Leonardo da Vinci fue una de las mentes maestras más interesantes, emblemáticas e influyentes de toda la historia. Muchas veces es catalogado incluso como el más grande de todos los tiempos y su carácter polifacético hace de este hombre y de su legado una temática de enorme interés. Leonardo da Vinci fue un importante pintor del Renacimiento italiano que incursionó de forma espectacular en otros campos como la anatomía, la arquitectura, la botánica, el dibujo, la escritura, la filosofía, la ingeniería, la música, la poesía y el urbanismo. Sin embargo, la gran mayoría de sus invenciones, por diferentes razones, se mantuvieron en secreto durante años. En la pintura se destacó por trabajos como La Gioconda, La última cena o el Hombre de Vitruvio, mientras que entre sus invenciones podemos encontrar algunas que dieron lugar a la creación de cosas como el helicóptero, el carro de combate, el submarino o el automóvil.
De esta manera, y con la finalidad de “arrancar” este proyecto consideramos muy interesante conocer la vida y obra de este autor.
El 2 de mayo de 2019 se celebraron 500 años de la muerte de Leonardo da Vinci, uno de los personajes más importantes de la cultura durante el Renacimiento.
Leonardo di ser Piero nació el 15 de abril de 1452 en Vinci, un pequeño pueblo de la Toscana (al norte de Italia), de ahí el nombre con el que se hizo famoso en toda Europa durante los siglos XV y XVI.
Aquella época se conoce como el Renacimiento, un período durante el cual se recuperaron los ideales artísticos, científicos y filosóficos de los antiguos griegos y romanos: era el ‘renacer’ de la época clásica.
Ese nuevo interés por el conocimiento contrastaba con la oscuridad de la Edad Media, en la que las personas estaban sometidas al poder de Dios y a una organización feudal que limitaba sus derechos y libertades.
Con la llegada del Renacimiento, artistas como Leonardo da Vinci pudieron explorar nuevos estilos de pintura, investigar el ser humano y la naturaleza e imaginar nuevas máquinas e inventos.
Viendo la obra de Leonardo da Vinci, su creatividad parece no tener fin: pinturas al óleo, bocetos detallados del cuerpo humano y las plantas, tratados de filosofía, diseños visionarios de máquinas que no se inventarían hasta siglos después…
Para desarrollar sus proyectos, Da Vinci contó con el apoyo de mecenas, familias muy ricas que financiaban a los artistas. Así fue cómo se dio a conocer en ciudades como Milán, Florencia e incluso en la corte del rey Francisco I de Francia.
Entre sus pinturas más conocidas destacan ‘La Gioconda’, más conocida como la ‘Mona Lisa’, el cuadro de ‘La última cena’ o ‘La Virgen de las Rocas’, que destacan por el sombreado de los dibujos y el dominio de la luz para hacer que las personas retratadas parezcan reales.
Aunque el mayor legado de Da Vinci son sus archivos: anotaciones sobre sus inventos, esbozos de sus estudios de biología, reflexiones y poemas… Se calcula que escribió cerca de 50.000 documentos, aunque solo una tercera parte se ha conservado hasta hoy.
Leonardo di ser Piero era un joven toscano del siglo XV-XVI que pasó a la historia como Leonardo da Vinci, uno de los grandes personajes del Renacimiento.
Da Vinci tenía una curiosidad infinita por todo lo que le rodeaba: la naturaleza, la anatomía del cuerpo humano, la política, la filosofía, el arte y la música, la mecánica, la arquitectura…
Era una persona muy inteligente y observadora. Eso queda reflejado en sus escritos, llenos de dibujos detallados y reflexiones sobre sus observaciones y descubrimientos.
La inventiva de Da Vinci parecía no tener límites. Entre sus escritos se encuentran proyectos de máquinas voladoras, armas de guerra gigantes, infraestructuras como puentes y acueductos…
Repasemos algunos de los secretos escondidos en la obra de Da Vinci.
Se dice que Da Vinci era ambidiestro, lo que significa que podía escribir y dibujar con ambas manos sin problemas. Tal vez por eso su obra es tan extensa.
Da Vinci fue extraordinariamente prolífico. Además de sus pinturas, esculturas y máquinas, se calcula que escribió decenas de miles de documentos a lo largo de su vida, de los cuales solo se conserva una tercera parte.
Sus dibujos sobre botánica y anatomía son increíblemente minuciosos. De hecho, fue uno de los primeros artistas en abrir cadáveres para explorar el cuerpo humano por dentro (algo que estaba estrictamente prohibido por la Iglesia).
El Hombre de Vitruvio es uno de los dibujos más populares de Da Vinci. El nombre se lo debe a Marco Vitruvio Polión, arquitecto e ingeniero de la antigua Roma que creía que el ser humano era la medida de referencia para todas las cosas.
Inspirado en el trabajo de Vitruvio, Da Vinci dibujó el cuerpo de un hombre y lo acompañó con unas notas donde establecía lo que él creía que eran las proporciones ideales del cuerpo humano.
Según su dibujo, la proporción del cuerpo humano también servía para resolver el problema matemático de la cuadratura del círculo.
Gracias a su capacidad de observación y a su habilidad con las manos, las pinturas de Da Vinci logran un estilo muy realista.
La técnica del ‘sfumato’ o esfumado permitía jugar con el volumen y la luz para crear un efecto tridimensional en las figuras de sus lienzos y grabados.
Pero además, a Da Vinci le gustaba desconcertar al espectador con enigmas dentro de sus cuadros.
Es lo que sucede con la Gioconda o Mona Lisa , el cuadro más famoso de Da Vinci. Más de 500 años después, seguimos sin conocer realmente la identidad de la joven, que sigue al espectador con la mirada independientemente del ángulo desde el que la mire.
Otro de las obras más comentadas es La última cena, un mural pintado al fresco que representa la última cena de Jesucristo con sus apóstoles antes de ser crucificado.
Se trata de una de las escenas bíblicas más repetidas, pero por eso mismo Da Vinci quiso pintarla diferente: su versión incluye a Judas entre los demás apóstoles (y no apartado).
Además, Jesucristo está en el centro del cuadro y de la perspectiva de la sala, sin aureola pero enmarcado por la luz de la ventana. Todos los apóstoles están en el mismo lado de la mesa, para concentrar la tensión del momento.
Da Vinci tardó casi tres años en terminar la pintura, que ocupa una superficie de casi 9x5 metros en la iglesia Santa Maria delle Grazie en Milán.
La técnica que utilizó (una mezcla de óleo y pigmentos con temple) ha impedido que la pintura se conserve en buen estado… y aun así, ha sobrevivido a varias guerras, saqueos y bombardeos. Un auténtico milagro.