
Fue en 1982 cuando el Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires decide expropiar el edificio disponiendo de ampliaciones.
Revolucionarios en Temperley, 1893
El Coronel de Marina Tomás Espora fue uno de los capitanes predilectos de Brown, debido a la bravura que expuso en todas las acciones en que intervino.
Espora nació en Buenos Aires el 19 de setiembre de 1800 y apenas 15 años más tarde comenzó su carrera naval a bordo de la corbeta «Halcón» que comandaba Bouchard, para un crucero corsario dispuesto por el Gobierno por las costas de Chile, Perú y Ecuador con el fin de obstaculizar el comercio español en esa región. Estaba a cargo del Almirante Brown con la fragata «Hércules» y el bergantín «Santísima Trinidad».
En 1816 participó en el ataque que las naves corsarias patriotas realizaron contra la fortaleza de El Callao. De regreso en Buenos Aires, Espora se embarcó como oficial a bordo de la fragata «La Argentina», nuevamente bajo las órdenes de Bouchard, e inició un periplo corsario que duró dos años.
Cuando el General San Martín alistó la Expedición Libertadora al Perú, Espora tomó parte de la misma. Luego fue oficial de la Marina de Guerra peruana formada por San Martín y combatió para rendir la fortaleza de El Callao, último baluarte que los españoles sostuvieron en el Pacífico.
Regresó a Buenos Aires en 1825 y al poco tiempo se produjo la declaración de guerra con el Imperio del Brasil. De inmediato pasó a formar parte de la escuadra al mando de Brown. Durante el transcurso de ese conflicto, hubo dos acciones en las cuales Espora demostró un valor y audacia rayanos en el heroísmo. Fueron ellas el asalto de las cañoneras a la Colonia del Sacramento que Brown llevó a cabo el 1° de marzo de 1826, con el objeto de apoderarse de la plaza. Y el combate de Quilmes.
En este último, ocurrido el 30 de julio de 1826, Espora intervino en calidad de Comandante de la fragata «25 de Mayo», buque insignia del Almirante Brown. Esta nave prácticamente sostuvo la mayor parte del encuentro soportando el fuego que le hacía una veintena de naves brasileñas, durante tres horas. Espora fue herido gravemente y una bala le arrancó de la mano su bocina de órdenes. Pidió otra y continuó imperturbable dirigiendo la acción, solicitando además a los oficiales que en caso de que la nave fuera rendida al abordaje, echaran su cuerpo al mar para que no fuera trofeo de los enemigos de su Patria.
Cuando la «25 de Mayo» era ya «despojo ingobernable» –según la expresión del Almirante Brown– rodeada por las cañoneras se retiró del combate y entró a puerto, maltrecha y escorada, pero empavesada como en los días de gloria. Así llegó a la rada en medio de la patriótica exaltación del pueblo. Espora recibió las más emocionadas pruebas de gratitud de la gente de Buenos Aires. Una verdadera multitud se congregó ante la casa donde había sido transportado el heroico marino y sólo se disolvió cuando el parte médico anunció que Espora se recuperaría de sus heridas.
A lo largo de sus 20 años de carrera, tuvo numerosas participaciones en acciones navales destacadas, fue ascendido a Coronel de Marina el 10 de octubre de 1828 y en noviembre de 1833 fue designado Comandante General de Marina, encomendándosele la Capitanía del Puerto de Buenos Aires.
En julio de 1835 enfermó gravemente y falleció el 25 de ese mes. El Almirante Brown dijo ante su cadáver: «Considero la espada de este valiente oficial una de las primeras de América y más de una vez admiré su conducta en el peligro».
Cinco buques en la Armada Argentina llevaron el nombre del Coronel de Marina Tomás Espora: bergantín «Espora» (1865), vapor de guerra «Coronel Espora» (1867), torpedera de mar «Espora» (1890), destructor «Espora» (1972) y corbeta misilística «Espora» (1983).
En su honor, el 19 de septiembre de 1975 se inauguró el Museo Tomás Espora, en la que fue su casa y que habitó hasta su muerte, en el barrio de Parque Patricios.
