Prensa española ¿manipuladora?


Blanca Torquemada

“¡¡Prensa española, manipuladora!!”. Este mantra, que se activa en cada conexión en directo de los medios nacionales con las revueltas callejeras en Cataluña, me vino a la cabeza cuando José Antonio Vera me propuso formar parte de su candidatura. Pensé en esos reporteros (con casco) hostigados miserablemente y hasta agredidos mientras realizan su trabajo con ejemplar entereza y profesionalidad. Después ha llegado lo de los carteles amenazantes, el señalamiento directo. Español, periodista, judío…

Cataluña nos está sirviendo como recordatorio de que, cuando la libertad está amenazada, nos queda el periodismo. Los periodistas. Hombres y mujeres a los que los agitadores han etiquetado y empaquetado como un todo (“prensa española”) para estigmatizarlos. No parecía posible aquí y ahora, en 2019, y está sucediendo. En tiempos de fake news el más descomunal y peligroso bulo es el que culpa a los informadores de la desinformación. Por eso tenemos que actuar. Hacer oír nuestra voz, fortalecer nuestra influencia, aportar certezas a la sociedad. Ser la referencia.

Desde Periodistas por el Cambio en la APM vamos a poner en marcha el Observatorio de la profesión y, además, el Observatorio de las “fake news”, porque no basta con denunciar las noticias falsas cada vez que se producen: hay que hacer un seguimiento, trazar el mapa completo de su procedencia, recorrido y alcance para desmontar las campañas de manipulación a gran escala. Es el momento de dar un paso adelante.

El hecho de que tantos compañeros se hayan ido dando de baja “por los médicos”, después del abrupto cambio en las cuotas y condiciones de las prestaciones sanitarias, nos revela dos cosas: una, que algo se ha hecho muy mal en la renegociación de ese servicio, importantísimo para el asociado, y otra, aún más grave, es que “sin los médicos” la asociación no ha sabido ofrecer un valor añadido lo suficientemente atractivo para retener a los que se han marchado. Si la APM hubiera sido en estos años una entidad vigorosa en la defensa de los periodistas frente a los abusos y la precariedad, si hubiera tenido más presencia e influencia social, la sangría habría sido mucho menor.

Tantas carencias en el terreno profesional y asistencial tienen que acabar. Estamos convencidos de que la institución es un lugar de encuentro de voces diversas y plurales unidas por un motor poderoso: la reivindicación de nuestro oficio.

La candidatura Periodistas por el Cambio en la APM ha nacido para hacer las cosas de otra manera. Defenderemos el valor de la verdad, las condiciones de trabajo dignas y el ejercicio profesional en libertad. No pararemos hasta que se pueda volver a cubrir cualquier manifestación sin casco.