D'anjayni

Los D´Anjayni son una de las razas más enigmáticas de Gaïa. Han vivido siempre a la sombra de la historia, tratando de relacionarse lo menos posible con otras culturas de una manera abierta.

Su piel es completamente blanca, aunque marcada por líneas azules que forman sus vasos capilares. La gran mayoría son calvos, y a los pocos a los que les crece el cabello lo tienen siempre de color negro. Tampoco poseen huellas dactilares ni uñas. A simple vista existen muy pocas diferencias entre hombres y mujeres, aunque ellas suelen ser ligeramente más estilizadas y tienen el pecho más desarrollado. Sus rostros son siempre muy parecidos, con mínimos rasgos característicos. Para ser capaces de reconocerse entre ellos, se marcan la cara o las manos con los símbolos de su estirpe, introduciendo sus propias particularidades y detalles individuales. Viven entre los tres y los cuatro siglos, alcanzando la madurez a los cuarenta o cincuenta años. Una vez que son adultos, no envejecen en apariencia, aunque realmente su cuerpo va consumiéndose internamente por la edad hasta que mueren.

Para ellos, probablemente el momento más importante de su vida llega poco después de nacer. Durante el periodo de gestación, sus madres “sienten” espiritualmente cuál es el nombre del niño que llevan en el vientre, y se lo otorgan en una ceremonia que les marcará durante el resto de su existencia. Para los D´Anjayni, su verdadero nombre cobra una vital importancia, ya que aquel que lo conozca poseerá un gran poder sobre ellos. Por lo general emplean seudónimos para referirse a sí mismos, y sólo revelan el auténtico a aquellos en quienes confían completamente.

Su comportamiento habitual es frío; acostumbran a no perder nunca la calma y no establecen demasiados lazos sentimentales con nadie. También son muy minuciosos, y les gusta observar con detenimiento los acontecimientos del mundo. Se sienten atraídos por otras culturas, estudiándolas en secreto sin que se percaten de ello sus miembros. Sus metas son siempre complejas, aunque para realizarlas utilizan métodos maquiavélicos y bien planificados, ya que tienen una paciencia excepcional y no les importa esperar lo que haga falta para conseguir lo que se proponen.

Sus ciudades siempre se han construido en secreto, apartadas del resto de culturas. Lo más tradicional es que sean subterráneas o excavadas en el interior de las montañas. Tienen una estructura social completamente jerárquica, cuyos estamentos son inamovibles desde el mismo momento en el que nacen. Son muy ceremoniosos, y tienen multitud de ritos para cada acontecimiento importante.


  • Olvido: Sin lugar a dudas, esta es su característica más singular. Si lo desean, pueden pasar desapercibidos allí donde vayan, y la gente que los vea olvidará cómo eran exactamente. Son capaces incluso de mantener una conversación con uno o varios individuos, haciendo después que estos no sólo no recuerden su aspecto, sino tampoco el tema del que han hablado con ellos. A términos de juego, cualquiera que vea o hable con el personaje deberá superar una Resistencia Mágica (RM) contra 120, u olvidará su apariencia y la conversación que han mantenido. Esta habilidad se considera equivalente a un efecto místico automático cuya condición consiste, simplemente, en encontrarse con el personaje y que este se marche sin haberle dicho su nombre. No es posible percatarse del funcionamiento de esta habilidad, ni siquiera para alguien con la capacidad de ver magia. Los afectados no se darán cuenta de que lo ocurrido es innatural, sino que pensarán simplemente que son incapaces de acordarse o que no se han fijado bien. Un hechicero deberá superar un control de Valoración mágica contra una dificultad de Imposible para percatarse del uso de esta habilidad. El olvido deja de tener efecto en cualquier momento en el que el D´Anjayni se presenta con su verdadero nombre durante la conversación, o se encuentra con individuos que saben exactamente quién es.

  • Indetectabilidad: Su capacidad para evitar ser detectados por medios sobrenaturales les otorga un bono de +50 a cualquier Resistencia contra tales efectos. Además, poseen de manera innata la habilidad de Ocultación del Ki.

  • El rostro de la araña: La habilidad más sorprendente que poseen los D´Anjayni es la de robar las identidades de otras personas, convirtiéndose completamente en ellas. Para hacerlo, necesitan arrancar la piel de la cara del individuo al que pretenden sustituir y colocarla sobre su propio rostro. En unos minutos, su fisonomía facial y corporal se habrá adaptado a la nueva forma. La voz también se alterará, pero su cuerpo no puede aumentar o disminuir más de diez centímetros de altura o kilos de peso, ni tampoco alterar su sexo. La transformación dura todo el tiempo que sea necesario, hasta que el D´Anjayni decida abandonarla o reciba daños en el rostro. También se ve obligado a dejarla si alguien pronuncia su verdadero nombre en su presencia. Para volver a tomar otra personalidad, necesita dejar pasar tanto tiempo como permaneció en la anterior. Mientras esté empleando El rostro de la araña, su habilidad de Olvido se resiente fuertemente, reduciendo la Resistencia a tan sólo 80.

  • Pasar sin dejar rastro: Mientras un D´Anjayni vaya descalzo, sus pies dejan muy pocas huellas. Su rastro se borra a medida que camina, por lo que si alguien intenta rastrearles aplicará un -60 a su habilidad.

  • Susurros silenciosos: Es francamente difícil escuchar las palabras del Nephilim si no van dirigidas a ti. Todo aquel que intente escucharlas aplicará un -80 a sus controles si no es su receptor.

  • Naturaleza observadora: Su capacidad de aprendizaje se ve limitada por la pasividad de su naturaleza. Por tanto, en el caso de que sea encarnado por un jugador, sufre un penalizador de -3 a los puntos de experiencia que obtenga al finalizar una sesión de juego.

  • Modificador de nivel: +1