La Escuela Nacional de Comercio "Tomás Espora" nació el 13 de mayo de 1943 por iniciativa de un grupo de vecinos, entre quienes se encontraban José Massano, Enrique Clerici, José Artusi, Ricardo y Miguel Torres, Carlos Infiesta, Felix Salvadores y el Preb. Mendoza. En sus inicios, cuando se denominaba "Instituto Escuela de Comercio", funcionaba en el predio de la Escuela N° 3 (en Avellaneda y Dorrego, pero dado el aumento de la matrícula se habilitó un anexo en la Escuela N° 37. Ya en 1945 fu incorporada a la Enseñanza Oficial. Por entonces contaba con 16 divisiones, un total de 400 alumnos y otros 240 que esperaban inscribirse debido a la falta de espacio.
Para su funcionamiento, en 1946, fue alquilado el Palacio Sansinena (actual enclave), donde se realizaron numerosas reformas y construcciones anexas para las aulas a fin de optimizarlo para la enseñanza. En la década del '70 se impulsó la construcción de las aulas situadas alrededor del edificio original. Esta situación se mantuvo hasta 1980, año de la expropiación del inmueble por parte del Ministerio de Educación.
Doce aulas fueron construidas en una primera etapa -en el lado derecho del castillo- y con el transcurso del tiempo se anexaron nuevos espacios: el gimnasio, el laboratorio y baños. La Cooperadora de la Escuela realizó la remodelación de los tres pisos.
A fines de la década del '90 se incorporaron al proyecto edilicio las aulas del sector derecho y primer piso, donde actualmente funciona la biblioteca, como otros salones en la parte trasera del Palacio. Asimismo se recibió como donación el terreno ubicado sobre Cangallo, actualmente el playón, espacio en el que hoy se desarrollan muchas de las actividades de Educación Física. Con la expropiación del inmueble, se pensó demoler la antigua casona, pero las autoridades docentes y los vecinos se opusieron proponiendo la reparación. Entre las tareas realizadas se hicieron los techos nuevos del edificio principal
En 1994, a pedido de toda la comunidad, mediante la Ordenanza Municipal N° 7250, el Municipio de Lomas de Zamora declara “Patrimonio Histórico y Cultural del Municipio” por su innegable valor histórico y arquitectónico. Esta declaración "impide modificar su arquitectura con la intención de conservar el patrimonio histórico y cultural de los lomenses". Cabe recordar que hasta 1946, en que el edificio se convirtió en establecimiento de enseñanza, el Castillo funcionaba como pensión.
En la madrugada del 1 de enero de 2005, un atroz incendio destruyó el Palacio Sansinena. los techos, cielorrasos trabajados, una escalera, un archivo con importante documentación, la vivienda del casero ubicada en la parte superior, quedando importante cantidad de escombros sobre los pisos de la planta alta. Una gran cantidad de dotaciones de bomberos trabajaron durante más de diez horas intentando controlar los últimos focos ígneos de lo que quedó en pie del Palacio Sansinena, uno de los emblemas de Temperley. El fuego comenzó a las 00.10 hs cuando -según testigos presenciales- un globo pirotécnico perdió sustentación y cayó sobre la parte posterior del inmueble.
En los días posteriores al trágico hecho, docentes, alumnos y ex-alumnos pusieron en marcha un gran operativo solidario para reconstruir el Comercial de Temperley, orgullo de la educación local y una de las últimas joyas arquitectónicas de Lomas de Zamora. Si bien el siniestro no cobró vidas, dadas las altas temperaturas y la escasez de agua las llamas avanzaron rápidamente destruyendo por completo el techo de madera y parte del interior.
En el año 2016 el edificio fue nuevamente declarado dentro del listado de los 69 edificios que son parte del Registro Único de Bienes Patrimoniales a través de la Ordenanza Municipal 16087/ 2016 por el Programa Municipal de Preservación del Patrimonio. En 2019, la comunidad educativa y ex-alumnos realizaron una campaña para solicitar su restauración. Un año después, vecinos que integran la Junta de Estudios Históricos y Ambientales, peticionaron la declaratoria de Monumento Histórico Nacional y Provincial para su posterior restauración y adaptación a dos espacios para exponer su "acervo patrimonial".
Imagen de Bomberos trabajando sobre el incendio
Imagen del siniestro y de la labor de Bomberos
Imagen desde el interior del techo destruido por las llamas
Imagen desde el interior de los daños producidos por el fuego